Al cierre de esta nota todavía queda una de las cuatro clases para manejo de redes sociales que ofrece la comunidad de emprendedores venezolana Impact Hub Caracas a personas que están “¿en la segunda etapa de su vida?”. Se hace la pregunta para ubicar a sus alumnos en un rango de edad, Brirkellia Álvarez, abogada y coordinadora de programas especiales de Grand Preneurs (emprendedores mayores), también dedicada a estudios humanistas con especial énfasis en la psico- logía positiva. “Gracias a esta idea de Claudia Valladares (fundadora de Impact Hub Caracas), iniciamos dos primeras actividades dentro de la metodología Design Thinking. Y detectamos cuáles son las necesidades de los emprendedores mayores
de 55 años”.
Pioneros a su edad
Esta actividad didáctica dirigida por la diseñadora y creativa, Gabi Valladares, orienta a las personas adultas en el correcto uso de redes sociales y con imperiosa necesidad de comunicarse con familiares y amigos fuera de Venezuela. “Hay mucha gente mayor sola y es importante enseñarles a comunicarse, a crear independencia”.
Trátame de tú
Volver a un aula y sentarse en pupitres para aprender algo siendo adulto mayor significó reinventar el juego aprendido. “Yo los trato a todos de tú, los abrazo y los quiero a todos como si fueran mis primos. Tienen ganas de aprender, compartir, estudiar las lecciones, son curiosos”.
La participación femenina destaca en esta experiencia que es pionera al unísono con otros Impact Hubs del mundo, y sus organizadores no descartan cruzar estos grupos con jóvenes.
Los especialistas han observado que el interés por los adultos mayores en este marco son tres, “la necesidad de acceder a la tecnología, sintiéndose abrumados frente a las plataformas”, apunta Brirkellia. En segundo lugar los temas psicoemocionales “como el síndrome del nido vacío, que es algo característico de estas edades”, y que la emigración venezolana agudiza.
Para la coordinadora este cuadro genera sentimientos de pérdida que desencadenan a su vez en la pérdida del propósito y objetivos de sus vidas. Como tercer aspecto de interés hay quienes quieren obtener herramientas para emprender en áreas de negocios “o vamos a decir oficios”. Se refiere a actividades como el tejido o repostería.
Miedo a la tecnología
Otra de las brechas que enumeran una gran parte de adultos mayores viene a ser construida a partir de una suerte de miedo a equivocarse o crear problemas con la mala praxis de un aparato o aplicación. “Algunos tienen dificultades para leer las letras, sienten que si colocan el dedo en un sitio van a llegar a otro sitio y van a bloquear el teléfono”.
Por otro lado los mayores aducen que sus familiares no tienen “paciencia”. “Cuando les piden ayuda a un familiar, terminan haciéndolo y no le explican cómo se hace. Muchos desisten y optan por pedirle a la persona que lo haga”.
Por ejemplo, Gabi Valladares le explica al grupo que un “troll” es como esa persona que se encarga de tratar de sacarte la piedra, “pero si no le das like, ni retuit, ni lo mencionas” es como si “ni lo ignoraras”.
Antes de llegar a temas más profundos enseñan estos datos básicos, pero los emprendedores mayores han dado lecciones: “Una persona de la tercera edad es una fuente inagotable de saber, que la tecnología por muy avanzada que esté nunca te dará. Esa sabiduría, esa experiencia es muy valiosa, y ellos la tienen, entonces nosotros, como una generación más joven, debemos voltear”.
Agradecimientos:
Aura Matheus
Adriana López
