Mirla “Primerísima” aún en tiempo de pandemia
La cantante viajó a Madrid en marzo para renovar la visa estadounidense y por la cuarentena del coronavirus tuvo que quedarse y en casi diez meses ha desarrollado una serie de proyectos artísticos, apoyada por un valioso grupo de profesionales venezolanos

ESPECIAL PARA ESTAMPAS

13/12/2020 05:00 am



Aquilino José Mata (*)

Cuando Mirla Castellanos llegó a Madrid el pasado 6 de marzo, era solamente por dos semanas, pues tenía cita en el consulado de Estados Unidos, el 9 del mismo mes, para renovar su visa norteamericana, circunstancia que aprovecharía para visitar a su hija menor, Yolanda José, residente en la capital española. Nada la hacía presagiar que ese lapso se extendería por casi 10 meses, que todavía se mantienen, debido a las restricciones que pocos días después se aplicaron para enfrentar la pandemia del coronavirus, que la tomó por sorpresa y la ha obligado a quedarse confinada en la madre patria junto a su esposo, el empresario Miguel Ángel Martínez. Inclusive, se contagió con el Covid-19 y salió airosa.


Mirla le ha puesto al mal tiempo buena cara. Su ritmo de trabajo ha sido indetenible, gracias al compositor y productor venezolano residente en la capital española, William Luque, con quien tuvo un encuentro providencial a instancias de su mánager, Luis Capecchi, quien desde Caracas ha manejado los hilos de todas y cada una de las iniciativas que la llevado a cabo, que incluyen grabación de discos y video-clips, entrevistas de prensa, televisión y medios on line, así como numerosas sesiones de fotos para renovar su portafolio gráfico.

La cantante menciona igualmente, como particularmente relevante, el soporte de un nutrido grupo de profesionales venezolanos, que le ha prestado un invaluable apoyo en cuanto a trajes, maquillaje y peluquería, así como también en el aspecto técnico, cuando de grabar sus videos y discos se ha tratado.


La cantante decidió ponerle al mal tiempo buena cara y por ello, pese a la pandemia, desarrolló en España varios proyectos artísticos.  

-Llegué a España con poca ropa, pues vine inicialmente por un par de semanas nada más -relata La Primerísima- Me traje la ropa interior necesaria, dos pares de zapatos, tres pantalones y cinco blusitas, porque vine a sacar mi visa de Estados Unidos, pues como tú bien sabes en Venezuela no se puede gestionar la visa americana. Me dieron la cita para el 9 de marzo. Me vine el 6 con mi esposo y a la semana ya tenía el pasaporte con la visa. Pero cuando mi marido llamó a la aerolínea para confirmar el regreso a Venezuela, le dijeron que el vuelo estaba suspendido. Había comenzado la pandemia. Aquí cumplí 79 años de edad y luego 60 de trayectoria artística. 

-¿Dirías que pese a la pandemia, 2020 ha sido uno de tus mejores años?
-
Yo no diría eso, sino que he aprovechado muy bien el tiempo. Si no hubiera venido para acá, me agarra igual la pandemia, pero a lo mejor hubiese hecho también cosas por allá, aunque más tranquilita. Lo que pasa es que aquí me conseguí con el productor y compositor William Luque, que me ha dado canciones e ideas para fotos, y con Luis Capecchi (su mánager) desde Caracas están constantemente bombardeándome de ideas, por lo que he sentido que le he sacado provecho a la cuarentena. He hecho entrevistas de radio, televisión, prensa, audio, videos, grabaciones, video-clips, de todo he hecho. También he conseguido un grupo de muchachos venezolanos que maquillan y peinan, maravillosos todos. Me siento como en Caracas.

-¿Mucho talento venezolano en España?
-Bastante. Cuando estuve grabando el video-clip de Invisible, mi más reciente tema, en el estudio me sorprendí muy gratamente, porque todos allí eran venezolanos, uno mejor que el otro en iluminación, técnica, cámara, maquillaje, peinado y vestuario. Me sentía como en mis buenos tiempos en Venevisión, cuando grabábamos un gran programa. Me ayudaban y me consentían. Y como yo no soy una artista de esas que se cansan rápido y de nada, me puse al nivel de su vibrante ritmo de trabajo, estábamos en sintonía para que las cosas salieran bien. 


Mirla ha contado con el eficaz respaldo de un grupo de calificados profesionales venezolanos que ha trabajado con ella en todas sus iniciativas.

-Háblame de Invisible
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Es una canción dedicada a la mujer, venezolana o no, la típica mujer que es casada, que tiene muchos años en el hogar con su marido, pero llega un momento en que él ya no la ve, pues se le torna “invisible”: va a la peluquería y él no le dice nada, se pone bonita y tampoco. Pero cuando ella sale a la calle arrebata y se siente feliz, va al mercado y todo el mundo la saluda con cariño, va al banco y la tratan bien, le dan el paso para que no haga cola. Se siente bella y hermosa, pero cuando llega a su casa esa luz se apaga. El esposo la saluda secamente y con indiferencia. Hay muchas mujeres que se van a sentir identificadas con ese tema. Miguel Ángel, mi marido, me ha apoyado en la parte económica, pues fue el productor ejecutivo del video-clip de Invisible

Al hablarnos de su autor, William Luque, Mirla no escatima elogios y se remite a su obra previa para reafirmarlo:
-Le compuso La reina de la noche a Mayré Martínez (la venezolana ganadora de la primera edición de Latin American Idol ), también ha compuesto para Chenoa y otros artistas grandes de España. Es venezolano de padres españoles y tiene más de 20 años en este país, donde ha hecho un trabajo sólido y consistente. En mi caso, hace canciones, letras, música, arreglos, es coach vocal, produce video-clips. Yo hice con él tres videos y acabo de terminar una canción suya que se llama Me da igual, pero todavía no puedo hablar de ella hasta que no me lo diga.

-¿Y los otros dos videos?
-
Sobre los otros dos videos que hice con él, el primero fue Bachata rosa, de Juan Luis Guerra, que se hizo viral en las redes. Y después me dijo que quería grabar una canción vieja conmigo, el bolero Cómo fue, pero con vocalistas de tres generaciones: Francisco León, el propio William Luque y yo. Los dos los ha pasado Venevisión y en mi Instagram ha gustado mucho. Pueden verlos en mi canal de YouTube, donde conseguirán además todos mis éxitos, de todas las épocas.


“Me vine a Madrid por dos semanas y ya llevo diez meses aquí”, revela La Primerísima.   

-¿Cómo fue tu encuentro con William Luque?
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Hace tres años él hizo una versión dance de Muera el amor y me encantó. Estando aquí ahora, lo llamé y nos reunimos, intercambiamos ideas y de allí ha salido todo esto que te estoy diciendo.

-¿Cómo enfrentaste el Covid-19 cuando supiste que lo tenías?
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Yo me empecé a sentir mal, pero no le paré. Un día me llamó William Luque para recordarme que tenía que ir al estudio y yo le dije que no tenía ganas de hacerlo, porque me sentía mareada y los huesos me pesaban. Él reaccionó de inmediato: “¡Corre y ve a ver a un médico!”, me aconsejó. Me fui con mi esposo y nos hicieron la prueba. Él salió negativo y yo positiva. La doctora que nos atendió me dijo que debía sobrellevarlo y, en caso de sentirme mal, tenía que tomarme una pastillita de Paracetamol. Pero nos aclaró que debíamos hacer vida separadas.

-¿Y cómo hicieron?
-Tenemos un apartamentico aquí, es pequeño pero muy cómodo. Hay dos baños, dos cuartos, y dos televisores. Yo dormí tres semanas en el sofá para que mi marido durmiera tranquilamente en la cama. Lavaba diariamente toda la ropa que usaba y me ponía ropa limpia, siempre tenía la mascarilla, comía yo y después comía él. Tenía mi plato, mis cubiertos, mi vaso y mi taza, y él lo mismo. Hasta que tres semanas después me hice de nuevo la prueba y salí negativa. Se me quedó un dolorcito en el cuerpo y a veces me da dolor de cabeza, pero la doctora dice que eso es así, que los síntomas irán pasando poco a poco. Afortunadamente, no me dio fiebre ni mala respiración; no he perdido el olfato y tampoco el gusto. La tercera vez que me vio la doctora me dio de alta.


“Me hace mucha falta mi país: mis hijos, su sol mañanero, esas mañanas llenas de luz”.  

-¿Te hace falta Venezuela?
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Me hace mucha falta mi país. Mis hijos Dayana, Miguel Ángel y Hugo Daniel, mi hermana, mi cuadra, mi calle. Se me ha muerto gente y yo no pude estar en sus entierros, como Olga Teresa Machado, mi comadre Chefina, mi compadre Jaime, Yolanda Pazzaro. Imagínate que la única forma en que mi marido y yo podemos irnos es a través de Turquía. ¿Y si se prende la guerra nos quedamos nosotros en Turquía? ¿Qué vamos a hacer allá? ¡Por favor! No, yo quiero irme directo de aquí a Maiquetía y de allí a mi casa.

-¿Lo que más añoras de tu país?
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Todo: su sol mañanero, esas mañanas llenas de luz. Odio el frío y aquí es muy crudo. No me hace falta la comida venezolana, porque aquí la preparan muy bien, también compro mi harina de maíz y hago mis arepitas todas las mañanas. Añoro también a mis amigos, al ambiente artístico, mi televisión, mis noticias. Todo eso lo extraño. Y a mis hijos, como ya te dije, que es lo primero en la vida, así como a mi hermana, mi casa y mis cosas.

-¿Planes artísticos luego de tu regreso a Venezuela?
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Cuando llegue a Caracas, si todo pasa y Dios nos ayuda, creo que seguiremos con la obra de teatro Renny Presente, como teníamos previsto antes de la pandemia. Por cierto, si este espectáculo viene a España, seguro que va a ser un exitazo, porque aquí hay muchísimos venezolanos que añoran las cosas que se hacen en nuestro país. Aquí ha venido Karina y ha llenado y así otros más. 
 
-¿Seguirás con Las Grandes de Venezuela?
-Mirtha, Estelita, Neyda Perdomo y yo somos comadritas, hermanas. Tuvimos tantos años con Las Grandes de Venezuela que somos como una familia. Yo las quiero mucho, siempre nos estamos comunicando, nos llamamos por teléfono o vía WhatsApp y nos escribimos, nos echamos chismes y todo eso. Claro que nos volveremos a reunir. Tengo una idea para el primer show que haremos.


Créditos: Dirección: William Luque. Producción ejecutiva: Miguel Ángel Martínez. Asistente de dirección: Wilmer Gamboa. Directores de Fotografía y operadores: Enrique, Bill Cass. Dirección de Arte: Roger Vargas. Montaje y Post Producción: William Luque, Enrique Castelo. Producción: William Luque y Bryan Park Comunicación. Ayudantes de Producción: Jorge Matamoros, Frank López. Producción Musical: William Luque. Mezcla y mastering: El rincón del mastering. Filmado en los estudios: Eyestorm (Madrid) Actor invitado: Alfonzo Martínez Poza. Maquillaje: David Deibis. Peluquería: Julio Matamoros. Vestuario: Renny Costure. Manager: Luis Eduardo Capecchi @luisecapecchi.


Aquilino José Mata 
Periodista
Instagram: @aquilinojmata
Aquilino José Mata (*)
Twitter:  @aquilinojmata

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