Una clásica caja de cartón duro alargada alberga al innovador Samsung Galaxy Z Flip3 5G, junto su manual, garantía, herramienta de extracción de bandeja SIM y el cable de datos y cargar USB-A a USB-C.

Esta tercera generación del terminal plegable a la que apuesta la marca, nos remonta con nostalgia a aquellos móviles de tapa que todos usamos y que nos hacían muy sencilla la portabilidad, pero ahora se le suman todas las mejores disponibles al día de hoy.

El Samsung Galaxy Z Flip3 5G posee un procesador Snapdragon 888, 8 GB de memoria RAM LPDDR5, 128 ó 256 GB de memoria interna UFS 3.1 y una pantalla plegable de 6,7 pulgadas. Plegado ocupa apenas 72,2 mm de ancho, 83 mm de largo y unos 16 mm de grosor; sorprende al desplegarlo en su pantalla de 6,7 pulgadas AMOLED con panel flexible que nos devuelve las medidas habituales de un smartphone, con 166 mm de largo. Asombra de esta nueva generación, su impresionante delgadez así como la nueva bisagra.

Flexible, ágil, fresco, pero sin renunciar a nada

Samsung apuesta a masificar su nuevo plegable con este terminal construido con una aleación de aluminio y cristal Gorilla Glass 7 Victus para sus pantallas. Sin duda el punto más a favor es lo fácil de transportar, y utilizarlo con una sola mano; además de ese plus que ofrece el poderlo abrir con un solo dedo para colocarlo a 90o y poder disfrutar de videos o hacerse una selfie con la cámara posterior, ya que podemos usarla con pantalla invertida para vernos mientras. Muy útil para manejar el terminal mientras está cerrado.

La propiedad de ser flexible de este dispositivo, no le quita la capacidad para instalar una de las mejores pantallas Super AMOLED del mercado, obviamente de fabricación de la marca: con su tecnología Infinity Flex Display, que permite doblar la pantalla prácticamente al completo para dejarla plegada. Una diagonal de 6,7” en formato de 21:9, perfecta para ver videos.

En cuanto a diseño ofrece una zona delantera muy bien aprovechada, aunque llegue solo al 84% de superficie útil. Los marcos superiores están bastante ajustados al borde del terminal, utilizando por supuesto bordes 2,5D, que permiten un mejor agarre.

Por su parte trasera destaca el corte central en el cual se ubica la bisagra con mecanismo de giro interno - que permite casi cualquier posición de apertura entre los 45 y 135o - que permite que ambas carcasas traseras queden totalmente pegadas. La ubicación del sensor de huella dactilar puede resultar un tanto incómoda al no llegar con el dedo en una posición de agarre normal, sobre todo para el usuario zurdo.

La experiencia sonora es prácticamente igual que la de los Samsung Galaxy S21, pues en definitiva deberían ser los mismos altavoces y con la misma ubicación.

Un punto en contra resulta su batería de 3300 mAh, que se queda algo corta en autonomía; dado que el móvil cuenta con dos pantallas - una pantalla grande flexible y una segunda auxiliar - la carga baja muy rápido, incluso sin completar el día.

Sin embargo es una espléndida opción de gama alta, sumando el espacio que despliega su característica de pantalla flexible que lo hace fascinante.