El yoga terapéutico: complemento para la fisioterapia y la salud mental
Esta práctica ha tomado mayor relevancia en los últimos años, ¿cómo contribuye en lo psicológico y terapéutico? ¿Con qué técnicas y elementos se puede combinar?

ESTAMPAS

01/12/2023 08:00 am



Andrea Solórzano Mota


El yoga terapéutico se perfila como una de las tendencias del 2022 para la búsqueda de bienestar; esta práctica, a diferencia de la tradicional, se centra en aliviar afecciones, tensiones musculares, previene dolencias, y corrige posturas, además que trabaja a nivel mental. Así ayuda a establecer el equilibrio entre cuerpo y mente.
 
Para su práctica se requiere de expertos que conozcan la anatomía del cuerpo, la biomecánica, y las distintas enfermedades que puedan afectar a la persona en lo físico y mental, ya que de este modo se planifican las posturas adecuadas, y sesiones acordes a las necesidades del practicante.
 
Por este motivo, generalmente las sesiones de yoga terapéutico son individuales o de grupos muy reducidos, de manera que se pueda brindar una atención personalizada a cada dolencia o afectación, pues cada organismo es distinto, o presenta molestias diferentes.

Este es un punto destacable, ya que en la actualidad hay nuevas técnicas que sirven para implementar al yoga terapéutico, sin embargo, estas dependen de los requerimientos del individuo. Por ello, la instructora Susana Ferrer señala que se usan diversos implementos, como lo son en algunos casos, las colchonetas, bloques, almohadas, mantas, u otros.


El yoga terapéutico puede funcionar como complemento a la atención psicológica. Fotografía StockSnap Pixabay

Entre los practicantes más comunes, se encuentran las personas que pasan extensas horas sentadas frente a la computadora, y que, por consecuencia, experimentan dolencias en el cuello, columna o cervical. A ellos, Ferrer les suma los pacientes que tengan algún tipo de limitación, lesión, adultos mayores o embarazadas, cuyo propósito sea recuperar la salud física y mental. “El yoga terapéutico es para personas que lo necesiten; si no se tiene ninguna condición especial, es preferible que se practique el yoga clásico”, puntualiza la instructora.

Como complemento de la fisioterapia, este yoga hace consciente al paciente de su sistema corporal, lo que contribuye con la rehabilitación o recuperación músculo-esquelética, además que se vale del componente de la relajación para lograr que la persona libere la tensión física o mental. Con estos aportes, el practicante conecta mente, cuerpo y espíritu, conoce mejor su interior, y sus avances en terapia son más significativos y eficaces.
 
Un agregado a la terapia psicológica
El yoga terapéutico realiza importantes aportes en la mejora de distintas enfermedades óseas. No obstante, también puede servir de apoyo a nivel mental. Es aplicable en el abordaje de procesos de duelo, ansiedad, depresión, insomnio, o estrés.

Esta práctica disminuye el cortisol, una hormona que incide en el cuerpo, de manera psíquica y somática, produciendo estrés, ansiedad, falta de sueño, o malestares. Según lo explica la psicóloga Génesis Salcedo, “a menor cantidad de cortisol, quizás más horas de sueño, por ende, más descanso, y mayor capacidad para responder durante las actividades del día”. El yoga influye en la producción de serotonina (hormona de la felicidad) y dopamina (hormona del placer), las cuales generan bienestar.

Desde el punto de vista psicológico, el yoga terapéutico puede funcionar en algunos casos como apoyo o complemento a la atención psicológica, o al proceso psicoterapéutico. No obstante, es oportuno resaltar que no es recomendable usarlo como sustituto a la atención médica.
 
“El yoga, así como otras terapias, surge como una tendencia alternativa, y tiene su beneficio en complemento con la atención psicológica. Es decir, si estoy atravesando un proceso de estrés agudo o de ansiedad generalizada, o de manifestaciones somáticas y psíquicas de la ansiedad, aparte de asistir a atención psicológica, puedo asistir a un complemento que sería el yoga terapéutico”, indica Salcedo. A la vez, la psicóloga aclara que es en la terapia psicológica donde se estudia la raíz del problema, y qué desencadena el síntoma o el signo.  

Susana Ferrer, disfrutando plenamente esta disciplina

Yoga terapéutico, mindfulness y naturaleza
A esta creciente tendencia del yoga, se pueden sumar actualmente otras técnicas para conectarse con el instante, y el “aquí y ahora”. Una de estas es el mindfulness, que centra la mente y la focaliza en el presente, a través de diversos ejercicios, entre ellos, el de respiración consciente. Aunado a esto, también permite realizar un escaneo corporal, el cual consiste en llevar la respiración a distintas zonas del cuerpo, y atender las sensaciones que se van produciendo.
 
Otra alternativa que puede ser un importante apoyo para esta práctica es la naturaleza, ya que los diversos elementos que se encuentran en ella estimulan al practicante a conectarse con su cuerpo, mente y espíritu. La brisa contribuye con el proceso de respiración, el sonido de los pájaros puede influir en la concentración y la conexión con el momento presente, mientras que el calor producido por el sol trabaja la relajación de los músculos.
 
“Los beneficios de practicar yoga en la naturaleza son maravillosos, pues estar en contacto con ella nos ayuda a recargar energía, a relajarnos, a sentirnos llenos de paz y armonía. El aire, el sol y la tierra son elementos sanadores”, explica Ferrer.

La experta en yoga recomienda practicarlo al aire libre al menos una vez por semana para experimentar sus bondades.

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