¡Deshazte de la ropa de otras tallas!
Conservar prendas de vestir de cuando éramos más delgados o teníamos mucho peso no inspira ni motiva. Todo lo contrario; es tóxico y alimenta una voz que nos gritará cada vez que abrimos el closet

ESTAMPAS

20/08/2021 06:00 pm



Sjandra Rendón


Todos tenemos en el armario ropa de varias tallas, porque pensamos que podemos volver a ellas. Si es ropa delgada, anhelamos usarlas de nuevo, pero si es ropa de tallas grandes, creemos que por algún descuido y aumento de peso involuntario podríamos llegar a necesitarlas.
 
Visto desde cualquier punto de vista, es un aspecto tóxico, porque nuestra mente permanece trabajando constantemente cuando buscamos algo qué ponernos y comienzan los pensamientos nocivos.
 
Entre los aspectos negativos que pudieran llegar a controlarnos -solamente por observar cada día la ropa de otra talla- están el sentimiento de culpa, de fracaso, de poca fuerza de voluntad, recuerdos desagradables o ciertos períodos de depresión.
 

Fotografía Pressfoto Freepik

Fotografía lookstudio Freepik 

Entonces, no permitamos que la ropa nos haga sentir como fracasados y busquemos deshacernos de todo lo que no nos sirva hoy, es decir, de las tallas delgadas, más delgadas y gordas.

La ropa que usábamos cuando teníamos unos 7 kilos menos le dice al cerebro que teníamos que habernos esforzado más para tener el cuerpo deseado. La ropa menos delgada podría gritar “¡no pudiste!” cada vez que se abre el closet, mientras que la ropa de cuando pensábamos 20 kilos más recuerdan que no debemos dejarnos arropar por la confianza y desesperanza, porque el peso puede volver.

No significa que si desocupamos el armario de ropa muy delgada estamos renunciando a la esperanza o posibilidad de creer en volver a esa talla con un poco más de ejercicio o cambios de hábitos en la alimentación. Tener vestidos pequeños guardados, definitivamente no nos ayudará a bajar de peso. Es necesario correr el riesgo y comprar prendas de la talla que tenemos hoy.


Fotografía wayhomestudio Freepik 

Ajustemos ropa y pensamientos. Fotografía Imagen de mujer 
Que nos haga sentir bien por dentro y por fuera. Fotografía No muy caro
 
Usar blusas o pantalones anchos para esconder nuestra figura por no estar a gusto con ella, no es saludable. Lo que sí es sano es anunciarnos por medio de prendas ajustadas, más no asfixiantes. Así nos sentiremos relajados y nos sorprenderán los resultados.

Una tarea que podemos poner en práctica al comer -si es que sentimos algunos kilos demás que nos agobian- es detenernos cuando sentimos que ya nuestro cuerpo recibió lo suficiente.

No alimentemos más esas voces crueles que a diario nos atormentan; renovemos el closet. Si no contamos con dinero suficiente para hacer los cambios que pensamos; con el sólo hecho de abrir espacio, el universo confabula positivamente para que se vuelva a llenar con lo que necesitamos y con la talla que corresponde.

Todo lo que no nos sirve, para otros es ideal. Existen infinitas fundaciones, hospitales, asociaciones, iglesias y casas de apoyo a las que podemos acudir; así ayudamos a otros y nos ayudamos a nosotros mismos.
 
Actualmente es común visitar las tiendas con ropa de segunda mano, pero que lucen como nuevas. Una chaqueta bordada, con coderas de cuero, o un vestido de rayón con unas botas a media pierna nos caería de lujo. Recordemos que un toque de glamour nunca está demás.