El arte de vivir sin prisa
Bajar la velocidad con la que vivimos es fundamental para alcanzar una vida más plena y satisfactoria

MAYTTE

05/07/2020 05:00 am



Valdría la pena detenernos a reflexionar sobre la vida que llevamos, la velocidad y la intensidad con que la vivimos, el poco tiempo de calidad que tenemos, el estrés, la ansiedad y la tensión que sentimos y la necesidad que tenemos de aprender a bajar esa velocidad para alcanzar una vida mucho más plena y satisfactoria. 


Bajar la velocidad no significa quedarnos quietos, implica tomarnos el tiempo necesario para decidir cómo y cuándo actuar de la manera más asertiva posible, sin dejarnos llevar por la autoexigencia, las emociones alteradas y la prisa.

Lo que en realidad le da calidad a nuestros días es tener tiempo para conversar sin prisa; compartir con las personas queridas y reconocer la importancia de su presencia en nuestra vida; detenerse unos minutos para contemplar una paisaje, una puesta o una salida de sol, para practicar un hobbie o un deporte favorito; detenerse y disfrutar de un buen momento de silencio, de unos minutos de meditación y reflexión, de caminar al aire libre, leer un buen libro, mirar viejas fotografías y conectarse con los gratos recuerdos; reconocer que se está vivo y apreciarlo; valorar la magia implícita en la ayuda que nos presta un desconocido o en la solución que aparece ante un problema, en la calma y la fortaleza que experimentamos ante una dificultad; tener la disposición para conectarse con otros, con empatía, en un momento para ser solidario, comprensivo, tolerante, compasivo; tener la capacidad de observar y reconocer los pequeños milagros que se manifiestan en nuestra vida y en la de los demás y agradecerlos.


Tomarse un rato sin preocupaciones aumenta nuestra calidad de vida

Claves para lograrlo

Levantarse media hora antes. Así dispondremos de un tiempo solo para nosotros. Utilicémoslo para prepararnos una buena taza de café o té, para desayunar con tranquilidad, para comenzar a leer un libro, para compartir con nuestros seres queridos o simplemente para disfrutar del amanecer de un nuevo día. Lo importante es que no llenemos ese espacio con deberes, preocupaciones y angustias sino que lo usemos para comenzar el día de una mejor manera.

Suavizar las expectativas. Tener expectativas muy altas puede convertirse en una causa de tensión, estrés y ansiedad. Cuando no logramos cumplirlas nos llenamos de frustración, angustia y pesimismo perdiendo la capacidad de aceptar lo sucedido o darle solución de forma objetiva y positiva. Ser más flexibles nos ayudará a desarrollar la capacidad de adaptarnos a los cambios y tomar lo mejor de cada situación.

Practicar la atención consciente. Comencemos a poner nuestra atención en cada cosa que hacemos, observando y cuidando los detalles, tranquilizando la mente y viviendo cada experiencia con total atención. Cada vez que la mente nos lleve a pensar en todo lo que tenemos pendiente, traigámosla con nuestra voluntad al aquí y al ahora, haciendo un sencillo ejercicio de ubicación. Ocupémonos de hacer una cosa a la vez para ser más eficientes y exitosos.

Hacer un alto. Una buena práctica consiste en hacer una corta pausa entre una actividad y otra, de manera que tengamos el tiempo necesario para prestar atención, para observar los detalles, para reflexionar, disfrutar y pensar en la mejor manera de actuar o responder a cada evento o situación. Esto nos hará sentir más serenos y seguros. Realizar nuestros movimientos y actividades un 10% más lento es suficiente para bajar el estrés y aumentar nuestra atención y capacidad de disfrute.

Practicar la respiración consciente. Cada vez que nos sintamos apurados, inquietos e irritables probemos deteniéndonos unos minutos para respirar conscientemente. Esta práctica consiste en poner atención al momento de tomar el aire por la nariz mientras contamos mentalmente 6, para luego retener el aire contando 3 y botarlo contando mentalmente 8. Unas cuatro o cinco respiraciones de este tipo serán suficientes para relajarnos y soltar y bajar la velocidad. La práctica de la meditación también es una herramienta muy efectiva para recuperar la calma, para tranquilizar la mente y serenar las emociones. Practiquémosla al menos una vez al día para poder disfrutar de su beneficio.

Te invito para que conversemos en vivo este y todos los jueves a las 10:00pm a través de mi facebook/mayttesepulveda Live, sobre "Cómo mejorar y disfrutar nuestra vida". Voy a responder tus comentarios en vivo. ¡Acompáñame y avísale a tus amigos! 

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