Tarea para hoy: aceptarse
Somos únicos e irrepetibles y esa es una mezcla maravillosa. Pero nunca está demás hacer un ejercicio para reafirmarnos

ATENEA ANCA

15/10/2021 06:00 pm



¿Qué defectos escogerías para ti? ¡Yo sé que es una pregunta muy rara! pero tiene una gran intención detrás, lo prometo. Decenas de personas me confiesan en consulta lo muy incómodas y avergonzadas que se sienten con esos “defectos” en su forma de ser que se han dado cuenta que tienen. A veces, ilusamente me piden que las ayude a quitarse todo eso de encima para ser mejores personas y tener mejores relaciones interpersonales. Y claro, algunas de estas características son posibles de mejorar, pero muchas otras no porque forman parte de la personalidad. Entonces el trabajo terapéutico es otro: aceptarse.

Te planteo el siguiente ejercicio de visualización: imagina que entras a un supermercado de defectos y en sus pasillos estuviesen exhibidos todo tipo de características socialmente mal vistas. Por ejemplo, mentiras compulsivas, necesidad de robar, agresividad, maldad, viveza extrema, infidelidad descontrolada, carencia de talentos, desconexión emocional, flojera extrema, falta de empatía, ausencia de autocontrol, y un largo etcétera. Imagina también que debes salir de ese supermercado con 5 defectos, pudiendo dejar los tuyos allí y tomar otros 5. Esos defectos que no conoces porque no tienes, no sabes qué consecuencias te traerán y cómo afectarán tu autopercepción. Seguramente, será más fácil seguir con los que tienes que al menos ya los conoces bien. ¿Para qué empezar de cero con otro defecto?, ¿para qué dedicarle años a que tu entorno y tú los conozcan y los acepten?, ¿para qué pasar de detestar una cosa a detestar otra?


Vamos a estar claros en algo, no puedes pretender la perfección. Nunca, por más que trabajes en ti, serás ideal. Siempre cojearás de alguna pata, y cuando esa pata es algo que forma parte de tu identidad, será mejor amar ese lado oscuro también porque se hace un ser humano y no un robot.
 
Yo acepto mi tendencia a ser rígida, a pasarla un poco mal cuando debo tomar decisiones importantes por temor a equivocarme, a exigirme demasiado, a no delegar. Acepto mi humor sarcástico en situaciones de tensión y esa dificultad para soltar todo y relajarme. Acepto ser quien soy porque me gusta mi combinación de características. Si en lugar de ser autoexigente fuese perezosa, no me gustaría tanto. Me gusta porque sé que esos “defectos” son sólo características de una lista de muchas cualidades que forman mi identidad y me hacen única.
 
Y claro, este análisis aplica también para tu relación de pareja: ¿aceptas sus “defectos” o preferirías otros?, ¿aceptas su falta de iniciativa o prefieres que le guste estafar a otros?, ¿escoges su desorden o prefieres cambiarlo por una tendencia ermitaña?

¡Qué mezcla tan maravillosa somos! Somos únicos e irrepetibles. Así que: ¡Aceptémonos y amémonos!

Clínica de la Pareja: @clinipareja www.clinipareja.com