Madres en tiempo de pandemia
Durante la enorme crisis vivida con El COVID-19 respondieron con dedicación, fuerza en valores, infinita ternura y amor. Rendimos homenajes a ellas a través de tres madres venezolanas, Aisha Stambouli, Beatriz Lugo y Lorena Guerra de Uzcátegui

ESTAMPAS

29/04/2022 06:00 pm



Eliza Pérez

Ser madre es una elección para la vida que encierra mucho más que traer hijos al mundo, cuando la tierra se detuvo prácticamente en su totalidad por el COVID-19, las madres no tuvieron la oportunidad de hacerlo, debieron conjugar todos sus tareas en tiempos de cuarentena, teletrabajo, educación de los hijos, labores domésticas y rutina diaria, ejerciendo su rol ante todo pronóstico.

Las mujeres debieron intensificar los cuidados tanto emocionales como materiales de sus hijos e hijas, con la enorme presión de un reto de supervivencia jamás experimentado. Al mismo tiempo esta circunstancia también se convirtió en una oportunidad para organizar roles familiares y redefinición de prioridades.

Al prepararnos para celebrar a las madres en nuestro país, la actriz y cantante Aisha Stambouli, la periodista Beatriz Lugo y la abogada Lorena Guerra de Uzcátegui, nos cuentan sobre sus experiencias como mamás en tiempos tan retadores y con una misión en constante cumplimiento.


Aisha Stambouli: La pandemia se volvió la circunstancia de todos
A comienzos de la pandemia, la cantante y actriz, Aisha Stambouli, fue una madre muy protectora con su hijo Eithan, por lo que no permitió que muchas personas lo cargaran e incluso no lo sacaba de casa, excepto para las citas con el pediatra.

“Había que tener mucho cuidado con los niños durante la pandemia. Si de por sí están propensos a los virus, imagina en la época de COVID donde al final son virus latentes en el aire”, revela Stambouli. “No creo que los niños deban estar en manos de todo el mundo, con o sin pandemia”.

Una de las incógnitas que tenían las madres que recién tuvieron a sus hijos a comienzos del confinamiento, fue si debían amamantar a los bebés, ya que, debido a que no existía mucha información del virus, pensaban que se corría un posible riesgo de que el recién nacido pudiera contagiarse.


Aisha junto a su hijo Eithan

Sin embargo, la cantante no se detuvo ante esta interrogativa y afirma que Eithan fue amamantado y aún se sigue alimentando de esta manera. “Esto es lo que más lo iba a poner sano y fuerte, darle defensas y permitir generar sus anticuerpos. Cero temor de amamantar”.

¿Cómo fue criar a Eithan con la ausencia de Alberto?
Fue, es y será siempre la circunstancia que nos tocó vivir. No puedo describir o darle adjetivos a eso. Por supuesto, es sumamente difícil desde el punto de vista emocional, pero Eithan y el mismo Alberto, quien no nos ha abandonado en ningún momento, y siempre ha estado presente, nos ha permitido mantenernos a los tres en un solo lazo, unidos.

Siento que Alberto está protegiendo a su bebé, yo todo el tiempo estoy hablándole de él. Criar a Eithan sin Alberto ha sido enfocarlo en hacerlo sentir, que su papá está, pero en otro plano. Que le tocó el privilegio, dentro de todas las circunstancias, de poder ver y sentir a papá 24 horas a su lado, de que la vida a veces aumenta la fe, que es posible creer sin ver, y que la gente no se va nunca cuando está dentro del corazón.

¿Considera que las personas que no la pasaron bien en el confinamiento, deben contar con un apoyo emocional y psicológico?
La pandemia se volvió la circunstancia de todos, no todo el mundo maneja las emociones de la misma manera, pero creo que, cuando uno siente que no es capaz de manejar una emoción, uno tiene que ser inteligente, humilde y audaz para buscar ayuda.


"Siento que Alberto está protegiendo a su bebé"

No creo que haya que sufrir por temor al rechazo o al qué dirán. En la vida todo se resuelve cuando hablamos, entonces en la pandemia la situación fue más difícil, claro que sí. Hay personas que la pasaron mal, por ejemplo yo perdí a mi papá, en el peor momento del Covid en Venezuela, aún no habían vacunas. Pero siempre he contado con el apoyo de mi equipo, en todos los sentidos.

Recientemente usted se presentó en el BOD con su show “Te lo cuento y te lo canto”, ¿cómo fue el proceso de producción y de ejecución?
Fue una producción espectacular porque yo misma decidí encaminar el show, y volvimos a versionar las canciones que amamos, que me acompañaron en mi disco anterior, y también fue volver a revivir un montón de cosas.

El espectáculo fue un éxito total, el público salió conmovido, nunca había visto a tanta gente llorando en el show, me quedé impresionada, y estoy totalmente agradecida. Fue un homenaje a mi esposo, quien cumple dos años de fallecido, y era la primera vez que cantaba sin él en el escenario.


Beatriz Lugo: Nunca he tenido que sacrificar ninguna de mis facetas
La periodista Beatriz Lugo comenta que Alejandro fue un niño muy querido en casa, que mantuvo mucho apoyo de la familia, además del privilegio de tener a su disposición, las 24 horas del día, a sus padres y a su hermana mayor, Martina.

“Alejandro nació el 3 de marzo y a la semana siguiente anunciaron la pandemia. Fueron muchos meses de incertidumbre, de no saber cuánto íbamos a durar en confinamiento”, acota Lugo. Sin embargo, no todo fue negativo, ya que tuvo la oportunidad de verlo crecer y de conocerlo mejor, a diferencia de situaciones normales, donde los padres deben salir a trabajar después de los permisos paternales y las hermanas deben ir a estudiar a la escuela.

Independientemente de la pandemia, la periodista compartió que el cuidado que tuvo Alejandro fue el mismo de Martina, quien nació antes del virus. Sin embargo, el bebé se tuvo que adaptar a situaciones normales como los ruidos, que fuese cargado por alguien más, entre otras cosas.


Beatriz junto a sus hijos Martina y Alejandro

“Allí se puede notar la diferencia de bebé que nació en el encierro, donde se tuvo que adaptar a la normalidad. Actualmente está en el colegio, y adaptarse al salón de clases fue más lento porque no había tenido contacto con otros niños más allá de Martina”, comparte Beatriz.

Martina nació antes de la pandemia, ¿cómo fue esta etapa de crecimiento con respecto a sus estudios y crianza?
El tema con Martina en casa fue más difícil, porque ¿cómo le dices a una niña de 4 años que hay pandemia y que no puede volver al colegio? Nosotros como padres teníamos que explicarle eso, sumado a que se había convertido en la hermana mayor y que debía compartir sus cosas con su hermano.

Me tocó ser mamá, maestra y acompañarla en este proceso. Pero pude conocerla más, aprendimos juntas a leer, a escribir, siempre le dijimos la verdad, cuánto iba a durar el encierro, y que siguiera compartiendo con sus amigos por internet.

¿Cómo ha sido dividir ser madre y la profesión como periodista?
Para mí, dividir este tiempo no ha sido difícil, ya que siempre quise ser periodista y mamá. Mis embarazos fueron planificados, en momentos donde yo sabía que tenía el tiempo necesario para dedicárselo al bebé y sigo estructurando mi vida así.


"Me tocó ser mamá, maestra y acompañarla en este proceso"

Tengo la bendición de tener un programa solo en las mañanas que me permite llevar a mi hija al colegio, ir al canal, después buscarla y estar con mis hijos durante las actividades extracurriculares porque en las tardes estoy libre.

Nunca he tenido que sacrificar ninguna de mis facetas, ni la de esposa, madre y periodista. La clave está en la organización.


Lorena Guerra: El aprendizaje es el agradecimiento y la fe
David y Andrea, hijos de la abogada y esposa del político David Uzcátegui, Lorena Guerra, nacieron antes de la pandemia, pero existió un proceso largo con respecto a su educación, la cual se tuvo que realizar en casa. “Me tocó enseñar contenido como a todas las mamás. Andrea en ese entonces tenía 7 años, David 11 años, y con Andrea fue más complicado porque no tenía mucha experiencia con la computadora”.

La abogada comparte que, a pesar de las circunstancias, los niños pudieron aprender más a utilizar los aparatos electrónicos, pero también sintió que se perdió la magia de hacer tareas en sus cuadernos, que quedaron atrapados en el colegio cuando se anunció la pandemia.

Con respecto a las medidas de bioseguridad en casa, Guerra reveló que todos mantuvieron sus cuidados y existieron protocolos para entrar y salir de la casa. Con el pasar del tiempo, fueron flexibilizando estas medidas cuando aparecieron vacunas, tratamientos en casa y más.


Lorena junto a sus hijos David y Andrea

Unos de los aprendizajes que le deja Lorena a sus hijos es “el agradecimiento y la fe”.

Ella continúa: “Hay que ser agradecidos por todas las bendiciones que nos rodean diariamente, por la vida, la salud, la familia. Y la fe, que es la que no te abandona durante el miedo y la incertidumbre, y es lo que te mantiene en pie”.

¿De qué manera ha podido dividirse entre su rol de ser madre y el apoyo incondicional que le brinda a los lugareños del estado Miranda?
La clave es mantener las prioridades presentes, poder organizarse, y escoger en qué momento soy más mamá y en qué momento estoy en el lado social. Esto ha sensibilizado mucho a mis hijos, los ha hecho madurar, independizarse con sus responsabilidades, pero saben que yo estoy allí para lo que necesiten, son mi prioridad sin duda.

Hay mucha comunicación con mis hijos, siempre les cuento lo que estamos haciendo y eso los ha sensibilizado, los ha hecho más agradecidos, madurar, y los veo más independientes en sus responsabilidades. Cuento con la fortuna de tener a mi madre, quien ha estado en casa dedicada a consentirlos, educarlos, cuidarlos, y el resto de la familia, donde todos somos muy unidos.


"Esto ha sensibilizado mucho a mis hijos, los ha hecho madurar"

¿Es difícil ser esposa de un político?
Es un trabajo demandante, sin horario cuando la vocación es de servicio. Para mí ha sido retador, porque este compromiso ha crecido rápidamente. Creo que ver a David luchar con intensidad por recuperar espacios, hizo que me involucrara más de lo que tenía previsto y también la pandemia complicó algunas cosas.

Ya estaba el tema del tapabocas que es una barrera física y visual, había que dejar de tocar o abrazar a la gente, y es tan complicado porque los venezolanos son tan cariñosos. En momentos de picos de COVID-19 era usar doble tapabocas, bañarnos en alcohol porque debíamos estar sanos, y lo peor, prescindir de personas de nuestro equipo y no poder incorporar a más nadie por la propia dinámica. Debimos entonces asumir sus roles, además de apoyarnos entre todos.

¿Mantiene usted planes a futuro para ayudar a madres y niños que están en una situación difícil en Miranda?
Claro que sí. La gente de nuestro estado no tiene a quien acudir. Las solicitudes que nos llegan a diario son abrumadoras. Estamos buscando ver cómo sumamos y cómo logramos ayudar a más personas, muchas veces canalizamos con ONGs y con aliados que nos ayuden a cubrir estas solicitudes y a fortalecer esta estructura social.

Algo en lo que creemos muchísimo es en el acompañamiento, en la orientación, formación de los niños, adultos mayores, de las mujeres emprendedoras. Este es el trabajo más valioso, perdurable y necesario en nuestra sociedad.


Lorena, Aisha y Beatriz, ejemplo de madres venezolanas 

A nivel médico y psicológico

La doctora Marisol Ferreira, quien es Ginecólogo-Obstetra, acotó que el miedo y la incertidumbre que se le tuvo al coronavirus en los inicios de la pandemia, fue algo en conjunto, y también reveló que atender a las embarazadas en pandemia fue “un poco complicado”, ya que implicaba lidiar con las preocupaciones e interrogantes que se realizaban en las consultas, pero actualmente ya no existe tanto temor porque hay más información con respecto al virus.

“Para aquellas mujeres que no han querido embarazarse por miedo a la pandemia, que no lo piensen tanto. Por un lado, hay un proyecto de vida que es independiente de la situación del país y el mundo. Con todas las medidas adecuadas, podrán ser mamás sin problemas”, aconseja la doctora.

¿Y qué sucede con el lado psicológico? Ciertamente, tanto las madres como los padres se vieron afectados por la llegada del virus, especialmente los nuevos padres que tuvieron que enfrentarse a recibir a sus hijos en condiciones de salud muy delicadas.

La psicóloga Alicia Pineda detalló que es muy probable que los padres mantuvieran un sentido de sobreprotección debido al riesgo de contagio cuando asistían a las consultas, y ella les recomienda que “sean más gentiles con ellos mismos en esta experiencia que es nueva para ellos. Que en medio de los cuidados obvios a tener, se permitan aprender apoyados en los especialistas de cada área, y que la terapia es una opción si está dentro de sus posibilidades”.

Pineda continúa: “El acompañamiento psicológico ayuda perfectamente a sobrellevar muchas de las cargas y a proporcionar herramientas efectivas para el manejo de emociones, crianza, entre otras cosas”.


Aisha Stambouli
@aishastambouli

Beatriz Lugo
@bealugo

Lorena Guerra de Uzcátegui
@lorenaguerrao

Dra. Marisol Ferreira
@marisolferreirac

Psi. Alicia Pineda
@psico.alisu

Fotografías:
Guillermo Felizola
@guillefelizola

Eliza Pérez
@e_isabella