Debido al gran tamaño de los festejos, que cada año reúnen a decenas de miles de personas de todo el mundo "y a la continua progresión de la transmisión en algunos países europeos, junto con la aparición de un pequeño número de casos de transmisión local en Irlanda, el gobierno ha decidido que los desfiles del Día de San Patricio, incluido el de Dublín, no se lleven a cabo", informó en un comunicado.

Las autoridades de Cork, la segunda ciudad mayor de la República de Irlanda, ya habían tomado esta medida preventiva.

"La gran mayoría de personas afectadas por el coronavirus en las próximas semanas y meses no lo serán porque asistan a una reunión masiva, lo más probable es que lo atrapen en su propia casa, de su familia o de la interacción con amigos y otros", destacó el primer ministro Leo Varadkar, en rueda de prensa en Dublín.

Irlanda que tenía el pasado miércoles por la noche 43 casos de COVID-19 y de los cuales uno falleció, el gobierno decidió anular todas las reuniones de más de cien personas en lugares cerrados y de más de 500 personas en el exterior, precisó Varadkar en una comparecencia desde Washington, donde estaba de visita.

Afirmando también el cierre de todas las escuelas, universidades y centros culturales, hasta el 29 de marzo con el fin de frenar la propagación de dicha pandemia.

El gobierno de Varadkar maifestó permanecer en la etapa de contención, antes de pasar a la fase destinada a retrasar el momento crítico de la epidemia para retirar presión a la sanidad pública, especialmente solicitada en el frío invierno irlandés.