La diversión barranquillera entre las mejores del mundo
“Quien lo vive es quien lo goza”, es el grito de guerra de quienes participan en las festividades del carnaval de la ciudad colombiana, llenas de colorido y tradición

ESPECIAL PARA ESTAMPAS

24/02/2020 08:00 am



Jorge Torres Moreno 

Es la fiesta más grande e importante de Barranquilla y uno de los carnavales más coloridos del mundo. Es el segundo carnaval más grande de Latinoamérica, tras el de Río de Janeiro, con una tradición con más de cien años, aunque algunos historiadores elevan su antigüedad a más de 300. Fue distinguido por la Unesco en 2003 como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad. 

Si bien se celebra en los cuatro días previos al miércoles de ceniza, el carnaval de Barranquilla tiene varias actividades de precarnaval. La primera es la “lectura del bando”, donde el alcalde entrega las llaves de la ciudad a la reina del carnaval y de ese modo “cede” su poder por el tiempo que duren las festividades. El “bando” es una suerte de decreto que da vía libre a las fiestas y es leído por la reina del carnaval, acompañada del rey Momo y los reyes del carnaval de los niños.

La batalla de las flores abre las grandes celebraciones y se lleva a cabo el sábado de carnaval. Es el desfile más importante, el más antiguo y el más esperado. Se celebró por primera vez en 1903 por iniciativa del general Heriberto Arturo Vengoechea, para celebrar el fin de la guerra de los Mil Días. Desde 1991 se celebra en la vía 40, una arteria vial de poco más de cuatro kilómetros de largo que equivale al sambódromo de Río de Janeiro.

El domingo es el día de la “Gran Parada”, un desfile instituido desde 1967, en el que se presentan únicamente grupos folclóricos tradicionales, cumbiambas y comparsas. Y el evento central del lunes es la “Gran Parada de Comparsas”, ambos en la vía 40.


La celebración del carnaval concluye el martes, cuando se llora la muerte de Joselito, que es la encarnación del fin de la fiesta para renacer el próximo año como el rey Momo. “Eso nos viene también del entierro de la sardina, en Madrid, que la enterraban el martes para dar fin al carnaval”, detalla el historiador Rafael Soto.

Simultáneamente, durante estas fechas se celebran verbenas por las calles de Barranquilla. Las “verbenas” son espacios al aire libre y abiertos al público para bailar, comer y divertirse. Algunas de las más populares son: El Bambú (Barrio Olaya), el Polvorín (Barrio San José), a Pleno Sol (Barrio La Unión), la Gustadera (Barrio Las Nieves) y la Puya loca (Barrio Los Pinos).

Aunque el carnaval fue introducido a América por españoles y portugueses, se desconoce con exactitud cuándo se celebró por primera vez en Barranquilla. En cambio, sí se sabe que las primeras fiestas populares conocidas como carnavales se celebraban desde la época de la Colonia, en la vecina Cartagena de Indias. Sin embargo, las fiestas de la Candelaria y el 11 de Noviembre cobraron más auge frente a los carnavales cartageneros. Ello hizo que esas festividades se mudaran definitivamente a Barranquilla a principios del siglo XX a raíz del crecimiento que la ciudad experimentó.