Pierre Cardín: El diseñador del futuro

ESTAMPAS

31/01/2021 05:00 am



Mauricio Cilingg (*) 

El 29 de Diciembre la Academia de Bellas Artes de Francia anunciaba ante ya un golpeado mundo, la muerte a los 98 años de Pierre Cardin. El que había sido llamado durante muchos años como “el artífice de la moda espacial” “el diseñador del futuro” hacia elegantemente su partida hacia las estrellas a las que alguna vez miro en búsqueda de inspiración. 

Hijo de inmigrantes italianos y nacido como Pietro Costante Cardin en San Biagio di Callalta en la muy italiana región de Véneto. Llegó a Francia muy pequeño junto a sus padres huyendo del fascismo que azotaba al bel paese, y posteriormente En 1945 se trasladó de Saint Etienne localidad que había recibido a la familia originalmente, hacia París con el sueño de convertirse en modisto. 

Toda historia tiene un comienzo 
La ciudad luz brilló intensamente para él, y fue luego de estudiar arquitectura que sus primeras oportunidades en el fascinante y onírico mundo de la moda parisino llegarían para cambiar su vida eternamente. Las casas Paquin y Elsa Schiaparelli le abrirían las puertas y le presentarían al mundo del arte vestural desde sus costuras internas. Rodeado de todo el aura de genialidad que era representativa de las mentes con las que trabajaba, fue cuando su verdadera pasión inundo los recodos de su imaginario. El culmen de su aprendizaje llegaría en 1947 cuando empezó a trabajar para un aún desconocido Christian Dior.

“fui aprendiz de Dior, porque fui su primer empleado. Las puertas de su taller abrieron a las 8 AM y yo estaba ahí desde las 7:30 AM” 

Con Dior como su maestro, su vista se cultivó y absorbió los conocimientos básicos entre lo clásico y lo elegante, cuando el muy famoso New look revolucionaria la manera en que era vista la moda. 

Aprendiendo a volar
Sus inicios entre el arte y la transgresión características de Elsa Schiaparelli, y el clasicismo y sofisticación de Monsieur Dior. Le dieron suficientemente aire a sus alas para que en 1950 decidiera emprender vuelo por sí mismo y así empezar a fraguar lo que sería luego su sello.

Durante tres años se dedicó a diseñar y confeccionar indumentaria para el mundo de teatro. Trabajo que además le otorgo el honor de participar en algunos proyectos artísticos en donde las etiquetas de los atuendos llevaban su nombre. En 1953 presento su primera colección de alta costura, en donde su espíritu rebelde se manifestaba pero levemente amainado por sus cimientos clásicos. Fue esa mezcla la que empezó a cautivar a las mujeres de mundo, princesas, actrices y primeras damas, que apostaron sin dudarlo a este joven tan peculiar. Sin embargo él sabía que esta afortunada porción de clientela no era del todo lo que representaba a su firma, a su ingenio. 

“Yo quería ver mis creaciones en la calle, siendo usadas por la gente común. Quería que mi nombre inundara las calles” 

La década de los 50´s fue su carta de presentación y no defraudaba a su público en crecimiento al que ahora se sumaban los caballeros. Y fue justamente en esta área en donde también fue pionero al organizar el que sería el primer desfile de moda masculina. 

En 1956 es expulsado de la cámara sindical cuando presento una colección de Pret-a-porter (listo para usar), y la vendió en los míticos almacenes Printemps, hecho que no fue muy bien visto por sus colegas diseñadores que consideraban al pret-a-porter como un crimen que atentaba contra el sacro arte de la alta costura. Para Pierre era solo un paso más hacia su visión de negocios, hacia la tan anhelada expansión y democratización de la moda que él deseaba desde tiempo atrás. Fue este comportamiento rebelde y visionario el que ocasionaría que fuera visto como uno de los padres del Pret-a-porter y por ende de la moda actual.



La era espacial 
Fue en los años 60´s cuando el hombre enfocó su mirada a la luna, y la carrera espacial entre dos grandes titanes se desenvolvía causando una fiebre que llegaría a todas partes del mundo, y por supuesto la moda que es un reflejo fiel de la actualidad, sería una muestra más de la pasión humana por descubrir que había más allá de las estrellas. Este era el marco perfecto para que la mente de Cardin que aun guardaba una parte levemente dormida, despertara y expusiera a su totalidad la inmensa creatividad que habitaba en ella.

“Soy un poco clásico. Pero si hubiera sido totalmente clásico, no hubiese tomado riesgos en mi vida” 

Las formas geométricas y los textiles sintéticos fueron el camino elegido para concretar la que sería su obra más recordada. La moda espacial que era una anticipación de un futuro utópico, cobraba vida a través delas creaciones de Cardin, que eran exuberantes y nada parecidas a su trabajo anterior. El brillo de las telas metalizadas y las figuras artísticas que lograba en cada prenda, envolvían a las mujeres resaltando más su personalidad que su figura dando un salto gigantesco en términos de moda e indumentaria ya que lo usual era que las féminas destacaran sus atributos ataviadas en elegantes y delicadas creaciones. 

El vinilo, el plástico y la fibra sintética fueron sus materiales predilectos, materia prima que suplantó a los finos textiles que antes usaba, y así a través de la trasgresión su nombre recorrería el mundo. Ya no necesitaba la aprobación de sus iguales fashionistas, ahora tenía la del público que pedía a gritos sus diseños, que además podían ser adquiridos a precios razonables.

Ahora el reto era llevar su nombre al mundo entero, y la clave llegaría en forma de licencias que eran otorgadas y comercializadas para que su rúbrica estuviera en infinidad de etiquetas de productos que iban desde una corbata, hasta a algo tan elemental como un bolígrafo. 


Una visión futurista siempre lo acompañó

Grand Finale
En 1966 compra el antiguo Theatre des Ambassadeurs para en 1971 inaugurar el primer Espace Cardin, un espacio en donde se daban cita distintos tipos de arte y en donde Pierre Cardin mostraba sus colecciones. Este es una especie de templo en donde se celebran las artes y se les da la oportunidad a nuevos artistas a demostrar sus talentos. 

Con ya fama internacional Cardin se dedicó a expandir su marca a territorios inexplorados por los diseñadores de la época,en 1979 fue pionero al realizar varios desfiles en China, logrando cautivar a una audiencia que quedó prendada para siempre a su visión estética. Su ropa seria usada por personas con todo tipo de nacionalidades, géneros y estatus social, logrando completar parte de su deseo, que fue desde siempre llegar a todo el mundo, con su mensaje cargado de optimismo sobre el futuro. 

La vida de Pierre Cardin estuvo en evolución constante, debatiéndose entre relatividades, dicha evolución la llevo a toda su extensa obra, convirtiéndose en el pionero del siglo. Supo comercializar su esencia y llevo su rúbrica a miles de objetos, pero sobretodo demostró que cuando la rebeldía es encausada a favor del progreso, se le conceden concesiones y al final se ve con una perspectiva positiva. 

Este excelso couturier fue un magnifico camaleón que cambio de piel frecuentemente y muestra de ello fue su infinita evolución: De pietro a Pierre, del gran aprendiz de alta costura al maestro del pret-a-porter y ahora del hombre a la leyenda. 
 
“La moda no es solo un divertimento, un juego, sino una presencia de civilización y , por tanto, una parte del arte”



(*) Mauricio Cilingg en Redes Sociales: Instagram: @mauroesmoda