1. Prácticas
2. Herramientas
3. Mentalidad
Prácticas:
Están relacionados con tu comportamiento, con lo que haces cada día, es decir, tus hábitos. Se trata de acciones que puedes empezar a hacer de inmediato, dependen 100% de ti. Debes incorporarlas en tu rutina para transformarlas en hábitos positivos que deriven en un estilo de vida favorable para tu salud financiera.
Solo necesitas la voluntad para comenzar a ejecutarlas. No dependen de ninguna cantidad de dinero o de conocimientos avanzados, simplemente se trata de hacer los ajustes en tus acciones de manera recurrente.
Por ejemplo, buscar ayuda, investigar, formarte, conversar de las finanzas con tu grupo familiar, asignar trabajo a tu dinero. Hacer el registro de tus movimientos son acciones y hábitos que puedes comenzar ahora mismo.
No hablar de dinero con tu familia, depender de una sola fuente de ingresos o no anticipar tus gastos, son errores comunes que puedes cometer por no desarrollar hábitos e investigar prácticas para llevar tus finanzas personales.
Herramientas:
Se trata de instrumentos especialmente diseñados para alcanzar objetivos específicos que te harán más fácil el recorrido. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, aplicaciones de registro de gastos, los instrumentos financieros de inversión, ahorro, las pólizas de salud y vida, las tarjetas de crédito, entre otros.
Conocer sus aspectos generales te ayudará a aprovecharlos al máximo en favor de cumplir tus objetivos. Usarlos bien te ahorrará tiempo, dinero y esfuerzo.
Mentalidad:
Es la manera como ves al mundo, lo que da forma a tu actitud. Es la dimensión más blanda de las finanzas personales. Tiene un impacto profundo en tus resultados financieros. Sin lugar a dudas hace la diferencia entre tu éxito y tu fracaso.
Tu mentalidad determina tu comportamiento, tus emociones, tus acciones, lo que percibes y lo que recibes. Consideramos que se trata de un área clave, no solo para triunfar en tus finanzas personales sino en cualquier otra área de tu vida en la que desees tener éxito.
¿Cuáles son tus patrones? ¿cuáles son tus modelos de referencia? ¿qué emociones gobiernan tu comportamiento con el dinero? ¿qué es importante para ti? ¿qué tan presentes están tus motivaciones en la gestión de tu dinero? En la respuesta a estas preguntas pueden estar las claves para tu bienestar.
Rafael ÁlvarezAdministrador - MBA
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