Las emociones y nuestra salud
¿Cómo se manifiestan las emociones en nuestro cuerpo? ¿Qué impacto tienen sobre nuestra salud? Son interrogantes que nos hemos propuesto dar respuestas con la intención de cuidar nuestra salud integral

ESTAMPAS

14/05/2021 06:00 pm



Consuelo Fermín

Tú y yo nos exponemos diariamente a diversas situaciones que desencadenan en nuestros organismos distintas sensaciones o emociones. Generalmente, la sabemos sobrellevar, sin embargo si no tomamos conciencia del impacto que tienen en la salud, podrían causar estragos.

Las emociones son reacciones psicofisiológicas reconocidas universalmente y que se manifiestan por situaciones de amenaza, peligro, daño, pérdida, novedad y éxito. Estas manifestaciones preparan a nuestro organismo a responder adecuadamente a cada situación. Las emociones pueden ser ira, tristeza, miedo, ansiedad, alegría, satisfacción, entusiasmo, orgullo, complacencia, entre otras. En un estado inicial las emociones se adaptan dependiendo al estímulo que reciben y el significado que las personas le dan.



No canalizar emociones genera repercusiones

Ante estas situaciones, nuestro cuerpo se manifiesta de distintas maneras. Por ejemplo, si estamos viendo una película de terror, probablemente sintamos que los latidos del corazón están en nuestra garganta, los vellos se nos ponen de punta, le clavamos las uñas a quien esté cercano, sentimos tensión en nuestros músculos, inclusive un grito puede salir de nuestra garganta.

Cuando tenemos ira, el corazón se agita, elevamos la voz, nos disponemos a salir del lugar o reaccionar en defensa. Si participamos en una competencia deportiva o de otra índole nuestras manos se ponen sudorosas, el corazón se agita.

Ante estas reacciones existe el mito que estas emociones son destructivas. Frecuentemente nos dicen que la ira, la tristeza o el desconsuelo son dañinos para la salud, y hasta cierto punto esto es verdad. La cuestión es saberlas aceptar y manifestar oportunamente.


Las emociones negativas predisponen al organismo

Cuando tenemos estas emociones y las expresamos adecuadamente es lo que nos permite estar saludables. El tema es qué voy a hacer con esa emoción. Lo que realmente es perjudicial para nuestra salud es quedarnos pegados en ellas y sostenerlas en el tiempo porque nos inmunodeprime y al final terminamos afectando nuestra salud mental y física.

Reaccionar adecuadamente, en un momento determinado, permite que el cuerpo libere esas tensiones emocionales. No es sano bajo ninguna circunstancia enmascarar nuestras emociones. Reprimir los sentimientos nos llevarán a enfermarnos.

Es por ello que aquellas personas que pelean con la vida, que siempre están de mal humor, se sostienen en el trauma y el dolor por alguna situación determinada, terminan padeciendo enfermedades que pueden deteriorar su salud emocional y física.



Consecuencias de la emocionalidad sostenida
Por lo general, las emociones asociadas a perjudicar la salud son la ira, la tristeza (depresión), el miedo (ansiedad, ataques de pánico) y el asco. Son emociones originadas por situaciones desagradables y que generan un elevado nivel de reacciones fisiológicas.

Cuando nos referimos a estados emocionales sostenidos se trata de aquellas personas que mantienen en el tiempo un tipo de emoción. Es decir, permanecen tristes, deprimidos, ansiosos, aterrados luego de que el estímulo inicial desaparece.

▪ Cuando permanecemos tristes, ansiosos, aterrados tenemos cambios en nuestra conducta que nos llevan a abandonar buenos hábitos como ejercitarse, comer saludable, relacionarnos socialmente de manera sana y sustituirlos por conductas perjudiciales como el sedentarismo, adicciones (antidepresivos, ansiolíticos, alcohol, cigarrillo), aislarnos con el fin de disminuir esas sensaciones.

▪ Las emociones sostenidas en el tiempo mantienen las funciones fisiológicas segregando las sustancias que mantienen a nuestro cuerpo con tensión muscular, aumento en la frecuencia cardíaca, aumento en las funciones hepáticas, aumento en los niveles de cortisol, disfunción central de la neurotransmisión, entre otros. Todo esto nos hace más vulnerables a enfermedades infecciosas y de tipo inmunológico.


Realiza ejercicios

En definitiva, esto trae como consecuencias personas desmotivadas, con pérdida de la concentración, con afecciones de la memoria, así lo confirmaron algunas investigaciones realizadas por la Organización Mundial de la Salud donde se asocian la depresión, la ira, el temor, el estrés a trastornos cardiovasculares, enfermedades coronarias, infartos al miocardio y mortalidad cardíaca. Esto nos permite concluir que existe una estrecha relación entre la salud y las emociones.

Por su parte, aquellas personas que se mantienen alegres, positivas, por lo general están alertas, concentradas, motivadas a enfrentar las situaciones de la vida.


Inicia actividades que te hagan feliz

Recomendaciones para cuidar nuestra salud integral
Para proteger nuestra salud integral (espíritu, cuerpo y mente) debemos tratar de incorporar a nuestras prácticas diarias actividades que estimulen emociones positivas. Las actividades que te proponemos producen neurotransmisores positivos, responsables de mejorar nuestro estado de ánimo como la endorfina, la dopamina, la serotonina y noradrenalina. Así que le recomendamos:

▪ Busque ayuda profesional
▪ Realice ejercicios
▪ Inicie actividades creativas
▪ Aléjese de los vicios
▪ Construya relaciones sociales sanas
▪ Cuide su parte espiritual