Como liberarnos de la rigidez

MAYTTE

15/07/2018 12:00 pm



A muchas personas les cuesta cambiar la manera en la que hacen las cosas, pareciera que están cerradas a lo nuevo, a lo diferente, tal vez porque en el fondo, de esta forma se protegen de afrontar el reto que significa estar abierto a nuevas ideas, paradigmas y maneras de vivir e interpretar la vida. 


Pero, cuando vivimos de esta manera, es decir, con una estructura mental cerrada y rígida, apoyada en las creencias que grabamos durante nuestra primera infancia en el espacio familiar y en el colegio, tenemos la tendencia a considerar, que la mayor parte del tiempo tenemos la razón, nos empeñamos en la defensa de nuestro punto de vida, somos muy exigentes con nosotros mismos y con los demás, vemos las cosas en blanco o negro, sin matices, y en algunos momentos hasta nos mostramos intransigentes, perdiéndonos así, la posibilidad de aprender, de compartir, de intercambiar, de apoyarnos en otros, de enriquecer y suavizar nuestra experiencia de vida. 

Las creencias y las actitudes rígidas, nos pueden llevar a una lucha constante por querer controlar, dominar y convencer a otras personas y a nosotros mismos. Vale la pena, hacer el esfuerzo consciente por ganar flexibilidad y apertura, para poder ampliar nuestro horizonte, transformar la manera en la que interpretamos ciertas situaciones de vida, poder experimentar relaciones más saludables y tener una vida más plena. 

5 Claves para liberarnos de la rigidez: 

1.- ESCUCHAR CON ATENCIÓN
Escuchar con calma y atención, no significa negar nuestros argumentos para darle la razón absoluta a los demás, mas bien implica darnos el espacio necesario para aclarar nuestras ideas y elegir la respuesta o el comentario que vamos a hacer, la claridad del efecto que queremos causar, para ponernos de acuerdo, mantener la conversación en buenos términos, o mostrarle que estamos sinceramente interesados en conocer su opinión. 

2.- RESPETAR EL PUNTO DE VISTA DEL OTRO. 
Escuchar en silencio y con atención, evitar imponerse, sin quitarle el derecho a la otra persona a expresar sus ideas, sentimientos o punto de vista, nos llevará a mejorar nuestra comunicación, a resolver nuestros desacuerdos y a enriquecer la relación. Para que una relación funcione en buenos términos, es necesario abrirnos a la posibilidad de compartir la razón. 

3.- VENCER EL TEMOR A EQUIVOCARNOS. 
Cuando desarrollamos el valor y la motivación necesaria para vencer el temor a equivocarnos al tratar de hacer algo nuevo, desarrollamos una mayor flexibilidad y capacidad de crecer y transformarnos. Recordar que la vida es una escuela y que cada experiencia nueva representa la oportunidad de aprender y mejorar como personas, hace que nos atrevamos a cambiar viejas creencias, hábitos, actitudes y comportamientos que han sido negativos para nosotros. 

4.- PRACTICAR LA EMPATIA. 
Habrá muchos momentos en los que no estemos de acuerdo con la forma de pensar, las actitudes o el comportamiento de otras personas. Pero, en lugar de cerrarnos a nuestra consideración y alejarnos de ellas, deberíamos tratar de ponernos en su lugar, para comprenderlas mejor. Si nos cerramos a conocer lo nuevo y lo que nos parece diferente, nos perdemos la posibilidad de seguir creciendo, mientras que si nos abrimos iremos más allá y nos acercaremos a os demás sin temor a perder nuestra identidad. 

5.- PRACTICAR LA MIRADA INTERIOR.
Esta es es una práctica que consiste en vernos a nosotros mismos, con gentileza pero con objetividad y firmeza, para conocernos mejor y poder asumir el compromiso de cambiar aquello que descubrimos que puede ser equivocado o negativo y que nos impide proyectar lo mejor de nosotros hacia los demás y hacia la vida.