Laura Guevara no solo utiliza su voz para cantar. Cantan con ella sus manos, sus ojos encendidos cuando lo hace desde el corazón. Quizás es una de las tantas enseñanzas de la Schola Cantorum que quedaron en ella, donde la canción se convierte en una historia que se cuenta con las manos, con el cuerpo.

Basta ver sus presentaciones en Noches de Guataca describiendo el Acidito de Adelis Fréitez, o gesticulando cada palabra y cada verso de Si de noche ves que brillan, que interpretó en formato acústico con motivo de un concierto realizado en el casco histórico de Petare.

Y así, hablando con su principal instrumento interpretativo -usa otros, como el violín y el cuatro- Guevara habla del amor y los temas que inspiran su segunda producción discográfica. Una historia singular inspira el sencillo Dile que sí, que estrenó en mayo del año pasado durante un concierto en Mérida, antes de radicarse en México.

"Un amigo de una amiga me envió un correo precioso pidiéndome que compusiera un tema para que su novia aceptara casarse con él. Estaba lleno de anécdotas sobre su relación y cómo se conocieron. Me preguntó cuánto cobraría por mi servicio, y yo le respondí que ese tipo de cosas o no tenían valor o simplemente tenían un precio incalculable", relata maravillada. "Fue un proceso en el que terminé involucrándome mucho", agrega.

"Cuando me fui no me alejé", dijo Fito Páez en la letra de Mariposa tecnicolor. Y es una máxima que podría aplicarse al trabajo de Guevara, quien se marchó rumbo a México tiempo después de lo previsto porque se involucró de tal manera en las protestas de 2017, que compuso el sencillo Queremos vivir en paz inspirada en el dolor y la crudeza de la crisis venezolana.

En esta oportunidad regresa a Venezuela para reencontrarse con viejos afectos, su "Ávila poderosa" y ofrece el concierto Desde el corazón en el Centro Cultural BOD. Las entradas fueron agotadas en la primera semana después de abrir la boletería, razón por la cual se abrió una nueva función para el lunes 12 de marzo, a las 7:00 pm.

"El año pasado fue muy duro para mí y gran parte de las canciones que he compuesto hablan sobre el desarraigo, lo que significa migrar, dejarlo todo y llevarse una maletita. También escribo sobre la fuerza que tenemos adentro y que sale a relucir cuando menos lo esperamos". Sin buscarlo, Laura Guevara se ha convertido en una creyente de la voluntad y este disco lo describe como "lleno de afirmaciones".

En esta nueva producción, cuyo nombre se desconoce, Guevara se desliga del género. No le importa. Solo se vale de él para dar mensajes porque la esencia de su trabajo son los relatos de autor. "En este nuevo disco van a encontrar una cumbia, pero también una balada. Hay una canción, incluso, cuyo género me es imposible de definir aún", comenta entre risas. Defiende su estilo con la creación de canciones de autor contemporáneas. "No son trovas, ni canciones de 1960 y 1970", aunque tiene influencias de esas épocas", alega.

El fin de Laura Guevara es la canción, la letra y la melodía. Son sus búsquedas mayores, independientes de cualquier género y sólo visibles para quienes cantan desde el corazón.