La culpa por el bajo deseo sexual
Es importante que la pareja se siente a analizar, como un equipo, qué está ocurriendo, pues la culpa y el reclamo jamás solucionarán la causa del distanciamiento sexual

ATENEA ANCA

13/01/2020 08:00 am



El deseo de tener relaciones sexuales no es constante ni responde a categorías, es decir, no puede reducirse a un “lo tengo” o “no lo tengo”. Entonces es útil entender el deseo sexual como una línea continua que va desde 0 hasta 100 y que, a lo largo de nuestra vida, nos vamos ubicando en diferentes lugares de dicha línea. Al analizar con esta línea su recorrido de vida sexual notarán que ha habido momentos donde la activación sexual ha sido mayor y otros donde ha sido menor. Por ejemplo, un hombre a sus 20 años tendrá mayor activación sexual por sus niveles de testosterona y por su energía física que a sus 65 años. El problema surge cuando esta variabilidad afecta a la pareja y se convierte en un conflicto importante.

Con este artículo pretendo dejarles una visión más clara a través de la comprensión de algunos conceptos. En primer lugar vamos a diferenciar el nivel de activación sexual de un individuo (libido), que solo tiene que ver consigo mismo, de aquel deseo que se desprende de la relación con otra persona. La libido tiene que ver con cuán erotizados nos sentimos gracias a nuestra conexión con la idea del placer. Si nuestra libido es alta tenderemos a buscar actividades eróticas en soledad o en compañía. Si es baja no buscaremos placer a solas ni en compañía. Obviamente, mantengamos presente la idea de una línea continua, pues no es que se tiene libido o no, sino que hay muchos niveles entre la nada y el todo.

Ahora bien, si mi libido es alta, igualmente podría no tener deseo de tener relaciones sexuales con mi pareja. Allí tiene que ver con la relación. Algunas explicaciones a esta situación son que ya no te gusta tu pareja, tienen muchos conflictos, no alcanzas normalmente placer sexual con él o ella, tienes alguna disfunción sexual que no quieres dejar en evidencia, tu pareja tiene una disfunción sexual que interrumpe el coito y te genera pereza o incomodidad involucrarte o la forma en que tu pareja te busca no es de tu agrado, entre otras.

Lo cierto es que si se inicia una búsqueda sexual con posterior rechazo frecuente, es importante que ambos se sienten a analizar qué está ocurriendo, pues la culpa y el reclamo jamás solucionarán la causa del distanciamiento sexual. Pero una disfunción sexual, conflictos en la relación, acercamiento no erotizante para ti, bajo placer sexual, baja libido, pobre conexión erótica, mala comunicación erótica, etc., son temas manejables terapéuticamente. Para ello tienen que sentarse a entender lo que ocurre como un equipo y no culpando el otro para que la solución aparezca.

Rechazar no es cómodo, pero obligarte a tener relaciones sexuales jamás debe ser la opción escogida. Es preferible que te permitas rechazar y con calma te sientes a conversar sobre lo que estás sintiendo para poder construir juntos un plan de acción.

A veces la solución es muy simple y dejan pasar años para buscarla. ¿Has tenido bajones sexuales? ¿Cómo los has resuelto? Cuéntame en mi cuenta de Instagram @clinipareja