Y es que las tensiones a corto plazo, nos son más sencillas de manejar, pero cuando se alargan, nos exigen poner en práctica las herramientas de vida que tenemos, hacer uso de nuestras fortalezas y tomar con determinación, confianza y valentía, el control de nuestra vida personal. Por esto, para conseguirlo, es clave que trabajemos en recuperar nuestra salud mental y emocional, así como en el balance en las diferentes áreas de nuestra vida.

Es muy probable que con los cambios que nos ha impuesto esta pandemia, la rutina que llevabas haya cambiado, comienza por organizar tu vida diaria de una manera diferente, incluyendo las nuevas tareas y actividades, tomando en cuenta los nuevos horarios, para que puedas recuperar el entusiasmo y la motivación, dejándote llevar por la creatividad y el deseo de renovación.

Mantén la comunicación con tus personas queridas. 

Los momentos agradables, que compartimos con la familia y los amigos, nos hacen sentir bien, queridos, apreciados y tomados en cuenta. Incluye dentro de la planificación de tu nueva agenda, el tiempo para compartir momentos de calidad y fortalecer el vínculo del amor, a través de todos los medios digitales con los que cuentes para hacerlo. Ponerte citas al menos una vez a la semana para verlos o conversar con algunos de ellos por internet, los acerca y fortalece el vínculo afectivo entre ustedes.

Cuando te sientes estresado o preocupado, generalmente te resistes a hacer una pausa para hacer las cosas que alimentan tu alma y que en realidad, te permitirían recuperar la calma. Cualquiera que sea la actividad que disfrutas, como leer, bailar, escuchar música, meditar, pasar tiempo con una persona querida, decide incorporarla a tu rutina y conviértela en una fuente consistente de bienestar y felicidad.

Las noticias negativas pueden hacernos sentir agobiados y aterrorizados hasta el punto de no poder manejarlo, causándonos estrés y ansiedad. Comienza por administrar las noticias, mantenerte informado es muy importante, sobre todo de fuentes serias y de las autoridades de la salud. Es importante aprender a conectarnos y a desconectarnos de ellas, para tener el tiempo de digerirlas.

Aprende a meditar. 

La meditación, es una herramienta para recuperar y mantener la serenidad y la ecuanimidad. Meditar no solo nos ayuda a canalizar el estrés, sino que también nos ayuda a recuperar la claridad mental, el balance emocional y a experimentar la sensación de sentirnos más seguros y conectados con el ritmo de la vida.

Caminar al aire libre y a buen paso te ayudará a liberar las tensiones, a oxigenarte y a ganar vitalidad. Crea una rutina de ejercicios diaria, que puedes practicar en casa a través incluso de las diferentes plataformas que hay en el internet. Recuerda hacerlo con disciplina, entusiasmo y voluntad, para que puedas disfrutar de su beneficio.

La esperanza es la certeza de que todo se solucionara, lo resolveremos, pasara y que el proceso constante de cambio en el que se encuentra la vida, transformara cada situación que enfrentamos, en una positiva y mejor. La esperanza es un sentimiento que nos fortalece y nos motiva a seguir adelante, a enfrentar y a buscar soluciones o alternativas, ante las situaciones inesperadas que se nos presentan, con la confianza de que podremos hacerlo de la manera más efectiva y asertiva.

Hay momentos en los que sentimos que la situación que enfrentamos es más grande que nosotros, y que no podremos resolverla, es entonces cuando necesitamos tener la fortaleza y la determinación de buscar el apoyo y las herramientas que nos hacen falta para afrontarla y superarla. Recuerda que no estás solo, la presencia de Dios se encuentra en tu interior, para brindarte la guía, la fortaleza, la confianza y la protección que necesites. Ora, medita o practica la atención plena, para ganar la certeza de su presencia en tu vida. ¡Todo Pasa!!