Upcycling: Ícara llena de color a la moda verde
La moda y el planeta pueden hacer las paces, y queda demostrado con los accesorios de Natalia Hoyos elaborados a partir de botellas plásticas recicladas, textiles, combinados con lentejuelas, y piedras semipreciosas

ESTAMPAS

23/07/2021 06:00 pm



Mauricio Cilingg


Cuando se habla de tendencias es siempre bueno resaltar a aquellas que han sentado un precedente, a las que desafían las reglas y rompen esquemas en pro de una causa de impacto positivo sobre la humanidad. Y en un mundo como en el que vivimos en donde día a día nacen nuevas tendencias, debemos apoyar especialmente estas que nos hacen un llamado de atención y nos obligan a voltear a una realidad quizás no muy placentera.
 
Para nadie es un secreto los terribles daños medioambientales que son causados año tras año por la industria de la moda, según expertos una de las más contaminantes del mundo, y aunque se han puesto en práctica miles de métodos de reciclaje y concienciación hacia el tema, aún no es suficiente para mitigar la inmensa huella que este negocio deja en nuestro planeta.



Sin embargo, en los últimos años hemos sido testigos de una tendencia que apuesta a la creatividad y al reciclaje como los medios perfectos para crear moda de vanguardia, a partir de desechos a los que se les puede dar nueva vida, evitando así el consumo y la demanda de nuevos materiales que al cabo de poco tiempo serán nuevamente desechados causando más contaminación a su paso.
 
Con estas palabras de preámbulo el día de hoy les presentaré la tendencia del upcycling. Esa forma maravillosa que ahora posee la moda para reinventarse a sí misma, para emerger de las cenizas como el fénix, y transmitirnos un mensaje no solamente de conciencia ambiental, sino de estética y arte unidas de la mano por la creatividad.
 
Hoy llevaremos este tema al universo de los accesorios, de los complementos, de aquellos que son los mejores amigos de las damas, y ¿por qué no? de los caballeros también.
  
Si hay dos accesorios representativos de la indumentaria femenina, esos son los pendientes, también llamados colgantes, aretes y zarcillos, estas prendas místicas que acompañan a la raza humana desde tiempos inmemoriales tienen un poder mágico para iluminar el rostro de su portadora, para hacerla destacar de entre la multitud y ayudarla como si de un amigo se tratase a ataviarse con seguridad y sofisticación.
 
 
Durante el paso de los años estos cómplices femeninos han ido cambiando de tamaño, de textura, de colores, y su diseño se ha multiplicado en incontables variantes hijos, nietos y bisnietos de ese primer par de zarcillos primitivos. Sin embargo, aunque físicamente han mutado, su labor esencial sigue siendo la misma y en la actualidad no solo son un símbolo de estilo personal, sino también de un sentir fashionista que se ha apoderado del mundo, ese sentimiento de elegancia latina que hoy recorre el mundo se ha manifestado especialmente en nuestros protagonistas de día de hoy.
 
Y es por eso que los colores, las texturas y los diseños más exóticos provienen de mentes latinas, de ADN sudamericano, en donde los colores y la variedad inundan cada recodo de estas selvas en las que su flora y fauna han servido de inspiración para las más grandes mentes artísticas del mundo.

En esta ocasión nos vamos a pasear por una firma de accesorios cuya propuesta apunta hacia lo sostenible, sin descuidar por supuesto la belleza y la estética; esas dos hermanas que siempre están presentes en cualquier prenda cuyo destino sea aderezar, y resaltar la belleza humana.

La opulencia, el glamour y la pomposidad cobran sentido en cada zarcillo creado por Natalia Hoyos para su marca Ícara. Una firma con ADN colombiano pero que hoy está presente en Estados Unidos y Europa, y que ha dado mucho de qué hablar por sus diseños llamativos y fastuosos, pero que como valor agregado son hechos con un trasfondo sostenible.


La creatividad y naturaleza se conjugan                               Zarcillos que realzan la naturaleza de la mujer 

El planeta y la moda hacen las paces 

Natalia siempre ha sentido una fuerte inclinación hacia la moda, y es por eso que posee un ojo cultivado y educado para encontrar la belleza, pero además, para ella la sostenibilidad y el conservacionismo también tienen un peso importante en su cotidianidad.
 
Así es como, inspirada en la naturaleza y en el banco de creatividad que es la madre tierra, ha creado Ícara, una marca de zarcillos que son fabricados a partir de botellas plásticas recicladas, tapas y retales textiles, que combinados con lentejuelas, mostacillas y piedras semipreciosas dan paso a verdaderas obras de arte usables.
  
No hay mujer que no quede prendada a sus creaciones cuando las observan, y es que estas divinas prendas son el epítome de esa extravagancia celestial a las que nos tiene acostumbrados estas tierras benditas de Latinoamérica, y aunque Natalia afirma “que no es profeta en su tierra”, su marca ha alcanzado un idioma global que es el del arte.
 
Cada una de estas piezas es única, y por ende especial, son hechas a mano por la propia Natalia, la clienta que adquiere un par de estos zarcillos se lleva con ella algo exclusivo, pensado para vestir con solo usarlos y no pasar inadvertida. Icara.icara.sf

Ícara hoy es sinónimo del nuevo lujo, ese que no destruye en su proceso de elaboración, sino que edifica y educa a una sociedad que queda embelesada con la belleza que lleva cada una de estas piezas, demostrando que la moda y el planeta pueden hacer las paces, pueden coexistir sin causar daños colaterales y aun así complementarse en torno a la belleza, esa que es indisoluble cuando está hecha a base de amor y creatividad.
 
Mauricio Cilingg en Instagram: @mauroesmoda