“Empecé en una agencia de modelaje y desde ahí me vinculé con el medio público. En aquel tiempo había una movida mucho más activa en cuanto al diseño y a la moda en Venezuela. Fue una época en la que yo aproveché los últimos años donde había oportunidades, ya después esa industria fue mermando como otras también. Fui aeromoza y luego me dediqué a estudiar Economía, hasta que entré al Miss Venezuela”.

 
Con su voz suave, pausada y cálida, Mariángel cuenta que sus planes eran cumplir con las responsabilidades que tenía como Miss Venezuela 2002 y continuar con sus estudios. “No tenía el plan de seguir en los medios de comunicación, pero se dio de esa manera. Al terminar mis responsabilidades, comencé un contrato en Venevisión como actriz, y después empecé a hacer Portadas. Luego, tuve que irme del programa porque iba a protagonizar una novela”.

Con los años, se le fueron dando más y más oportunidades que iría aprovechando. Fue presentadora de Sábado Sensacional y ejerció diferentes roles dentro de la pantalla del canal. “Hubo un momento en el que si prendías la televisión en cualquier horario, yo estaba ahí en la programación”, asegura.

 
En la actualidad, pese a las adversidades propias del país, Mariángel continúa apostando a su crecimiento personal y profesional, inspirando además a otras personas a través de su trabajo.

Así, la animadora ha desarrollado distintos proyectos personales, sorteando los obstáculos y defendiendo lo que hace, como ella lo ha comentado, “con creatividad y empeño terco”. Entre los que podemos contar, encontraremos su nombre y labor en la “Revista Mariángel”, un espacio digital dirigido a las mujeres que desean compartir información que les aporte valor y las haga mejorar como personas.

 
Por otra parte, Ruiz también destaca por ser la fundadora de la organización Ingeniando el Plan, que ofrece programas de educación complementaria en los cuales se dedican a fortalecer y estimular las potencialidades de los adolescentes.

¿Alguna vez subestimaste tu potencial?
- Con mi experiencia y lo que he conversado con mis otros compañeros del medio artístico, todos siempre nos subestimamos un poco. Nos pasamos la vida subestimándonos un poco, en todas las etapas de nuestra vida. Cuando somos más jóvenes nos subestimamos mucho más pero ya después con los años vas aprendiendo a tener más confianza en las ideas que se te ocurren, en tus capacidades, incluso aprendes a tener más confianza en lo que desconoces y en lo que no dominas. Te atreves, tienes más osadía para probar cosas nuevas, pero esa experiencia que dan los años te enriquece y te dan la confianza y la valentía en ti mismo. Pero sí creo que todo artista, toda persona sensible y que esté muy expuesta, es vulnerable y es presa un poco de sus inseguridades. Aunque no las digas o no las comuniques, siempre hay algo de nosotros que nos dice: “hey, no te creas que te las sabes todas” o que también te ayuda a aterrizar un poco. La inseguridad siempre está allí hablándote por un lado de la oreja y por el otro lado esa lucha por vencerla. Eso siempre nos acompaña.

La animadora considera que es justa la lucha feminista por perseguir más posiciones dignas e igualdad de oportunidades en el mundo para las mujeres. “Pero no es sano un feminismo que enjuicie y haga sentir que una mujer que decida dedicarse a su hogar y a sus hijos, está tomando decisiones erradas. Creo en el respeto de lo que cada hombre o mujer quiera hacer y los espacios que quiera ocupar”.

- El error está en querer imponer a los demás tus propios criterios o imponer criterios que ni siquiera tú manejas para tu vida. En este momento en las redes sociales hay muchas ganas de ser el experto en vida, o el gurú, el que se las sabe todas. Pero no terminamos siendo expertos sino cuando la vida ya está por terminarse. Mientras estemos viviendo, estamos aprendiendo todos los días.

 
Durante el año pasado quedarnos en casa nos tomó por sorpresa a todos y nos tocó reinventarnos… ¿cómo fue tu proceso?
- Para mí fue una oportunidad que se convirtió en un regalo. Poner en pausa todo lo que comprometía mi tiempo, en trabajos para otras personas, para otras compañías, y entender que ahora mi tiempo era mío y que era dueña de lo que iba a hacer con mis días. Fue una oportunidad muy fértil. Me atreví a hacer cosas nuevas, hice música de nuevo, comencé a bailar y entendí que quería abrazar a algunas manifestaciones del arte que me hacía feliz. Por eso se convirtió en un año bonito para mí. No quiere decir que no añore la época donde vivíamos con más libertad, pero hay aprendizaje personal que aprendí a disfrutar. No me senté a lamentarme sino a crear. 

El año pasado, Mariángel fundó la escuela Creadores Digitales, dedicada a dar cursos de formación para los que quieran aprender a comunicarse a través de formatos digitales, y además, continuó con su podcast “Momento Upgrade” dedicado al análisis de libros y entrevistas a sus autores.

“También lanzamos Revista Mariángel y nació mi tienda de ropa Lora, donde la semana entrante tendremos nueva colección dedicada al movimiento y a que te vistas para hacer actividad física pero que también te sirva para el día o la noche”.

Para estas colecciones del 2021, la misma Mariángel se encargó de vivir todo el proceso desde las telas, patrones, hasta la corrección de detalles de las prendas de vestir que estará presentando.

¿En qué innova Revista Mariángel?
- Comenzó en octubre del año pasado. Yo creo que lo que quería era tener un espacio que no fuese mi ventana personal donde pueda compartir todo lo que yo consumo, las novedades que me atrapan y que aplico en mi vida. Pero no que fuese algo donde yo compartiera lo que me sirve nada más, sino que busqué un grupo de especialistas que también comparten soluciones para el público femenino. Buena parte de la revista está dedicada a la salud mental porque fue un año que nos movió a todos emocionalmente. Comparto tips de belleza, salud, bienestar y nutrición.

¿Te consideras una persona exitosa?
- Sí, claro. El éxito para mí va vinculado a la alegría, sin ninguna duda. He estado en momentos de mi vida, en los que había proyectado que todo estaba saliendo muy bien, pero han sido momentos tristes para mí. Porque eso que pensaba que me iba a dar alegría o que me iba a mantener feliz no me lo dio y en esas etapas no puedo decir que estaba siendo exitosa. El éxito va acompañado de la gratitud y felicidad. En un balance sí me considero exitosa. Uno construye ese éxito. No lo dejas en manos de los demás o no esperas que te caiga del cielo. El éxito es el proceso, no el resultado final. Va más de los minutos que le dediques a lo que quieras hacer.

¿Cuáles son los hábitos de una mujer exitosa?
- Primero, saber distribuir su tiempo. Quien no sepa gerenciar bien su tiempo, no sabe gerenciar bien su vida. Se le va la vida sin llevar bien su timón. Cuando aprendes a gerenciar tu tiempo, aprendes a hacer las renuncias que tienes que hacer, a renunciar a lo que no te aporta. 

 

Segundo, gerenciar tus emociones. Otra para tú sentir que tienes éxito, no para que otros te califiquen que tienes éxito.

 
Tercero, ser agradecida. Y cuarto, aprender a amarse uno mismo.

 
¿Crees que el mundo está empeorando o es una tendencia al negativismo?
- Yo estoy convencida de que el mundo va cada vez mejor, en muchos sentidos. Yo creo que la humanidad es una humanidad superior ahora. Es más sensible, se hacen esfuerzos para que sea cada vez más justa. Respeta más la vida humana y la vida animal. Hay más consciencia del valor de preservarnos como planeta. Estamos ante una humanidad con muchas más herramientas tecnológicas y científicas. Estamos en una era donde la vida es más larga, la medicina ha avanzado. Cada vez hay más personas que se unen en pro de ayudar a los demás de manera desinteresada. La adolescencia es mucho más sensible y vinculada con los temas sociales y la justicia. Tenemos más recursos para comunicarnos y más unidos. Para ser más solidarios. Yo estoy convencida de que el mundo va mejorando.

 
Hiciste el Camino de Santiago… ¿cómo te transformó esta experiencia? ¿Hay un antes y un después?
- Lo hice en el año 2018. Tomé la decisión de hacer ese recorrido porque sentía en ese momento que necesitaba pausar todo lo que estaba haciendo y dedicarme un tiempo a mí solamente. Sin tener que estar aquí y allá, sin trabajar…

Ese viaje se pareció un poco a Comer, Rezar, Amar porque esas tres actividades se hacen. Recé mucho en el recorrido. Es un camino espiritual y exigente físicamente. Y te vas con una expectativa y cuando estás allá viviéndolo terminas siendo permeable a cómo lo viven los demás, aunque sea un camino personal. Si algo me hizo cambiar mi manera de ver los retos físicos, fue el camino de Santiago. Tener más confianza en lo que puedo hacer con mi cuerpo.

Yo veo la vida así de sencilla. Aprendí que se puede vivir a plenitud con lo mínimo.

 
¿Te nutres espiritualmente a diario?
- Escribir es un momento de meditación. Todos los días escribo a mano. Lo que sea. Es un momento de meditación activa para mí. La meditación es estar en cuerpo, mente y espíritu haciendo una sola cosa. Hay tareas diarias que me conectan. Estudiar piano y bailar.

 
¿Volverás a la televisión?
- Nunca me he ido. Estamos preparando un material para televisión en este momento. La revista seguirá creciendo, junto con la colección de ropa y espero que la vida nos permita seguir produciendo por más difícil que sea.

(*) Aliana Abadi en Redes Sociales: Instagram: @alianaabadi