Exfoliación regular nos hará ver radiantes y saludables
Dedicar unos minutos al día varias veces a la semana para mejorar el aspecto de nuestra piel, se traduce en mejoras sustanciales tanto por dentro como por fuera. Pero debemos saber qué tipo de piel tenemos para no incurrir en irritaciones

ESTAMPAS

29/10/2021 06:00 pm



Sjandra Rendón


Al poseer y no eliminar las células muertas que se van alojando en la superficie de la piel, ocasionamos una serie de inconvenientes poco sanos que para nada contribuyen con nuestra belleza o salud integral. Por ejemplo, esta acumulación tapa los poros, en primer lugar, almacena grasa y obstaculiza cualquier producto que usemos para limpieza o hidratación.

La exfoliación consiste precisamente en eliminar las células muertas, que evitan que la piel respire y a su vez limita la acción de los productos que empleamos para mejorar nuestro aspecto. Entonces, con cierta regularidad debemos aplicar una exfoliación que renueve las células, que las regenere y estimule la microcirculación sanguínea.
 
Todo ello nos hará lucir una piel radiante, suave y con flexibilidad en la que los productos hidratantes, antiedad, humectantes o de limpieza tendrán el efecto deseado para que gocemos de una salud cutánea magnífica.
 

Fotografía Cookie Studio Freepik  
 
Físicas o químicas

Existen en el mercado productos para practicar exfoliaciones físicas y químicas. Las físicas son las que contienen micropartículas que al hacer fricción en la piel pueden sentir al tacto los gránulos que, con movimientos circulares, son los que harán el trabajo de la remoción de células muertas.
 
Mientras tanto, las exfoliaciones químicas trabajan con mayor profundidad y no requieren de fricción. Está diseñado para todo tipo de piel y en la mayoría de los químicos incluye como ingrediente el AHA, esto quiere decir los alfa hidroxiácidos que son solubles en agua.

Pueden aplicarse tanto para el rostro como para el cuerpo. Fotografía www.glamour.mx

Piel grasa o acnéica

Los exfoliantes físicos la mayoría de las veces no son recomendables para pieles sensibles o con tendencia a formar acné, precisamente por la sensibilidad y que por la fricción podría ocasionar lesiones superficiales. Ahora bien, si lo que se consigue en el mercado son los exfoliantes físicos, y tenemos piel con acné, entonces se debe procurar que el contenido de los gránulos sea de un cereal un poco más suave como la avena y adicional a esto, incluya ingredientes para calmar sensaciones.
 
En cuanto a las pieles grasas, también algunos productos para las exfoliaciones contienen beta hidroxiácidos que son solubles en aceite y penetran con mayor facilidad y profundidad, al tiempo que poseen antibacteriales y agentes antiinflamatorios.

La exfoliación elimina las células muertas y regenera la piel. Fotografía Cristina Álvarez

Rostro

Si para el rostro deseamos usar un cepillo facial, este instrumento es un plus para la exfoliación por su alta capacidad de estimulación sanguínea. Cuando nos hagamos la exfoliación en el rostro, la idea es de adentro hacia afuera, bajando al cuello y escote y luego se va aclarando con agua tibia o con discos de algodón.

Cuerpo

Ahora bien, si deseamos aplicar una exfoliación al cuerpo, entonces lo iniciamos por los hombros, siguiendo por la espalda y el pecho, el abdomen, nalgas y piernas y por último los pies. De igual forma que con el rostro, vamos aclarando el producto mojando el instrumento que hayamos utilizado con un poco de agua tibia y culminamos dándonos una ducha de agua fría.

¿Frecuencia?

Tal vez dudemos de hacernos una exfoliación diaria, aun cuando algunos productos indiquen que por su contenido puede aplicarse de esta manera. Sin embargo, dependiendo de nuestro tipo de piel es como se hace la frecuencia de una exfoliación, pero nunca está demás consultar a nuestro dermatólogo de confianza.
 
En todo caso, si contamos con una piel seca o muy sensible, la recomendación habitual para esta práctica es cada 15 días, para las pieles normales puede hacerse de una a dos veces por semana y quienes cuenten con una piel grasa pueden hacerlo fácilmente tres veces por semana.
 
Fotografía pvpproductions freepik

Exfoliantes naturales

Ahora estamos en tiempos en que preferimos hacer nuestros propios tratamientos con productos que tenemos en casa, porque implica comodidad y bajo costo. Es válido siempre y cuando probemos en una zona de la piel para comprobar reacciones negativas. Para las exfoliaciones con productos caseros tenemos el primer lugar:

  • 200 gramos de café molido.
  • 5 cucharadas de azúcar.
  • 5 cucharadas de crema de manos o aceite de oliva.
Para ello, mezclamos todo en un bol y aplicamos con movimientos circulares. Debemos dejarlo por 20 minutos y luego eliminamos el producto con un buen baño de agua tibia.

  • Media taza de granola.
  • Un poco de agua caliente.
Humedece la granola en un poco de agua y aplica haciendo movimientos circulares. Lava el rostro con agua tibia.

  • ¼ taza de avena.
  • 1 cucharadita de miel. 
No podíamos obviar la miel en un tratamiento de belleza. Mezclamos ambos ingredientes al rostro limpio y aún húmedo y dejamos actuar por 15 minutos. El agua tibia es lo mejor para eliminar la mascarilla.


Hacer una mezcla casera para exfoliar es igual de efectiva. Fotografía zona Latina  

Entre las recomendaciones que se deben tomar en cuenta a la hora de activarnos con regularidad con los exfoliantes, son:

  • Limpiar el rostro completamente.
  • Los exfoliantes químicos pueden aplicarse para el cuerpo.
  • Es importante el movimiento de los dedos al exfoliar. Deben ser masajes con movimientos circulares ascendentes.
  • Debemos poner especial atención al ácido del exfoliante químico cuando se trata del rostro.
  • Para hacerlo a diario debe irse poco a poco; es decir, se aplica un lunes, se dejan varios días libres y se vuelve a exfoliar el sábado siguiente para ver la reacción de la piel. Si todo está en orden entonces puede hacerse a diario.
  • Para el cuerpo, podemos usar esponjas o guantes con características especiales para las exfoliaciones.

No olvidemos siempre al terminar un tratamiento hidratar la piel, porque viene a ser un paso esencial en toda rutina de belleza. Una crema, un hidratante o un humectante alivia y nutre como punto final.