Fatiga diaria podría deberse a una pobre alimentación
Cuando el cuerpo no cuenta con los debidos niveles de glucógeno se producen efectos perjudiciales en el rendimiento de la persona, peor aún si se trata de una que hace ejercicio vigoroso

YAMILETH ANGARITA

19/08/2018 05:35 pm



Desgano, esa falta de estímulo para hacer algo no siempre corresponde al deseo de la persona, su empatía con lo que realizará, sino también a la energía que le brinda el cuerpo para ello. 


De que la alimentación es crucial en la determinación de la salud del individuo se habla por doquier, así como de la importancia de la calidad y cantidad de nutrientes que tomamos cada vez que comemos. 

En el caso del sistema muscular, eso determinará cómo responderán a las exigencias diarias, sean mínimas o no. 

La glucosa se almacena en el músculo y especialmente en el hígado en forma de glucógeno, siendo este el que abastece de energía la acción muscular. Cuando el cuerpo no cuenta con los debidos niveles de glucógeno se producen efectos perjudiciales en el rendimiento de la persona, peor aún si se trata de una que hace ejercicio vigoroso. 

Los músculos experimentan fatiga cuando a nivel nutricional se encuentran con unos niveles de calcio insuficientes para producir relajación y contracción muscular, cuando se produce un agotamiento de glucógeno muscular, acumulación de ácido láctico a nivel muscular o deshidratación. 

“El ejercicio de alta intensidad utiliza primordialmente a la glucosa como fuente de energía para el metabolismo de las grandes masas musculares. Es por ello que antes de hacer ejercicio se debe consumir una comida ligera con moderado a alto contenido de carbohidratos: un pan con miel o mermelada, por ejemplo”, señala el médico cardiólogo Carlos Ignacio Ponte Negretti (@drpontecarlosi / @detenelriesgo) , director del comité de Prevención Cardiovascular de la Sociedad Inter Americana de Cardiología. 

“Si el ejercicio es prolongado y sostenido (carreras de fondo de más de 20 Km, carreras de bicicleta, triatlones etc.) se debe consumir bebidas con glucosa o pastillas de glucógeno durante la actividad para mantener los niveles, prolongar el suministro y evitar la fatiga muscular”, menciona además. 


“No consumir la debida cantidad de esa azúcar antes del ejercicio aumenta el riesgo de fatiga muscular y lisis (destrucción) de fibras musculares". (Cortesía)

Ni más ni menos azúcar 

 Desde el punto de vista nutricional, la glucosa es un azúcar de composición simple (monosacárido) que ingresa al organismo a través de los alimentos. 

Explican en quierocuidarme.dkvsalud.es que durante el proceso de la digestión, se pone en marcha una cadena de transformaciones químicas, a lo largo del tubo digestivo, que convierte los alimentos en sustancias más pequeñas, los nutrientes, y éstos a su vez se descomponen en elementos aún más pequeños. Por ejemplo, los alimentos ricos en hidratos de carbono se transforman en glucosa, que es su componente más simple. Pues bien, al llegar al intestino delgado, pasa a la sangre y del torrente circulatorio a las células. 

“No consumir la debida cantidad de esa azúcar antes del ejercicio aumenta el riesgo de fatiga muscular y lisis (destrucción) de fibras musculares. Por el contrario el consumir un desayuno abundante, antes de hacer ejercicio, dificultará el desempeño por sensación de llenura, náuseas y posible isquemia intestinal”, observa el especialista médico. 

 Atleta o no, esa es una de las razones por las cuales hay que cuidar la calidad y cantidad de alimentos que ingerimos a diario.