La Isla de Margarita, más allá de playas paradisíacas
Operadores turísticos del estado Nueva Esparta se reinventan para aumentar la oferta. El turismo ecológico crece en medio de nuevas opciones de diversión

ESTAMPAS

05/08/2022 06:00 pm



Claudia Hernández

Las bellezas naturales de Margarita, sus playas bañadas por aguas cristalinas, enmarcadas con palmeras, la convierten en un paraíso lleno de diversión para los visitantes que encuentran una energía especial que los atrapa.


“Siente la magia”, es el eslogan seleccionado por el sector turístico, enfocado en ampliar el abanico de ofertas más allá de las buenas playas, la gastronomía y el hospedaje, ahora han volteado la vista hacia el ecoturismo.

También un nuevo concepto de diversión a la orilla del mar ha surgido en la isla, de la mano de empresarios con experiencia: los clubes de playa o beach club.

Esta idea se ha desarrollado pensando en la comodidad y seguridad, aderezada con buena música para disfrutar de exquisita cocina y actividades deportivas.


Pergolas en Velero Beach Club

Velero Beach Club

El auge comercial de Pampatar, su cálida y calmada marea, además de su céntrica ubicación, lo convierten en destino preferido para muchos temporadistas que les gusta disfrutar de un día de playa, livianos de equipaje sin tener que cargar con sillas, sombrilla y cava.

Velero Beach Club, se enfoca en ofrecer a los visitantes todas las comodidades en un solo lugar en medio de un ambiente chic, seguro, con música en vivo, o DJ, y con un restaurante que ofrece una exquisita propuesta gastronómica.

Más de veinte platos forman el menú de Velero Beach Club, entre snaks, entremeses, platos principales y sugerencias del chef Juan Carlos Sayalero.

Tienen salvavidas que se ocupan de cuidar a los bañistas en el sector de la playa, donde se practican deportes acuáticos como kayak y paddler y cuenta con una espaciosa zona con grama, para realizar fiestas y eventos.


Bella Lora, con un ambiente tranquilo e íntimo dirigido a personas de todas las edades

Bella Lora

La costa noreste de Margarita resulta atractiva para los amantes de las playas frías con oleajes fuertes, como Parguito. Sus olas de hasta 2 metros la han convertido en un delicioso reto para muchos surfistas que visitan la isla para correrlas.

El ambiente jovial que se vive en su extensa orilla, rodeada de cocoteros y árboles de uva de playa, seduce a los visitantes que buscan una vibrante diversión.

Al final de Parguito se encuentra Bella Lora Club de Playa con un ambiente tranquilo e íntimo dirigido a personas de todas las edades. Su decoración basada en estructuras de madera, palma e intensos colores completan el ambiente playero que se integra a la naturaleza.
 
Es un local ecológico, preocupado por la conservación ambiental, así que han adoptado un innovador sistema de desechos. También cuenta con un equipo de colaboradores que da clases de surf a niños desde los tres años.


Agua Dulce Beach Club; sentarse a ver el color turquesa de su agua, puede ser el mejor ejercicio de relajación  

Agua Dulce

Su arena blanca y muy fina, le da un brillo único a Playa El Agua. Sentarse a ver el color turquesa de su agua, que contrasta con el azul del cielo, y escuchar el susurro de las olas, mientras se siente la brisa del mar, puede ser el mejor ejercicio de relajación.
 
En este paraíso, se encuentra Agua Dulce Beach Club, que destaca por la música de sus Dj en la orilla que le da un ambiente chill out y por sus estupendas amenidades para los usuarios, con una carta de degustaciones deliciosa, que incluye comida del mar.

Cuenta con un salón de juegos dentro de la casa club con aire acondicionado y consolas de juego para niños y adolescentes. Las áreas de jardín se adecuan para el desarrollo de eventos sociales y corporativos. Los visitantes pueden disfrutar de un servicio diario o Full Day por un precio solidario que incluye servicio de toldo con tumbonas, cava con espumante, consomé y snack.

Para los que llegan a Margarita un poco estresados por su vida agitada en la ciudad, Agua Dulce tiene un equipo de masajistas que ofrecen las mejores técnicas para la relajación.


Pozas de San Juan

La otra Margarita

Además de las decenas de playas paradisíacas que se pueden encontrar en Margarita, son incalculables los kilómetros de rutas que se han reactivado en cerros como el Guayamuri, Matasiete, Tamoco y Copey, donde nacen las pozas de San Juan.

Es refrescante llegar a Fuentidueño, cerca de San Juan Bautista y ver cómo estas pozas de agua dulce emergen de entre las montañas y que nacen en forma de cascada en la cúspide del cerro Copey, transmitiendo una energía que llena de vida al visitante. Los invito a recorrer este sendero, ascendiendo por la montaña, entre conucos y árboles frutales. La subida no es empinada, pero siempre es bueno ir de la mano de expertos como los muchachos de Senderos Margarita quienes conocen al dedillo cada rincón de la zona, y hacen muy ameno el recorrido de kilómetro y medio contando historias.

Durante la travesía, el sonido del río acompaña a los caminantes que se mezcla con el canto de las aves y el sonido de los insectos.

Después de escalar una zona rocosa, la cascada de agua dulce se convierte en grata sorpresa. Los más temerarios se lanzan en clavados hasta las pozas, pero la mayoría prefiere relajarse en sus aguas o meterse debajo de la caída de agua para recibir masajes naturales.

Al finalizar el recorrido les recomiendo recuperar las energías degustando los dulces típicos de Fuentidueño; entre los que están la jalea de mango, las cerecitas y el piñonate.


Mirador El Águila, en el cerro Tamoco, con una vista panorámica excepcional de las poblaciones de la isla

Senderismo por la montaña, entre conucos y árboles frutales, desde el mirador del cerro Tamoco en la Hacienda Nido de Águila

Tacarigua y la hacienda Nido de Águilas

A pesar de la aridez en algunas zonas, en el centro de la Perla del Caribe, el verde se ve más intenso en sus montañas, quizá por ese aire salobre que se respira.

A 40 minutos de Porlamar se encuentra la hacienda Nido de Águilas, en Tacarigua, una empresa familiar que comenzó como un proyecto para desarrollar la producción del campo, cría de aves de corral, un sitio de encuentro familiar y que sus propietarios han acondicionado para el disfrute de los visitantes con interesantes instalaciones, churuata, restaurante, tirolesa, cancha de bolas criollas, zona para acampar rodeada de montañas aptas para la práctica del senderismo.

Al llegar a este rincón del llano en el corazón de la isla de Margarita se respira ese olor a tierra húmeda que nos recuerda el campo.

Todos los fines de semana la familia Aguilera ofrece gran variedad de actividades para la familia, paseos a caballo o en motos cuatro ruedas, ordeño en el potrero, grupos musicales, bailes folclóricos y divertidas caminatas que llevan a los excursionistas a lugares interesantes. La hacienda cuenta con cuatro rutas: Brisas del Guayabal, el Trapiche, Tomas Sánchez y Mirador El Águila en el cerro Tamoco, con una vista panorámica excepcional de las poblaciones de la isla.

La creatividad del empresario margariteño queda en evidencia, al ver cómo han ampliado sus ofertas y las han convertido en opciones originales para satisfacer los gustos de los visitantes con deseos de probar nuevas aventuras.
 
@soyclaudiahernandez
Claudiaherr1@gmail.com