La hidroterapia y sus beneficios para el cuerpo y la mente
El agua es una herramienta terapéutica. Su consumo inteligente elimina problemas de salud y potenciamos la sanación

ESTAMPAS

19/01/2024 08:00 am



Sjandra Rendón


Desde el año 2015 se viene celebrando en agosto la Semana Mundial del Agua. Durante los últimos días del mes se abordan temas en el que se desarrollan estrategias en vías de solucionar problemas en todo el mundo para garantizar su acceso y derecho fundamental para la vida. Este año corresponde del 16 al 31.

Pero, ¿sabemos realmente lo mucho que importa el agua en nuestras vidas? A quienes les cuesta tomarla de forma natural durante el día, prefieren consumirla saborizada o en té.

Sin embargo, es importante entender que se trata del primer elemento que el organismo necesita para funcionar correctamente. El agua es el medio de transporte de los nutrientes que son distribuidos por todo el cuerpo y a su vez se encarga de disolver minerales, proteínas y demás componentes en la sangre.


Consumo inteligente nos purifica. Fotografía IStock

El peso corporal está compuesto en un 70 % de agua y por esta razón permanece sediento de forma constante. Es nuestra tarea suministrarle dicha sustancia pura.
 
Para que el cuerpo mantenga sus funciones fisiológicas en estado normal, necesita reciclar el equivalente a 4000 vasos de agua y esto incluye a los pulmones que absorben 800 milímetros diarios, las heces 100 milímetros y el aparato urinario 1 litro. El cuerpo para evitar deshidratarse debe ingerir entre 8 y 16 partes separadas de agua durante las 24 horas, así mantiene cubiertas sus necesidades básicas.
 
Si no se toma una cantidad de agua suficiente al día, los riñones son los órganos que más deben trabajar para concentrar la orina y excrementos por la acumulación de toxicidad. Contrariamente, una persona bien hidratada genera orina incolora.

Podemos citar algunas de las anomalías que se pueden curar con el agua que es gratis y no requiere mayor esfuerzo:

  • Trastornos dermatológicos: el agua y el sulfuro actúan en alergias y prurito.
  • Exceso de peso: el yodo que encontramos en los baños con algas contribuyen a la absorción de glucógenos, dinamiza el trabajo del metabolismo y se van perdiendo los kilos demás.
  • Anemia: al consumir abundante agua rica en hierro compensamos la deficiencia.
  • Depresión: en el cloro conseguimos el litio; elemento indicado en tratamientos psiquiátricos por el efecto sedante.

Necesitamos agua pura, no sustitutos. Fotografía IStock

  • Problemas de vesícula: el bicarbonato de sodio, magnesio, calcio y otras sustancias que ingerimos con el agua favorecen la actividad hepática y biliar.
  • Reuma: el agua, el barro y las sustancias orgánicas e inorgánicas es una mezcla medicinal que al aplicar sobre la piel a 50 grados combate el reuma.
  • Estreñimiento: un efecto laxante o de saciedad se consigue al consumir en ayunas y a media tarde aguas que posean magnesio, cloruro de sodio y sulfato sódico.

Sustitución perjudicial
Los aditivos químicos que contienen las bebidas comerciales intervienen en los procesos normales del sistema nervioso central. Entonces, debemos evitar en lo posible sustituir el consumo de agua por café, refresco, alcohol, leche o jugos o té incluso. El cuerpo requiere agua pura.
 
Los sustitutos deshidratan, intoxican las células cerebrales, bloquean la producción de melatonina en el cerebro, inhiben enzimas utilizadas en la memoria, etc.

El poder de la terapia
La salud dérmica se logra con una simple ducha de agua fría; tonifica, calma y activa los nutrientes de la piel:
  • Su duración podría variar entre 15 y 20 segundos.
  • Debe caer directo en la cabeza y garantizar su recorrido por todo el cuerpo.
  • El insomnio o la debilidad requieren que el chorro caiga directamente en la columna vertebral.

Caliente
La hidroterapia desintoxica y aumenta la eliminación de ácido úrico y expulsa venenos metálicos:
  • Su duración debe variar entre 50 segundos y 2 minutos.
  • Es de uso temporal.
  • Debe caer desde lo alto de la cabeza.
  • Pueden aplicarlo personas con nerviosismo, debilidad y contra dolores no inflamatorios.
Ducha escocesa:
  • Lo recomiendan para reumatismo, neuralgias y diabetes.
  • Debe durar entre 30 y 35 segundos.
  • Abrir la caliente y de inmediato mantener la fría por 5 segundos.

La hidroterapia calma, tonifica y elimina toxinas. Fotografía Canales Mapfre

Ducha fuerte:
  • Con la ayuda de algún familiar, colóquese a una distancia de 3 a 5 metros, reciba la proyección del agua de la manguera por un lapso de 8 minutos sobre el cuerpo.
  • El recorrido debe comenzar desde los pies subiendo progresivamente. Sin causar daño por la presión, reciba el agua de frente.
  • Tonifica, purifica y es bastante útil para personas con artritis y sobrepeso. 
Ingerir el agua caliente y sus beneficios
La hidroterapia permite otros beneficios al ingerirla:
  • Elimina obstrucciones: en infusiones desprende mucosidad y mejora vías respiratorias.
  • Sinusitis: agua caliente con tomillo en trozos de algodón colocados en zonas locales dilata los senos nasales.
  • Insomnio: la leche caliente ayuda a conciliar el sueño.
  • Estrés: ducha de agua caliente calma y relaja.
  • Aparato digestivo: durante el día ingiera sorbos de agua caliente.

Caliente o fría aporta beneficios. Fotografía 65ymás.com

Tips extras
Necesitamos tomarnos un vaso de agua 30 minutos antes de comer; así preparamos el tracto digestivo. Es ideal en personas que padecen colitis, duodenitis y gastritis.

El cuerpo necesita que tomemos agua aún si no tenemos sed.


Hidratarnos constantemente rejuvenece el organismo. Fotografía Daria Shevtsova Pexels

Ayunar con agua ayuda al organismo a que deseche sustancias no deseadas y tóxicos acumulados. Es normal que por consecuencia del sedentarismo y malos hábitos nos atosiguemos o sobrealimentemos.
 
Una leve interrupción de ingesta de alimentos será provechoso y mucho más energético si se hace con agua, pero, es mejor si consultamos al médico, no es una práctica recomendable para todos.
 
Cualquier tratamiento con el agua debe combinarse con una buena alimentación, una adecuada rutina de ejercicios o en su defecto, una caminata revitalizante cada día. El organismo necesita agua, no sustitutos. Si nos hidratamos, rejuvenecemos el organismo.