Pero hay otras que podríamos evitar y hasta suavizar porque no son graves, que se presentan en la vida cotidiana y muchas veces nos hacen sufrir innecesariamente como por ejemplo: las calificaciones de nuestros hijos, los pendientes del trabajo, las distancias que recorremos y el trafico al que nos enfrentamos, la intensidad del clima, las tareas del hogar, perdemos buscando una dirección e inclusive llegamos a sufrir porque una persona no nos saludó o no recordó algo que para nosotros es especial.

Muchas personas, tienen el hábito aprendido de quejarse por todo, como si hacerlo les da un valor agregado ante los demás. También las hay que si no sufren por una cosa, sufren por otras en lugar de ocuparse de resolverlas, manteniendo una actitud derrotista ante la vida.

Mientras que también hay personas que atraviesan por dificultades con optimismo y confianza, y terminan convirtiéndolas en una fuente de crecimiento y enriquecimiento personal.

Recordemos la frase del cuento: “Esto también pasará”

Cuando nos sentimos atrapados en una situación difícil, pensamos solo en lo negativo, en lo complejo que nos puede resultar afrontar y superar la situación. Si en lugar de verla de esta manera, pudiéramos desconectar nuestra mente de estas ideas negativas y poner nuestra atención en todo lo positivo que también sucede en ese momento, nos daríamos el espacio necesario para ver la situación desde una perspectiva completamente diferente, sin sentirnos tan afectados emocionalmente, y así poder pensar en la mejor manera de resolverla.

Claves para ser más positivos:

Evitar la queja: La mayoría de las personas están acostumbradas a exagerar o a dramatizar las cosas que les pasan y sin darse cuenta, con sus palabras, expresiones y comentarios terminan agravando la situación y dificultando su solución. Recuerda que quejarse constantemente hace que sufras más y que te resulte difícil salir de donde estas temporalmente atrapado. 

Cuidar las palabras: Eres responsable del efecto que tendrán sobre ti mismos y sobre otros tus comentarios. Por eso, es importante que tomes unos minutos para pensar no solo en lo que vas a decir, sino en cómo lo vas a expresar, antes de dejarte llevar por la emoción alterada. Así, lograras ser más asertivo en mantener el balance y en tu manera de calificar las situaciones que enfrentas.

Buscar y destacar los aspectos positivos: No importa lo difícil que te parezca lo que está pasando, mantén siempre una actitud positiva y entusiasta, no te dejes hundir. Si mantienes una buena actitud, podrás encontrar la salida más fácilmente. Piensa en que siempre hay una solución.

Practicar la resiliencia: Podemos aprenderla incorporando herramientas esenciales para ganar fortaleza interior y para transformar la interpretación que hacemos de cada evento o situación que se presenta en nuestra vida. Esta nos ayuda a retomar el control y el ritmo de nuestra vida cuando hemos experimentado alguna perdida, un fracaso o una dificultad.