Tal vez ante esta pregunta muchos respondemos “SI”, de una dura y peyorativa manera. La crítica pareciera ser algo así como “una terrible compañera, una especie de monstrua que no para de hablar o ese jefe malo que nos atosiga y atormenta cada instante y no nos deja en paz…”

La autocrítica desconoce profesión, raza, sexo, edad, religión. A ella no le importa el contexto en el cual aparece y actúa como una especie de “VENENO” casi letal que nos atrapa de una inclemente manera, generándonos daño mental, emocional y físico.

La autocrítica es una palabra que puede ser entendida como algo negativo; no obstante, también es un componente indispensable para el crecimiento personal.

Podemos considerar a la autocrítica perjudicial cuando nos centramos únicamente en nuestras fallas, errores, debilidades, etc.; es decir, sólo nos enfocamos en los aspectos negativos de lo que pasó o de lo que hicimos y no salió bien. En estos casos pareciéramos ver lo negativo como una evidencia la cual no necesita ningún tipo de demostración, es decir es como un hecho casi axiomático.

Hay quienes en el complejo -pero interesante- camino de la vida hemos aprendido a enfocarnos en identificar, aceptar y trabajar las críticas que son sanas, positivas e importantes y a dejar a un lado aquellas que no lo son.

Definitivamente, si bien es cierto que manejar estas cosas no es nada sencillo, aprender a lidiar con ellas es una oportunidad de crecimiento para cada uno de nosotros.

En mi experiencia personal y profesional, pienso que practicar algunos ejercicios como los que les voy a compartir el día de hoy han sido para mí como una especie de desintoxicante, unos buenos aliados para quitarme de encima y de una manera amigable y positiva esas críticas destructivas que en ocasiones parecieran ser una especie de puñal que nos clavan en el alma y en el corazón.

 

Recordemos que “Uno nunca debe criticar su propio trabajo, excepto en un estado de ánimo fresco y esperanzador. La autocrítica de una mente cansada es suicidio”. Charles Horton Cooley.

Los invito a que empiecen a deshacerse del veneno emocional, practicando ejercicios como los que les compartiré a continuación y que con curiosidad observen qué pasa.

▪ Cuando sientas que te estás regañando y cuestionando por lo que hiciste o por lo que te pasó, haz un STOP, detente por un momento y préstale atención a diez respiraciones y cuéntenlas con tus dedos.

▪ En ocasiones nuestra cabeza está tan llena de las cosas que no salieron bien que bloquea la salida a reflexionar y aprender de lo vivido. Cuando sientas que estás lleno de mil y una emociones y/o pensamientos negativos practica alguna de estas meditaciones y observa cómo te sientes:

a. https://www.youtube.com/results?search_query=zoramar+oviedogallo (Meditación para descargar los residuos emocionales).

b. https://www.youtube.com/results?search_query=zoramar+oviedogallo (Meditación desfile de pensamientos y emociones).

Ten presente que en tus manos está negociar con el enemigo y abrirle la puerta a tu maravilloso crecimiento personal. Y recuerda:

  Philip Toshio Sudo

Zoramar Oviedo Gallo
CEO Mindfulness at Work LATAM
Psicóloga Corporativa
Especialista en Mindfulness y Marketing Research
Conferencista Internacional
Prof. IESA y UNIMET
www.zoramaroviedogallo.com