Laboratorio de Ideas: Fortalecer el espíritu emprendedor con persistencia
La idea es adquirir ciertos hábitos que ayuden a mantener el interés en lo que nos proponemos, sin desmayar y sin perder las ganas en el camino

ESPECIAL PARA ESTAMPAS

11/10/2020 05:00 am



Marsolaire Quintana


Hay muchas formas de abordar la creatividad en el ámbito emprendedor. Cada día leemos más contenido motivacional para que las personas no desistan de llevar a cabo sus ideas. En todas las redes sociales nos topamos con carteles cuya esencia podría sintetizarse en un imperativo: ¡Persiste!

En otras entregas hablamos de la importancia de las preguntas que se le hacen a una idea para poder vislumbrarla y cristalizarla. Ahora bien, en las respuestas que esbozamos puede estar el germen del por qué la mayoría de las veces abandonamos todo y luego nos frustramos: no estamos acostumbrados a emprender y nos dejamos vencer por los desafíos.


Brian J. Fogg es especialista en diseño de comportamiento humano / Foto cortesía del Dr. BJ Fogg

Los pequeños cambios que cambian todo

El especialista en diseño de comportamiento humano, Brian J. Fogg, cuyo más reciente libro, Tiny Habits, se ha convertido en un best seller en los Estados Unidos, ha estudiado por décadas las razones por las que nos es difícil crear hábitos de modo más fluido y constante. En plena pandemia muchas personas reconocen que desean mejorar los suyos, pero pocos los sostienen en el tiempo.

Para Fogg el principal escollo radica en la confusión que se tiene entre anhelo y hábito, algo que genera un gran desaliento entre la gente. Su propuesta es achicar el hábito a su mínima expresión (de ahí el nombre de su libro: pequeños hábitos) e ir incrementándolo. Si por ejemplo se busca generar uno físico en la rutina, como caminar más, se puede empezar por una medida de tiempo: hoy se caminará solo por 10 minutos, la semana próxima serán 15 y así hasta llegar a 45-60 minutos. 

La propuesta de Fogg a veces es difícil de llevar adelante, incluso disminuyendo las metas diarias. Eso sucede por dos motivos: por un lado, si se procrastina tal vez no se esté convencido de que ese hábito sea para uno. Por el otro, puede producirse una resistencia dado que ese hábito nos enfrenta a miedos o amenazas, sean estas reales o no (éxito o fracaso). 


La tecnología es una aliada para monitorearse uno mismo / Foto Mentat DGT

3 pasos para crear el hábito de persistir 

Hay muchas formas de desarrollar la tenacidad emprendedora y mantenerla en el tiempo. Siguiendo las ideas de Fogg te propongo tres pasos para comenzar a remontar la ola y sostenerse ahí el tiempo preciso para disfrutarlo.

Identifica qué tipo de personalidad desarrollas ante los desafíos. Sabes que necesitas crear una meta y cumplirla, pero, ¿cómo te la propones? ¿Eres cuestionador o influenciable? ¿Te resistes o dejas que fluya? Saberlo te permite identificar estrategias para evitar el abandono y la frustración. 

Inicia el camino, pero en su mínima expresión. En algún momento debes comenzar tu emprendimiento, pero lo recomendable es que disecciones las partes de esa meta que podrías ver como el Everest. Trata de asociarlas a alguna actividad diaria fija: por ejemplo, hacerlo antes o después de… (desayunar, terminar las tareas de los hijos pequeños, dormir, etc.)

Monitorea cada vez que puedas. Hoy en día hay posibilidades analógicas o digitales de hacerlo. Con la primera busca cómplices positivos que sepan lo que estás haciendo y dale la simple instrucción de que te pregunten una vez por semana cómo vas. También hay apps de metas que funcionan por medio de recordatorios: puedes decidir en qué momento del día o la semana te van alertando y así ir tachando la lista de las actividades cumplidas.

Marsolaire Quintana en Instagram @maruniversal