Para celebrar en Navidad: vinos fortificados o de licor
La riqueza en alcohol y la dulzura de estos vinos son una opción exótica para combinar con el plato navideño venezolano. La dulzura además nos conectará con nuestros antepasados y con los recuerdos de la infancia

ESTAMPAS

13/12/2020 05:00 am



Dayana Medina (*)


Todos nos confundimos con las palabras generosos, fortificados, licorosos o de licor, utilizadas para estos vinos especiales. Hay una gran diferencia entre los que son de licor o generosos y licorosos o cosecha tardía.

Los vinos generosos, fortificados o de licor son los que en su proceso natural de fermentación se les agrega alcohol, ya sea para apagar la fermentación o enriquecerlos desde 15 hasta 19 grados. Digamos que hay una intervención especial en el proceso pero que continúan siendo vinos 100% de uva vitis vinífera.

Dentro de esta categoría encontramos una gran cantidad de vinos generosos ó de licor, que pueden ser secos o dulces. 

Primeramente los de Jerez (D.O.), vinos españoles que se dividen en dos: 1) los que sufren crianza biológica, los Finos y las Manzanillas. 2) Los que sufren solo crianza oxidativa en contacto con el aire en barricas no colmadas: Oloroso y Palo Cortado. En el caso de los amontillados sufren las dos crianzas: biológica y luego la oxidativa.



También están los Pedro Ximenez, originarios de Montillas Moriles, unos vinos elaborados con la uva del mismo nombre, generalmente muy dulces. 

En cambio en Málaga se elaboran vinos Moscatel enriqueciéndose con alcohol. Y los vinos de Malvasías que se producen en las Islas Canarias y en Huelva.

Otros vinos generosos son los Oportos y todos sus tipos: Ruby, Tawny, Tawny con indicación de edad: 10 20, 30 años, Colheita, Vintage, LBV, etc. 

Los Madeiras de Portugal, los Márzalas de Sicilia y los Vin June del Jura y los Banyuls de Languedoc, ambos de Francia.

Son distintos a los vinos de cosecha tardía tales como Late Harvest, Sauternes, Vin de Paille, Tokay Atzu, Ice Wine, etc. En el proceso de estos vinos la uva se pacifica, algunos con la podredumbre noble, esa enfermedad resulta positiva en la concentración de azúcares, que serán la receta base para estos vinos densos y de color dorado. La fermentación se apaga (sin agregar alcohol vínico) generalmente con sulfito y otros métodos.

Los vinos fortificados son una opción exótica para celebrar la Navidad. La riqueza en alcohol y esa dulzura serán una buena armonía para el plato navideño.

Dependiendo de la preferencia se puede comenzar una velada con una copa de vino fino y un jamón madurado de Visconti, o español si se consigue.

Puedes preparar deliciosos cocteles con el oporto Tawny Barros, con un poco de soda y jugo de naranja. 



Dependiendo de la costumbre algunas familias acostumbran a picar antes de servir el plato navideño: una hallaca, la ensalada de gallina, el pan de jamón y por supuesto el pernil. Con esa mezcla de sabores dulce, salado, grasoso y untuoso prueba un vino de Oporto tipo Ruby, LBV o Vintage donde la fruta prevalece. Tendrás una armonía por concordancia. 

La dulzura de estos alimentos con el vino, además el grado alcohólico y la astringencia, limpiarán la suculencia y la untuosidad, junto a la acidez de estos vinos que está detrás de la dulzura que limpiarán la grasosidad.

Con nuestras influencias no es extraño que tengamos una variación del plato navideño y quizás se sirva un pavo relleno, con tendencia dulce, o algo muy venezolano como el jamón planchado con piña. Una opción: los vinos de Madeira o un Oporto Branco con sabor menos dulce.

Si eres muy tradicional y prefieres guardar este estilo de vinos fortificados para los postres, estás en el momento de disfrutar de un dulce de lechosa con un Tawny, una torta negra con un Colheita o un panettone con un Lágrima.

Si te queda espacio para nuestros fabulosos quesos venezolanos madurados, donde consigues Ananké, Las Cumbres o los de Visconti, prueba con un vino al estilo Late Harvest, Cosecha Tardía o Tokay Aszú, acompañados de pan de pasas, uvas e higos maduros. 

Lo importante es celebrar con alegría decretando felicidad, aunque no tengamos muy claro el año 2021. La dulzura de estos vinos con nuestros sabores nos conectarán con nuestros antepasados, los recuerdos de infancia que todos tenemos.

Cada uno de acuerdo con sus posibilidades, inyectándole mucho amor, sabor y buen vino. Conéctate con el vino, el placer y los sueños del venidero año construyendo tu burbuja.

(*) Dayana Medina es directora de la Academia de Sommeliers Vzla. Y vicepresidente de la Asociación Venezolana de Sommeliers.Sommeliere 1995 / Jurado Internacional de Vinos Concursos Mejor Sommelier del Mundo: Canadá 2000, Grecia 2004, Chile 2010 y Trofeo Ruinart de la Americas Reims 2004 / Fundadora de Amavi Venezuela / NMRK

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