Ayuno intermitente: una modalidad de vida saludable
El ayuno intermitente más que una forma de perder peso es un estilo de vida que nos permite además desintoxicar nuestro organismo, entre otros beneficios

ESTAMPAS

28/05/2021 06:00 pm



Consuelo Fermín

Es impresionante en estos tiempos de cuarentena y semanas de restricciones la cantidad de gente que me topo en el camino mientras realizo mis caminatas matutinas. Pareciera que la gente está tomando conciencia sobre la importancia del cuidado de su cuerpo y llevar una vida saludable.

Mientras nos saludamos, generalmente comentamos sobre las diferentes tendencias de planes nutricionales, los alimentos con mayores aportes nutritivos, suplementos dietéticos y otros temas de interés. Sin embargo, he podido observar que hacen hincapié sobre el ayuno intermitente, la dieta Keto o llevar una vida vegana, y al final te das cuenta que sus conocimientos se fundamentan sobre información que han leído en las redes sociales y no por especialistas en el área.

Hoy me quiero centrar en el ayuno intermitente, ya que ha sido una modalidad que ha tenido un boom en los últimos tiempos, pero que también está fundamentado en estudios científicos.


El ayuno es una práctica milenaria que tiene su origen en la Biblia. El pueblo hebreo por lo general ayuna para tener un mayor acercamiento hacia Dios. La idea es dar mayor importancia a lo espiritual que a las exigencias del cuerpo. Asimismo, los musulmanes, los budistas, y las culturas orientales y asiáticas ayunan habitualmente, tanto para fortalecer la parte espiritual como para la salud.

Ahora bien, el ayuno lo podemos definir como la abstención de comer parcial o totalmente cualquier tipo de alimentos por un tiempo determinado. Hay diferentes tipos. Hay quienes ayunan medio día, 24 horas y hasta 72 horas. Algunos deciden ingerir solo frutas o líquidos, otros nada más jugos de frutas y los más radicales abstenerse de cualquier alimento.

En el caso específico del ayuno intermitente se trata de alternar un período de ayuno con otro de alimentación regular. Más allá de un plan para adelgazar, lo consideramos como un estilo de vida que puede mejorar nuestras condiciones fisiológicas.


Planifica tus comidas y el tiempo que ayunarás

Esta afirmación se fundamenta sobre los interesantes datos revelados en el estudio científico del doctor Yoshironi Ohsumi (2016), ganador del premio Nobel en medicina quien se abocó al estudio del ayuno en un día.

De acuerdo al científico, las células de nuestro cuerpo se desintegran y luego reciclan sus propias partes constantemente. Explica que nuestros tejidos reemplazan sus células por otras con regularidad. Cada órgano necesita su propio tiempo para renovarse totalmente. En cambio hay otros que no reemplazan sus células dejando sus desechos en el organismo.

La pregunta que surge entonces es ¿qué pasa con estas células muertas? El biólogo celular japonés pasó años estudiando cómo las células humanas descartan sus desechos. Este proceso lo definió como autofagia.

Un término que proviene del griego “auto” que significa “uno mismo” y “phagein” que se traduce como “comer”. Al combinar ambos términos podemos darnos cuenta que significa “comerse a uno mismo”. Suena perturbador, pero este proceso te permite estar saludable.

El primero en descubrir la autofagia fue el científico Christian De Duve, bioquímico belga, quien observó los tejidos del hígado, descubriendo que las células tienen una composición para el reciclaje, llamados lisosomas, algo así como el estómago de las células.

Estos lisosomas contienen enzimas especiales que consumen los tejidos desgastados o dañados, partículas de comidas, bacterias, virus y otros desechos que se acumulan en las células. Todos esos desechos son transformados en nuevas células y energía. En esto consiste el proceso de autofagia y nuestro organismo no podría sobrevivir sin él.

En pocas palabras, estos lisosomas son capaces de descomponer estructuras proteicas y transformarlas en aminoácidos. Luego este material de construcción, por llamarlo de alguna manera, se utiliza para crear más células. Entonces, ¿es necesario consumir proteína animal para formar nuevas células?


Aprendamos a planificar y organizar nuestras comidas

La respuesta de los científicos es sorprendente. Supongamos que una persona no consuma proteína animal, tiene en su sistema digestivo más o menos la misma cantidad de proteínas y carbohidratos que si consumiera este tipo de alimentos.

Este misterio tiene una explicación muy sencilla. Nuestro organismo es capaz de utilizar su propia reserva de proteínas que proviene de las células dañadas y bacterias. Cada día nuestro cuerpo debe reemplazar entre 200 y 280 gramos de proteínas. Una persona diariamente consume un promedio de 70 gramos, siendo insuficiente para crear nuevas células. Al utilizar los desechos proteicos del organismo, el cuerpo se nutre de la cantidad necesaria para generar nuevas células y estar saludable.

Para que el proceso de autofagia se produzca, la persona debe abstenerse de consumir proteína animal durante el ayuno, de tal manera que nuestro organismo tenga la motivación de activarse durante el estrés del ayuno y así pueda desintoxicarse.

Si el proceso de autofagia no funciona adecuadamente, las células dañadas y contaminadas por bacterias y virus comienzan a acumularse en el cuerpo generando enfermedades como la diabetes tipo 2, la enfermedad de Parkinson, cáncer, cardiopatías, entre otras.

El doctor Yoshironi Ohsumi descubrió que el proceso de autofagia es más eficiente cuando el organismo está bajo situaciones de estrés producidos por el ayuno. Cuando el organismo no ingiere alimentos, comienza a buscar la basura celular, incluyendo las bacterias patogénicas para producir energía y crear células. En otras palabras, nuestro organismo trabaja duro para crear proteínas y al mismo tiempo se limpia a sí mismo.

En todos sus estudios, el científico japonés utilizó el ayuno y el hambre para descomponer células tóxicas y deshacerse de toda la basura del organismo. Resulta que cuando ayunas tus células viven más, producen más energía y tu cuerpo presenta menos inflamación.

Si decides hacer ayuno, tu cuerpo aumenta la producción de óxido nítrico, molécula responsable de detoxificar y rejuvenecer el cuerpo.


Combina el ayuno intermitente con actividad física

Beneficios del ayuno intermitente
Al analizar los resultados de estos estudios, podemos identificar los beneficios del ayuno intermitente, a saber:
▪ Perder peso.
▪ Aceleramos el metabolismo.
▪ Reducción del riesgo de enfermedades cardiológicas.
▪ Reducción del riesgo de enfermedades neurológicas.
▪ Evitamos la diabetes tipo 2.
▪ Nos rejuvenecemos.
▪ Detoxificamos el organismo.
▪ Reducimos el estrés oxidativo.
▪ Reducimos las inflamaciones del organismo.
▪ Reducimos la presión de la sangre.
▪ Mejora la longevidad.
▪ Reducimos el riesgo de sufrir cáncer.
▪ Equilibra los niveles de colesterol.

Tipos de ayuno intermitente
Existen diferentes propuestas de ayuno intermitente, entre ellos:

Saltar comidas
Este es el mejor método para quienes no han hecho ningún tipo de ayuno. Particularmente, inicié esta modalidad de vida desayunando y almorzando para luego suprimir la cena hasta la mañana siguiente. Lo importante en este tipo de ayuno es que en la próxima ingesta no consumir más de lo debido.

Cuando iniciamos con esta práctica, el cuerpo se acostumbra y así podemos aumentar el tiempo de ayuno.


El ayuno es una herramienta para mejorar al organismo

Ayuno reducido o 16/8
Este tipo de ayuno consiste en comer todos los días durante un período de 8 horas y el resto de las 16 horas del día estás en ayuno. Si eres nuevo en este método, utiliza la proporción de desayunar a las 8 am y cenar a las 6 pm, así estarás solo 14 horas sin comer.

24 horas
Escoge un día para no consumir alimentos por 24 horas. Otra alternativa es que podrías desayunar a las 8 de la mañana hasta el día siguiente.

Ayuno con agua
Si escoges esta estrategia, se trata de ayunar tomando solo agua o jugos naturales de frutas sin azúcar. Este tipo es ideal para tiempos calurosos.

Para finalizar, es responsabilidad de cada quien decidir qué consume y que no. Lo importante es que tomemos conciencia del cuidado de nuestro cuerpo. Lo que sí deseamos destacar es que consultes a tu médico de confianza si puedes hacer ayuno. Seguramente te dirá que sí.

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