La rutina no acabó con tu relación
La rutina es inevitable en cierta medida. Lo importante es no repetir, día a día aquellas cosas que te generan malestar. Hay muchas soluciones para cada problema y es tu responsabilidad buscar estar bien

ATENEA ANCA

26/03/2021 06:00 pm



Todas las mañanas cuando me levanto me tomo un delicioso café, preparo el desayuno mientras juego con mi hijo, me siento a la mesa con mi esposo y nuestro bebé, luego me arreglo y salgo de casa para atender a mis pacientes online desde la oficina, entre pacientes juego con mi hijo, respondo mensajes en redes sociales, grabo uno que otro video y vuelvo a casa para conversar con mi esposo, jugar en el cuarto de nuestro pequeño y luego a preparar la cena. Al terminar lo baño y organizo las cosas para que todo esté limpio y ordenado. Mi esposo duerme al bebé mientras yo escucho algún podcast y luego juntos vemos alguna película y dormimos hasta el día siguiente. ¿Esto podría acabar con mi matrimonio si se repite diariamente? La respuesta es no.

Pero Beatriz, una seguidora, me relataba que su rutina la llevó a la separación. Ella me contaba cómo cada día repetía actividades que le generaban displacer y su esposo no asumía su rol en los quehaceres del hogar, ni en la crianza de sus dos hijos. Ella se sentía agotada, molesta, triste y con mucho miedo de dejarlo así que intentaba enfocarse en lo bueno y vivir un día a la vez. Cada vez se distanciaron más y se acabó el amor.


Rompe con aquellas rutinas que no te hacen feliz

El problema no lo tiene la rutina, sino la rutina de Beatriz, sus elecciones como pareja y las evidentes consecuencias. Yo puedo tomar café negro todas las mañanas sin aburrirme porque es una rutina placentera. De vez en cuando me puede provocar agregarle leche o tomarlo después de desayunar.

Una cosa es que de vez en cuando queramos cambiar la rutina para tener algo nuevo y emocionante, y otra cosa es pretender que siempre podremos esquivarla. La rutina es inevitable en cierta medida. Hasta los trabajos más creativos requieren de la rutina para ejecutarse.


Incorpora nuevas actividades a tu relación 
 
Las parejas que experimentan una rutina displacentera, lo que tienen que hacer es modificarla, es decir, quitarle o agregarle actividades, para poder probar si mejora la percepción de la misma. Si se enemistan con la palabra “rutina”, lo que harán es vivir amargados dándole poderes a una palabra, siendo ellos mismos los que la desarrollan.

Por ejemplo, Beatriz pudo sentarse con su esposo y enlistarle todas las actividades que le generaban malestar e indicarle las actividades con las que podía vivir tranquila. Supongamos que en la lista de lo que tolera estaba “bañar y acostar a los niños”, pero en la lista de lo que no soportaba estaba “cocinar las tres comidas”. Ella y su esposo tendrían que sentarse a buscar soluciones para que se cumplieran esas actividades sin cargarla a ella, por ejemplo, tal vez contratando a una persona que los fines de semana les cocinara varias comidas y las congelaran, o aceptando que él comprara pizza para cenar algunos días, o incluso descubriendo qué parte de cocinar es la que le incomoda y haciendo algún curso de comida nueva para ella motivarse.


Busca espacio para estar a solas con tu pareja
 
No me malinterpreten, el esposo de Beatriz y su dejadez han tenido mucho que ver y se trata de un caso con muchas variables en juego, pero lo que no puede ser es que ella siga pensando que la rutina trae este tipo de consecuencias. Mejor quédense con esta corta reflexión:

No puedes seguir repitiendo día a día aquellas cosas que te generan malestar. Hay muchas soluciones para cada problema y es tu responsabilidad buscar estar bien. Y si se tranca el juego: busca ayuda profesional.

Atenea Anca en Redes Sociales: Instagram: @clinipareja |Web: www.clinipareja.com