La hepatitis no puede esperar
Millones de personas desconocen que viven con esta enfermedad. ¿Sabemos cómo prevenirla?

ESTAMPAS

30/07/2021 06:00 pm



Sjandra Rendón


Es el 28 de julio de cada año cuando se celebra el Día Mundial contra la Hepatitis, y la fecha corresponde al día de nacimiento de Baruch Blumberg, un reconocido y laureado doctor que recibió el Premio Nobel por haber sido la figura que descubrió el virus de hepatitis B, al tiempo que diseñó una prueba de diagnóstico y hasta la vacuna.
 
En el 2015 las sociedades y sistemas de salud arrancaron con campañas de concienciación. Millones de personas se han sumado a los programas estratégicos para difundir rápidamente la información, llamar a los tratamientos, mejorar las actividades de prevención y promover los planes de los entes gubernamentales.
 
Para el 2016 la Alianza Mundial contra la Hepatitis asumió la meta de eliminar la enfermedad, comprometiéndose a cumplirlo para el año 2030, sin embargo, entre los más evidentes inconvenientes para alcanzar el objetivo, están la poca cantidad de pruebas diagnósticas que se realizan, así como la puesta en marcha de tratamientos efectivos.
 
Para este 2021, la campaña se titula La hepatitis no puede esperar, enfatizando en la urgencia de accionar en la erradicación de la enfermedad como amenaza. Líderes mundiales entrarán en discusión respaldados por una jornada programada por la OMS para avanzar hacia la meta del 2030, en el que estiman su eliminación total.
 

Mejor si no los compartimos. Fotografía Cero residuos
 
¿Hepatitis viral?
Este padecimiento consiste en la inflamación del hígado que se puede generar de muchas maneras y unas de las más habituales son los virus. De aquí se desprenden muchas aristas y podemos mencionar A, B, C, D y otros tipos.
 
Secundariamente se puede producir esta enfermedad por otras causas, citando en este caso las hepatitis autoinmunes, que son por reacciones o inflamación del hígado por productos del organismo, por ejemplo, y hepatitis tóxicas que son por consumo de medicamentos o comidas específicas, por ejemplos, setas venenosas.
 
¿Qué notamos cuando tenemos una hepatitis?
Como se trata de una inflamación en la zona del hígado, lo que se nota en primer lugar es un dolor en el área debajo de las costillas, y dependiendo de la gravedad, se verán afectadas algunas funciones del hígado; se alterarán las secreciones biliares, la secreción de proteínas y la coagulación. Son cambios que se observarán de mayor o menor grado según la condición o el tipo de la hepatitis.

Se tienen las hepatitis víricas, las de tipo A que son transitorias y no presentan síntomas graves, al punto que la persona no se entera si la tiene y suele producirse por contaminación fecal de alimentos que se consumen. Comúnmente puede aparecer en la etapa de la infancia o la adolescencia.

Es meritorio diferenciarlo de las otras víricas como la B y la C que se transmite por transfusiones, por contacto materno filiales y contacto sexual. Estas son mucho más graves, porque la B puede pasar en un período agudo a volverse crónica y podría desaparecer al tiempo, pero la C puede ser crónica y llegar a terminar en cirrosis hepática.
 
En cuanto al diagnóstico, este se hace por los síntomas de la persona, por ejemplo; dolores, color amarillento en la piel y ojos, molestias, pierde peso, presenta náuseas y vómitos. Se obtienen también por los resultados de las pruebas analíticas y de función hepática. Con las transaminasas elevadas, el aumento de la bilirrubina en la sangre, alteraciones en la coagulación se tiene parte del diagnóstico.



¿Tratamiento?
Cada vez más se están realizando tanto estudios como tratamientos con antirretrovirales en el que se determina el nivel vírico de la hepatitis y un mejor tratamiento que pueda dilatar el paso de la hepatitis a cirrosis y disminuir los trasplantes.
 
Los tratamientos para eliminar la hepatitis son muy eficaces actualmente, que también curan la hepatitis C y controla la B, evitando que se avance a la cirrosis o que padezcan hepatocarcinoma.

En cuanto a las medidas de prevención, se pueden citar algunas:
● Cuando amerite colocarse alguna inyección, asegúrese que las condiciones del lugar sean idóneas. Observe que los accesorios sean descartables y que quien le atienda sea personal calificado.
● No comparta objetos personales, como las cuchillas de afeitar, cepillos dentales, cortauñas, limas o piedra pómez. Estos pueden convertirse en medios de transporte del virus de hepatitis C y demás infecciones.
● Como método de barrera, utilice preservativos.
● Evite tatuajes, perforaciones y acupuntura en establecimientos o locales comerciales no calificados o informales en los que se ven el uso de materiales deteriorados o potencialmente contaminados.

Se puede vacunar contra la hepatitis B
En los calendarios oficiales de todo sistema de salud de cualquier nación está incluida y cualquier persona puede ir sin ninguna prescripción médica, únicamente con su documento de identificación, este año no es la excepción.
 
Demás está decir que debe consultarse con un profesional de nutrición y dietética, considerando que dicha enfermedad demanda alta energía y nutrientes. En líneas generales, un paciente que sufra una enfermedad del hígado debe tomar nota de lo siguiente:
  • Debe evitar ingerir alcohol.
  • Procurar mantener una alimentación sana y balanceada.
  • Hacer tres comidas principales y tres meriendas intercaladas.
  • La dieta mientras más variada es mejor.
  • Considerar la importancia de acudir al médico nutricionista para que programe la dieta que se amolde a las necesidades nutricionales.
 
Formar parte de la celebración de un día en el calendario mundial relacionado con el tema de la salud, es ponernos en acción y dar un paso adelante en la lucha contra la enfermedad. ¡Merecemos calidad de vida!