Se fue sin decir adiós pero revisa mis redes sociales
Para retratar esa situación existen los términos “ghosting” y “orbiting”. Aquí explicamos qué son y cómo cuidarse de ellos

ATENEA ANCA

26/07/2020 05:00 am



Muchas personas han experimentado el famoso “ghosting”, palabra inglesa que se usa para explicar un comportamiento muy específico: la persona termina una relación sin decir nada, es decir, con la simple desaparición. Sí, estas personas cortan abruptamente y mantienen de manera radical su ausencia. No hay respuestas, ni llamadas, ni mensajes, ni explicación de cierre. Simplemente, desaparecen y ya, para convertirse en unos “fantasmas” que hacen que el duelo de la separación sea profundamente difícil de superar porque la otra persona se queda constantemente esperando que el otro aparezca en algún momento y le explique por qué se fue de ese modo. 

El término “ghosting” es relativamente nuevo pero ha ocurrido por muchos años. Antes terminaban la relación desapareciendo y, al no haber teléfonos celulares, las personas podían pensar que algo malo le había pasado a quien había desaparecido. Pero desde que los teléfonos inteligentes se apoderaron de nuestra comunicación, es mucho más fácil saber cuándo alguien no quiere más nada con su pareja. Se puede ver que está en línea pero no abre los mensajes, o ha bloqueado tu número pero al agregarlo a otro número puedes ver que sigue en línea. No sabes por qué lo ha hecho pero sabes que no falleció y que simplemente no quiere estar contigo. 

Este tipo de duelos son difíciles de superar porque durante este proceso queremos entender bien lo ocurrido para ganar aprendizaje de la relación. Además, generalmente necesitamos un evento claro de cuándo y por qué se terminó la relación para abandonar la primera fase del duelo: la negación. Al no haber esa conversación final, la persona niega que se haya acabado por mucho más tiempo del que debería por salud mental. 

Con la llegada de las redes sociales y las historias de WhatsApp, Instagram y Snapchat, se ha complicado todo aún más, pues ahora podemos hablar de otro fenómeno llamado “Orbiting” el cual, también proveniente del inglés, sugiere que la persona desapareció pero se queda revisando las historias en las redes sociales. Estas apps permiten ver quién ha visualizado nuestras publicaciones, y entonces la persona afectada se obsesiona por ver si su ex pareja sigue viendo lo que publica; y al comprobarlo se retrocede mucho en el proceso de duelo pues se cree que todavía hay esperanza de que vuelva con una buena explicación por su desaparición. 

Pero en el “orbiting” no necesariamente ocurre este tipo de retornos. Se trata de no querer estar contigo, evitarme la conversación incómoda, desaparezco de la faz de la tierra pero sigo viendo con atención cómo te encuentras, tal vez por culpa, cariño o morbo.

Muchos personas en esta situación terminan fingiendo felicidad a través de fotos y videos con la única finalidad de hacerle ver a la otra persona que han salido adelante. También publican situaciones íntimas porque saben que el mensaje puede ser visto por la ex pareja y, al sensibilizarse con su situación, podría lograr que se contacte nuevamente.

¿Qué les puedo recomendar? Que si les hacen el “ghosting”, no permitan el “orbiting”. Es decir, si alguien desaparece y no quiere ser encontrado, sáquenlo de sus vidas radicalmente, al menos mientras vivan el duelo de pareja. Una vez que se supere el dolor, y solo si lo desean, podrían intentar contactar nuevamente. 

Es muy probable que si se trataba una relación con un gran compromiso y la persona actúa de esta manera tan cruel, sea necesario un acompañamiento psicológico para tomar el camino correcto hacia la salud mental y el amor propio.