¿Qué puedo hacer para sanar mi Hambre Emocional?
Cuidar nuestra salud y nuestro bienestar es esencial para todos, pero en algunas ocasiones hacerlo se nos convierte en un reto complejo, difícil y algo abrumador

ESTAMPAS

09/04/2021 06:00 pm



Zoramar Oviedo Gallo


“Para cada persona, la comida que está sazonada con amor es distinta…” 
                                                                                                        Jan Chozen Bays

En tiempos como los que estamos viviendo actualmente, aspectos como la incertidumbre, el encierro en casa, la impotencia, parecieran estar impregnando y definiendo nuestros estilos de vida, quizás de una manera poco beneficiosa y saludable.
 
Muchas veces nos parece tan obvio comer, que no le prestamos atención al simple, pero hermoso hecho de poder hacerlo, y nos alimentamos sin estar conscientes de ello. Para algunos “comer” se convierte en una especie de vía de escape, se busca llenar un vacío que no se siente en el estómago, sino en el corazón, y que no nos percatamos de esto que estamos sintiendo, impactando de alguna u otra manera nuestra relación con la comida.
 
Algunas personas cuando están tristes o un poco desmotivadas, sienten la necesidad de comer chocolate. Y muchas veces no se percatan que al hacerlo quizás sólo buscan retroceder el tiempo. Pues al comerlo recuerdan los bellos y alegres momentos que compartieron con sus hermanos y amigos cuando eran niños.


El hambre del corazón sólo puede saciarse con nuestro cuidado diario

Los venezolanos, que desde pequeños tuvimos el honor de disfrutar de unas ricas arepas calientes hechas por un ser muy querido, como en mi caso las de mi adorada abuela Olga, sentimos la necesidad de satisfacer nuestro placer de comerlas, mientras otros buscan llenar un vacío en el corazón. Y eso, mis queridos lectores se llama el “Hambre del Corazón” como nos dice Jan Chozen Bays, Doctora y Profesora de Meditación, quien refiere que: “Cuando aprendemos a comer atentos, nuestro poder puede transformarse y pasar de ser fuente de sufrimiento a manantial de renovación, autoconocimiento y deleite”.
 
Por otra parte, ”(…) La comida que comes puede ser la más poderosa forma de medicina o la forma más lenta de veneno”, tal como como dice Ann Wigmore, importante doctora estadounidense, quien realizó distintos estudios en torno al mundo de la alimentación. Por lo tanto, darnos un espacio para aprender a hacer de la comida una hermosa y agradable “medicina” es para todos una maravillosa bendición.

Cuando tomas consciencia sobre si es tu cuerpo o tu corazón el que tiene hambre, es más fácil tomar la decisión sobre qué es lo que realmente quieres hacer. Aprender a alimentar nuestro corazón es saludable y necesario para todos. Y recuerda que “Hay que escuchar a la cabeza, pero dejar hablar al corazón”. Marguerite Yourcenar


Abre un espacio para sanar tu corazón

Qué te parece si tomas un breve espacio de tu tiempo para disfrutar de la oportunidad de comer atento, percatarte de las cosas que te agobian, transformarlas, alimentar sanamente tu corazón y sanar tu hambre emocional..

Cuando te sientas hambriento, observa si es tu estómago, tu cuerpo o tu corazón el que tiene hambre. Si sientes que es tu corazón dedícate un tiempo a escuchar tu música favorita, a leer ese poema que tanto te gusta, a jugar con tu mascota, a hablar con un ser querido. Si comes algo, hazlo lentamente, préstale atención a los colores que tiene tu comida, a su textura, sabores y olor, y da las gracias por tener la oportunidad de disfrutar de esa comida que tienes frente a ti en ese momento.

En tus manos tienes la oportunidad de elegir cómo quieres alimentar tus emociones y tu corazón.

                                  “No encuentres la falta, encuentra el remedio”
                                                                                                      Henry Ford


Zoramar Oviedo Gallo 
CEO Mindfulness Latam  
RRSS: Instagram: @zoramaroviedo