Conocernos mejor es el primer paso para mantener el bienestar. Además te permitirá reconocer actitudes y comportamientos que hacen tu vida más difícil. Evita convertirte en tu propio enemigo. A menudo nos traicionamos cuando dedicamos más tiempo y esfuerzo a complacer a otros en lugar de invertir esa energía en nosotros. También cuando nos resistimos a hacer el esfuerzo necesario para romper con el estancamiento debido a la falta de estima, motivación o conocimiento sobre las posibilidades que tenemos de cambiar y mejorar nuestra vida. 

Son muchos y diferentes los mecanismos que usamos para sabotearnos la felicidad, como actitudes y comportamientos en los que incurrimos con frecuencia, sin ninguna conciencia del efecto negativo que nos producen. Es así como pasamos a ser víctimas de nosotros mismos. Cuántas veces nos hemos quedado cruzados de brazos esperando a que alguien venga a rescatarnos de donde estamos, a resolver nuestros dilemas personales o simplemente para hacernos felices, sin darnos cuenta de que el único que puede hacer algo positivo por nosotros somos nosotros mismos, en la medida en que asumamos la responsabilidad de ponernos en acción para conseguirlo. 

La queja constante es otro de los grandes saboteadores que usamos para mantenernos en estado de víctima mientras nos comparamos con aquellos a los que vemos como punto de referencia para saber quiénes somos o cuan felices podemos ser. Perdemos por completo la capacidad de reconocer y valorar todo lo bueno, especial e importante que también ocurre en nuestra vida y que, por esta razón, dejamos de disfrutar y de ser felices cuando en realidad podemos serlo.

Cuántas veces nos empeñamos en creer que no tendremos una oportunidad o, peor aún, que no hay salida para nuestra situación, que no tenemos la suerte que se necesita, que probablemente el trabajo se lo darán a otro que está mejor preparado. Y por alguna de estas razones u otras que nos inventamos no damos el paso adelante para ir por nuestras metas, objetivos y sueños, convirtiéndonos en perdedores, sin siquiera haberlo intentado, solo por algunas ideas equivocadas que, en lugar de impulsarnos y motivarnos, nos frenan y nos inhiben.

Pero también nos puede suceder que dejemos pasar días, semanas y años manteniendo los mismos hábitos que nos hacen daño, repitiendo los mismos comportamientos que nos mantienen donde estamos, o haciendo las mismas elecciones, como si estuviésemos obligados a hacerlo y no tuviéramos otra opción. Olvidando o ignorando que podemos cambiar cualquiera de ellos con voluntad, compromiso y determinación una vez nos demos cuenta de lo estancados que hemos estado.

Independientemente de las razones por las que hayamos estado atrapados en situaciones difíciles por más tiempo del necesario, podemos salir de ellas ocupándonos de afrontarlas, resolverlas y superarlas; aprendiendo a tomar decisiones diferentes, entendiendo que tenemos derecho a elegir. Debemos ganar confianza en nosotros mismos y en nuestra capacidad y derecho de mejorar nuestra vida y reconectarnos con la esperanza, el optimismo, la motivación, la paz, el éxito, el bienestar, el amor y la felicidad. ¡Convirtámonos en nuestro principal motivador y amigo!!