Organizar tus finanzas, un acto de amor propio
Amarnos, respetarnos, desear una mejor vida nos permite trazar un plan para tener la vida que deseamos

ESTAMPAS

16/04/2021 06:00 pm



Paula Vargas

Si el amor propio se refiere a nuestra autoestima, aceptación y valoración ¿qué tiene que ver este concepto con las finanzas? La respuesta es mucho, pues del concepto que tenemos de nosotros mismos, el valor que nos damos repercute en la administración de nuestros bienes e ingresos.

Amarnos, respetarnos, desear una mejor vida nos permite trazar un plan para tener la vida que deseamos.

Ahora bien, hay otra vertiente del amor propio, una negativa que tiene que ver con la soberbia, el egoísmo y la vanidad. Hago referencia a esto, ya que cuando vinculamos el concepto de autoestima con el dinero, algunos juicios suelen aparecer.

Ponerte a ti de primero no tiene nada malo, menos en las finanzas, al contrario. Cuando tú estás bien, todo lo demás fluye. Te sientes empoderado, tranquilo, relajado y optimista a pesar de las circunstancias.

Pero, cuando hay desequilibrio, cuando sentimos que el dinero no nos alcanza, tenemos muchas deudas, no logramos tener ese estilo de vida por el que tanto nos esforzamos o sencillamente, no podemos ahorrar, nos damos cuenta que no se trata solo de un problema de números, sino que hay afectación de nuestra salud física y mental.

Creo que todos hemos pasado por eso: la frustración, la ansiedad, la intranquilidad, incluso cuando sentimos esas emociones de forma permanente se pueden desarrollar cuadros depresivos. Ya vemos que los 2 temas no son tan ajenos entre sí.


Define una visión específica y detallada de donde quieres estar

Perdonar errores pasados
Este camino de mejorar nuestras finanzas y fortalecer nuestra autoestima, comienza por un acto de perdón. Es probable que en el pasado hayas tomado malas decisiones, producto de la culpa, la inmadurez, la falta de conocimiento o la negligencia, pero aferrarte a ellas no te ayudará a avanzar. Son solo una pérdida de energía. Evita que se conviertan en miedos, inseguridades y razones que te paralizan y te hacen perder oportunidades.

Mirarlas sin juzgar y tratar de reconocer en ellas un aprendizaje, nos ayuda a empezar el proceso de sanación. El profesor Oscar Jiménez tiene una expresión que encaja muy bien aquí: “ser eternos aprendices”. Cuando entendemos que cada vivencia es una oportunidad de aprender, le abrimos la puerta a la creatividad y a la curiosidad. Somos capaces de enfrentar nuestros errores, sin el peso de la autocrítica, y mirarlos como ensayos para una mejor solución.

Un punto importante en este apartado. Sé que las malas decisiones financieras tienen un costo, por eso es tan importante la educación. Hay muchos que piensan que invertir en un curso, un libro o pagar un hora de asesoría es costoso o es perder el dinero. Hasta que se enfrentan con una mala decisión, una que quizás se pudo haber evitado con conocimiento y orientación.

Recuerda que actuamos usando las herramientas con las que contamos en el momento. Ahora puede adquirir nuevas herramientas que te acerquen a donde quieres estar.

Atiende tus finanzas
Vamos a poner manos a la obra y retomar el control de nuestras finanzas. Aquí te dejamos los mínimo que debes hacer:

1. Plantearse objetivos. Define una visión específica y detallada que te revele dónde quieres estar, cómo es el estilo de vida que quieres. En este punto, ayuda mucho relacionarlo con las emociones que deseas experimentar: plenitud, tranquilizante, alegría o seguridad.
2. La planificación. Elaborar un plan de gastos o un presupuesto, una herramienta que te permita decidir cómo gastar tu dinero según las metas que deseas alcanzar. Te ayuda a hacer compras inteligentes y anticiparte a gastos inesperados o poco frecuentes.
3. Asignar un trabajo a tu dinero. Es decir asignarles una intención. Si el dinero no tiene un trabajo, se gastará en cualquier cosa (a veces sin que te des cuenta). Gasta tu dinero en cosas que son importantes y valiosas para ti, sin prestarle tanta atención a presiones del entorno.
4. Piensa en tu futuro. Planificar tu jubilación. No solo se trata de pensar que voy a hacer en ese momento, sino cuánto voy a necesitar para mantener ese estilo de vida y mi independencia.
5. No te olvides de invertir. Hacer crecer nuestro dinero y que trabaje solo. Esta tarea requiere tiempo para educarse y para ir construyendo un capital. Te invito a que te des la oportunidad de buscar opciones que te puedan proporcionar esa tranquilidad y libertad.

Cuida tus finanzas, cuida de ti: 
Así como hacemos planes para consentirnos como ir a la peluquería, relajarte en un spa o tener un espacio para hacer cosas que te gustan, es necesario abrir un espacio para un cariñito financiero, en el que te dediques a pensar en las cosas que te hacen feliz y cómo el dinero puede ser una poderosa herramienta para alcanzarlo.

Este espacio no tiene que ser aburrido, ni tedioso. Es un área de construcción de sueños y aspiraciones, donde planificamos y hacemos seguimientos de esas cosas que tanto anhelamos. Define tus metas, haz tu plan de gastos y dale trabajo a tu dinero, estas tareas al principio son desafiantes pero luego son liberadoras. Solo de nosotros depende nuestro crecimiento.


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