Ejercicio físico genera efecto protector del sistema inmune en el adulto mayor
Especialistas sostienen que la actividad física también es un coadyuvante para mejorar la memoria ya que aumenta la formación de interacciones entre las neuronas cerebrales

ESTAMPAS

01/07/2022 06:00 pm



Judith Alvarado H.


El confinamiento obligado por la pandemia del Covid-19 provocó en la población mundial el cese de las actividades diarias, así como una drástica modificación de las rutinas diarias por prevención.

El sector de los adultos mayores, según los especialistas, ha sido uno de los más afectados porque dejaron de socializar y sobre todo de ejercitarse, generando mucho deterioro físico y mayores limitaciones para hacer sus actividades.

En Venezuela la población retoma sus actividades laborales, extremando las medidas de bioseguridad para evitar contagios, sin embargo la llamada “nueva normalidad”, aún resulta difícil de asimilar por nuestros abuelos.

La doctora Lucrecia Contreras, médico internista del @centroclinicofenixsalud destaca que el ejercicio físico es clave para el tratamiento y prevención de la artrosis, osteopenia, osteoporosis, disminuye el riesgo de caídas y tiene efecto protector en el sistema inmune.

Según Contreras, otro de los efectos de mantenerse activo físicamente es que favorece el manejo de estrés y depresión para nuestra salud mental. “Nos ayuda a mejorar la calidad del sueño y nuestra capacidad para otras actividades de la vida cotidiana”.

En medio de la pandemia, sostiene Contreras, el mantener un nivel de actividad física es la clave para disminuir el impacto psicobiológico de la cuarentena y conducta sedentaria.

“Es importante realizar actividad física al aire libre, en gimnasios o adaptando las condiciones del hogar, aprovechando espacios y materiales disponibles para realizar algún tipo de ejercicio”, señaló.

Antes de iniciar las actividades físicas, la internista recomienda tener en cuenta el tipo de ejercicio, la frecuencia, la duración, la cantidad e intensidad, llevando a cabo programas de ejercicios de fuerza, flexibilidad, aeróbicos y equilibrio, además de tareas cognitivas.


Ayudan a mantener la condición mental. Fotografía Muitoday

No al sedentarismo

La doctora Lucrecia Contreras advierte que un estilo de vida inactivo puede ser causa de muchas enfermedades crónicas como la obesidad, hipertensión arterial, síndrome metabólico, diabetes tipo 2, enfermedad coronaria, dislipidemia, osteoporosis, cáncer de colon, mama, uterino y síndrome depresivo, elevando su riesgo de muerte prematura.

“Esto se debe a la pérdida de masa muscular y resistencia, los huesos se debilitan, desequilibrio hormonal, menor quema de calorías y trastornos en el sistema inmunológico”, señaló.
 
Contreras recuerda que existen varias formas de mantenerse activo en casa; la primera de ella con las labores del hogar que pueden aumentarse en ritmo e intensidad; mantenerse en movimiento mientras se ve televisión, levantar pesas de mano, estiramientos o pedalear bicicleta estática; ejercicios con videos de entrenamiento, caminar por el vecindario, ponerse de pie cuando hable por teléfono y con equipos de ejercicios para utilizar en su hogar.


Fotografía Plenitud

Una caminata y activa la memoria

A medida que avanza la edad, aparecen una serie de achaques, producto del deterioro físico que podemos retrasar si nos activamos con ejercicio físico.

Rebeca Sabo@sabo.rebeca@rebecasabo, internista y geriatra del Hospital de Clínicas Caracas destaca que la actividad física regular en personas mayores, genera efectos positivos para reducir riesgo de enfermedad cardiovascular, accidentes cerebro-vasculares, mejora las cifras de presión arterial en hipertensos, afecta en los valores de la glucemia en diabéticos, disminuye el efecto de la osteoporosis y ayuda a disminuir la obesidad. También se sabe que tiene un efecto sobre el cáncer de colon y de mama.

“La actividad física es un coadyuvante para mejorar la memoria. Está demostrado que aumenta la formación de interacciones entre las neuronas cerebrales, incrementando los mediadores químicos cerebrales responsables de tener una adecuada memoria. También es bien aceptado, que el ejercicio físico ayuda a mejorar los síntomas de la depresión y de la ansiedad”, dijo.

A juicio de @rebecasabo, una caminata de 30 minutos, cinco veces a la semana, mejora notablemente la calidad de vida de todas las personas. Si de lo que se trata es de ejercitarse no es necesario salir de casa. “Los adultos mayores no necesitan implementos especiales para hacer ejercicios, se les recomienda sentados en una silla practicar mínimo 10 minutos de ejercicios de flexibilidad y de fuerza física para no perder masa muscular y mejorar la resistencia de los brazos, tronco y piernas al menos tres veces a la semana”.

Según la especialista en geriatría, la inactividad genera menos resistencia, flexibilidad y falta de amplitud y destreza en los movimientos físicos y mentales, por tanto, las personas mayores sedentarias, tienen más riesgo de caerse, menos habilidades mentales con pérdida de memoria reciente, así como insomnio, depresión, pensamientos negativos, que conllevan a la falta de autodeterminación y hacerse más dependientes.


Permitan al adulto mayor sentirse útil.  Fotografía 65ymás

Activos a cualquier edad

Andrea Bonelli, especialista en Medicina Interna de @centroclínicofenixsalud considera que la actividad física, a cualquier edad es necesaria porque mejora la condición física, mantiene la energía y liberación de numerosos neurotransmisores que ayudan a mantener la condición mental, trayendo consigo numerosas ventajas. “Está científicamente probado que los adultos mayores que se ejercitan tienen menor tendencia a desarrollar deterioro neurocognitivo y logran mantenerse activos en actividades cotidianas como el trabajo de oficina por mayor tiempo”.

Destaca que el confinamiento producto de la pandemia por Covid-19 ha provocado en el país un mayor número de pacientes ancianos con patología neuropsiquiátrica, depresión, labilidad emocional, y de manera no menos importante, deterioro de las funciones mentales superiores, sedentarismo, alteración de la memoria, hetero y autoagresividad, desorientación temporo-espacial.
 
Según la Dra. Bonelli, en pacientes con baja actividad física se presenta deterioro y consumo de la masa muscular, lo cual se expresa en sarcopenia y desnutrición proteico calórica, sobre todo en pacientes con comorbilidades como la diabetes y la insuficiencia cardiaca en las que el consumo metabólico suele ser mucho mayor ante pequeños esfuerzos.

La especialista en Medicina Interna considera que para mantener activo a los abuelos, se pueden programar actividades lúdicas en espacios pequeños de la casa en los que se introduzca un sistema de pesas pequeñas para fortalecer musculatura, y con esto evitar fracturas por desgaste óseo. “Las caminatas cortas alrededor de la casa o en el área común de edificios, juegos de mesa con familiares, amigos o vecinos en la misma condición siempre bajo las medidas de bioseguridad, uso del tapabocas y la distancia social”.
 
Asimismo, considera importante entender que con la edad vienen cambios también en el estilo de vida del adulto mayor y que es necesario realizar actividades o implementar pequeñas tareas que permitan al adulto mayor sentirse útil y con propósito para evitar los cambios cognitivos.