Gian Franco habla venezolano en la serie Halston transmitida por Netflix
Apegado a su gentilicio hace su debut en una serie destinada a darlo a conocer por su origen, un talento forjado en el exterior imaginando algún día representar a su país

ESTAMPAS

16/07/2021 06:00 pm



Eduardo Andrés Muria

Buena parte de la infancia de Gian Franco Rodríguez (Maracaibo, 1990) transcurrió dibujando. Ese talento le permitió iniciar sus estudios de Diseño Gráfico. En paralelo, cursó estudios de Medicina como una petición que –en vida- hizo su abuelo al percatarse que en una familia donde abundaban los abogados e ingenieros era necesario un doctor.


Paradójicamente, el futuro profesional del joven criado en la Costa Oriental estaba lejos de todo lo que había intentado. La medicina y el Diseño Gráfico solo fueron las variantes, puesto que en ese momento no consideraba que la actuación podría convertirse en una profesión. Relata que siempre se involucraba en todo lo relacionado con teatro, los bailes y actos del colegio. “Llegué a ser hasta la mascota de los juegos deportivos. Crecí con mucho interés en esa área, pero no estaba en Caracas cerca de un canal, ni viendo otras posibilidades a mí alrededor”, explica.
 
Gian asumió que sus oportunidades de actuar habían terminado en la adolescencia. Pese a que no tenía intenciones de dedicarse al oficio, eventualmente manifestaba su intención de verse en la pantalla chica. Cuenta que soñaba con algún día ser invitado al programa “La guerra de los sexos” que transmitía Venevisión.


Fue la primera persona en ser evaluada para interpretar al personaje de Víctor Hugo

Después de tomar la decisión de abandonar su tierra natal y vivir una década probando suerte mientras asumía oficios ajenos a la actuación para poder subsistir lejos de casa, llega su gran oportunidad. Halston, la serie que recorre la vida del recordado diseñador americano. La producción de Ryan Murphy, protagonizada por Ewan McGregor permite que el artista venezolano logre su debut recopilado en cinco episodios disponibles en Netflix.

“Mi mamá quería que tanto mi hermana como yo nos fuéramos del país. Entonces pensé que, si iba a empezar de cero en otro sitio, tenía que empezar haciendo lo que quisiera hacer. Entonces me fui a estudiar actuación en Los Ángeles y allí comenzó todo”, menciona el artista vía Skype desde España, donde disfruta varios días junto a su familia.

-Tal parece que una vez que descubre su verdadera vocación sus planes de consolidarse apuntaron siempre hacia el exterior
- En un viaje a Estados Unidos me di cuenta que la actuación sí era una carrera donde te podías formar y recibir un título, eso hizo que mi mentalidad cambiara. Antes de eso no me veía yendo a Caracas a hacer casting, mientras vivía en Venezuela. En esa visita supe de una academia y fui a conocerla para soñar despierto e imaginarme como sería estar allí. Esa fue una imagen que no pude sacarme de mi cabeza, cuando regresé a Venezuela pasaron al menos dos o tres meses y ya tenía mis maletas hechas para mudarme a Los Ángeles. Desde ese momento, sí empecé a imaginarme que algún día podría representar a Venezuela en el exterior, viendo el ejemplo de otros latinos en el mundo. Eso me inspiraba mucho y me atraía la idea de algún día ser un ejemplo para otros niños venezolanos.


Recibe la fama sin perder su sencillez

¿Qué fue para usted lo más complejo?
-Varias veces pensé en tirar la toalla. De los diez años que llevo acá, transcurrieron ocho, esperando a que me dijeran sí. Hubo muchos altibajos y asumí muchos trabajos que no tenían que ver nada con la actuación. El momento más complejo en esto de apostar por mí y la carrera fue cuando me vine a Nueva York en el año dos mil diecinueve. Me vine porque me sentía preparado, que estaba en otro nivel, pero veía que solo estaba actuando en clases y no fuera de ellas. Necesitaba cambiar de ambiente y probar otras cosas porque cuando te sientes estancado, las mismas acciones te llevan a los mismos resultados. Necesitaba salir de mi zona de confort y mi mánager estaba en Nueva York y fue quien me propuso internarlo acá.
 
“Comencé a notar mejor receptividad en los castings que hacía. Me atendían mucho mejor, pero el dinero lo había estirado al máximo. A tal punto que estuve con mis cosas empacadas en el carro y tuve que dormir dos o tres veces allí, porque no tenía nada. Llegué a pensar en volver a Los Ángeles para hacer más dinero. Pero siempre llamaba alguien, aparecía un amigo que me convencía en quedarme, es decir, valió la pena que me quedara un poco más. Dios y el universo me dijeron: ‘demuéstrame que sí vas a apostar por ti y por tus metas’, recuerda.


"Tengo toda la vida muy enfocada hacia dónde quiero llegar y cuál es el ejemplo que quiero dar"

-¿Cómo llega el guion de Víctor Hugo a sus manos?
-Realmente no iba a audicionar para el papel del Víctor, sino para el de un italiano. Sin embargo, viendo la lista de los personajes, en alguna parte leí la palabra venezolano en la descripción de Víctor Hugo y me pareció interesante. Cuando estudias actuación, mientras más complicado sea el personaje para entenderlo, llaman mucho más la atención, al menos a mí. Siempre me he fijado en los papeles de personas que tengan algún problema de acción o trauma. También de temas que sean juzgados por la sociedad y puedan volverse un reto y al interpretarlos puedas caerle bien a la gente. Entonces Víctor Hugo era eso; el novio toxico de Halston, el alcohólico y drogadicto, pero a su vez el alma de la fiesta y cosas tan complejas, pero al mismo tiempo venezolano.
 
“Con poca frecuencia vemos a un latino que no es el típico estereotipo. Es allí cuando preguntamos si podía audicionar para ese papel y al ver los guiones del casting no me quedaron dudas que quería ser el venezolano y no el italiano. Fui la primera persona en ser evaluada para ese puesto. Poco más de un mes del primer call back, me llamaron para realizar otro, hasta que finalmente quedé. El proceso duró aproximadamente dos meses”, completa.

-¿Qué recuerda del momento que recibió la noticia?
-Cuando mi manager me llama para darme la noticia estaba repartiendo comida. En ese momento, me pasaron miles de emociones por el cuerpo y la mente. Era algo que tenía mucho tiempo esperando, un proyecto que me interesaba muchísimo y una oportunidad que cada vez que iba a la audición trataba de dar el doscientos por ciento de mí. De hecho, me iba tranquilo y satisfecho porque sentía que pasara lo que pasara estaba dando el todo de mí. Recuerdo que se me salieron las lágrimas y comencé a escuchar música a todo volumen. También llamé a mi mamá. Nada ocurre de la noche a la mañana. Todo ha sido un paso aquí y uno allá hasta que eventualmente llegan las cosas.


“Me interesa trabajar en películas...crecí toda la vida viéndolas”

-¿Cuáles fueron los retos de actuar en una serie afectada por la pandemia?
-Grabé mi primer día y al día siguiente tuvimos que parar. Luego retomamos siete meses después. Sin embargo, hubo tres cosas que fueron retadoras y significativas. Se trataba de mi primera vez trabajando en televisión y además junto a personas de gran nivel que llevan tiempo en esto. Entonces para mí el hecho de pasar de no hacer televisión y hacer mi debut con personas de tan alto nivel me hacía tener que asegurarme que mi nivel diera la talla. No podía llegar y sentirme o actuar como novato. Evitar hacer las preguntas que hiciera un novato. Lo otro que me importaba muchísimo es que el personaje llega un punto donde graba una escena en la clínica y le diagnostican Sida. Para mí era muy importante sentir que hiciera un buen trabajo allí y tomarlo en serio porque es una cosa real que sucede ahora y en aquella época.

“En ese momento, el Sida era el factor sorpresa e incertidumbre. La denominaban ‘El cáncer de los homosexuales’ y las personas afectadas en ese entonces tenían que escuchar teorías como que era algo puesto por el gobierno para eliminarlos. Entonces cuando la estaba grabando tenía que estar consciente de todo eso. Era una escena muy importante para mí. De igual manera era importante el cambio físico. Bajé mucho de peso. Trate de ser lo más fiel posible a la imagen y aspecto de Víctor Hugo”; agrega.

Patacón, cachapa y tequeño
Cuando a Gian Franco se le consulta sobre qué lo mantiene conectado con Venezuela y sus costumbres, aun cuando suma una década lejos de casa, él responde con firmeza: “Todo”. Asegura que un venezolano siempre será venezolano y apegado a eso quiso que buena parte de su gentilicio se pudiera reflejar de alguna forma en la serie.


Asegura que un venezolano siempre será venezolano

“Si no conservara esos aspectos en mi vida personal, no se los hubiese tratado de asomar al personaje porque no estaban escritos originalmente en el guion. En mi vida real es igual. Sigo siendo igual en muchos aspectos de cuando vivía en Venezuela. Lo único diferente es que no vivo allá. Hace pocos días comí patacón, cachapa y tequeños porque estaba en un restaurante venezolano y aproveché a comer eso. En mí día a día hablo con venezolanos, comenzando con mi familia”, comenta.

Y prosigue: “Tengo amigos cercanos con los que hablo todos los días. Nosotros migramos y empezamos a hacer vida en otros países pero tenemos a nuestros amigos de la infancia que son de otro nivel y aun cuando conoces a otras personas, no puedes recrear la misma relación. Por más que tenga diez años acá, en mi rutina diaria hablo más venezolano que inglés. Digo las mismas groserías que me escuchan diciendo en la serie. Llega diciembre y trato de conseguir hallacas o pan de jamón sin importar donde esté”.

-De alguna manera, la serie muestra la vida de una figura marcada por los vicios y excesos ¿Qué reflexión tiene usted como actor que recién hizo su debut en esta industria?
-Si bien es cierto ahora es que estoy entrando en este campo, pero también es cierto que hace diez años que me fui de mi casa para estudiar y trabajar, dedicándome a esforzarme lo más posible por mis metas y no distraerme en otras cosas. Entonces digamos que ahora empieza este contacto, pero yo tengo toda la vida muy enfocado hacia donde quiero llegar y cuál es el ejemplo que quiero dar. Enfocado en que puedo inspirar a otros niños sobre todo los latinos y venezolanos. Creo que es algo para lo que tengo mucho tiempo entrenándome mentalmente. No es nuevo para mí el hecho de tratar de enfocarme y hacer cosas productivas y que realmente me vayan a ayudar.


“Siempre me he fijado en los papeles de personas que tengan algún problema de acción o trauma.
También de temas que sean juzgados por la sociedad y puedan volverse un reto”

El actor venezolano destaca algunos elementos importantes de la historia que además aborda la promiscuidad a la cual estuvo expuesto Halston. A su juicio, las personas exitosas, también son personas normales. “Pero de igual forma sienten y son vulnerables. Las cosas negativas también les afectan y eso se percibe hasta en las cosas más simples como el dinero, asumen que al tener fama y dinero no tienen problemas. Pero la gente súper famosa también puede suicidarse o llegar a tener problemas de adicción, entonces a veces las personas olvidan eso, piensan que como es una figura pública están acostumbrados a recibir cualquier tipo de comentario positivo o negativo y eso no es así.

-¿Qué viene luego de Halston?
-Me interesa trabajar en películas porque no lo he probado y porque crecí toda la vida viéndolas y me llaman mucho la atención. Me interesa seguir haciendo serie, de hecho, esta experiencia de hacer una limitada me gustó. Tiene mucha ventaja y te da mucha libertad porque es como una película que al terminarla no tienes que estar amarrado a otra temporada o repetir el personaje. Creo que es una mezcla perfecta entre serie y película. Hacer teatro también me gusta, aunque quizás no tenga el mismo alcance porque no se ve en todas partes. De los próximos proyectos no puedo hablar mucho, pero sí puedo decir que me interesan hacer personajes complejos que en el papel sean difíciles de entender, pero que a través de mi trabajo las personas puedan entenderlo mejor.

Revista Estampas, un recuerdo de la niñez
-“Recuerdo que cuando estaba pequeño veía la revista cada vez que estaba esperando en la consulta del odontólogo. También cuando iba a cualquier centro comercial en Maracaibo, la veía mucho en todas partes y tengo muy claro ese momento de cuando esperaba en el consultorio. Ahora estando grande, el hecho de poder formar parte de la revista y pensar que también otros niños puedan estar en el odontólogo, lean la historia y puedan pensar que sí se puede llegar a tener una vida en la actuación para representar a Venezuela en otros países en cualquier ámbito fue lo que más me emocionó de poder hacer esta entrevista”, confiesa Gian Franco Rodríguez.

Para conocer más de Gian Franco Rodríguez 
ingresa en su Instagram @gianfranco.rg

Eduardo Andrés Muria
@EduardoMuriaM / @Muria.Comunicaciones

Fotografía:
Eduardo Fermín
@EduardoFerminPhoto

Producción y Dirección:
Thom Sepúlveda
@ThomSepulveda