Qué Hacemos para que no se repita

MAYTE NAVARRO

09/06/2019 12:00 am



Cuando una situación se repite en nuestra vida más de un par de veces, es porque todavía tenemos que aprender algo a través de ella o porque necesitamos cambiar alguna creencia o programación mental para soltar y pasar la página definitivamente. Todos somos instrumentos para todos, y si estamos lo suficientemente abiertos y atentos para reconocerlo, saldremos de las situaciones difíciles más fácilmente y sin que nos lastimen tan profundamente, habiendo aprendido algo nuevo.


La próxima vez, que te encuentres en una situación como esta, pregúntate: ¿qué puedo aprender de lo que me está pasando? ¿Qué es lo que estoy haciendo para estar de nuevo en esta situación? Porque, solo entendiendo que somos parcialmente responsables de lo que vivimos, podremos iniciar un trabajo de auto observación, sin juicio y sin justificaciones que nos lleve a encontrar en nosotros, aquellas actitudes, comentarios o comportamientos aprendidos que pudieran ser la causa de los problemas que tenemos en el trabajo, en la vida cotidiana o en la relación conflictiva que mantenemos con algunas personas. 

Por donde comenzar la revisión:

Escoger bien lar palabras. Es importante tener clara la idea de lo que deseamos comunicar y escoger las palabras o las frases más adecuadas para hacerlo, de esta manera evitaremos decir lo primero que nos venga a la cabeza, impulsados por nuestras emociones alteradas, y que pudieran ser interpretadas de una manera equivocada. 

Conservar la calma. Necesitamos mantener la calma, para no acompañar nuestros comentarios con emociones negativas, cargadas con el estrés y la tensión de nuestros procesos personales. Recordemos que la mayoría de las veces, los demás no tienen nada que ver con lo que nos pasa en otras áreas de la vida.  

Cuidar nuestra expresión corporal. Muchas veces la expresión de nuestro rostro dice más que nuestras explicaciones. Relaja tu cara, afloja el entrecejo y aunque la conversación que vas a tener sea seria dibuja una media sonrisa en tu rostro para suavizar tu expresión. Relaja tu cuerpo y evita realizar movimientos involuntarios que delaten tu tensión. 

Tener clara la intención. Cuídate de no usar frases ácidas o con un doble sentido al momento de tratar de resolver o aclarar un malentendido. Es preferible al terminar, encontrar un momento aparte para hablar con esa persona con la que tienes un desacuerdo, y solucionarlo directamente. 

Ajusta el nivel de exigencia. Muchas veces, somos muy exigentes con nosotros mismos y con los demás. Es posible que sin ser conscientes de ello, les exijamos a las otras personas mucho más de lo que en realidad pueden dar, es importante evaluar las capacidades de todos los integrantes de un grupo para repartir responsabilidades y roles sin falsas expectativas. 

Valora el aporte de otros. Si bien es importante perseguir el éxito y la excelencia en el resultado del trabajo en equipo, no es menos importante reconocer el logro de cada uno de los integrantes para que se sientan estimulados y recompensados por su esfuerzo. Solo hacer comentarios acerca de las fallas aunque se hagan con la intención de solucionarlas, puede resultar muy frustrante.