Magaly Barnola de Otaola: una artista adelantada años luz a su época
La artista plástico caraqueña presentó, en la Galería WIFA, de Miami, Florida, una muestra que habla de esa pasión que le despierta lo que el hombre hace para transformar su entorno. Tituló su nueva exposición “La Trascendencia del Hombre”

ESTAMPAS

07/05/2021 06:00 pm



José Miguel Rodríguez


Esa búsqueda hacia la trascendencia, es una necesidad natural del ser humano consciente en dejar un legado o unas huellas a ser seguidas. Esta herencia, enseñanza o sendero, permite el perfeccionamiento consciente y libre de su ser.

La individual que contó con la curaduría de la Dra. Carol Damian, incluye canvas (lienzos), cajas de luz y obras de gran formato, y tiene como tema central esa relación simbiótica entre el hombre y la tecnología, y es que no puede ser distinto porque la tecnología es, ha sido y será el motor del progreso de la humanidad.

En una sociedad cada vez más gobernada por algoritmos, Barnola se amalgama a ese sentido futurista y postmodernista de su obra que la hace reconocida en la generación millenial, a pesar de haber nacido varias décadas atrás.

Pero, ¿quién es Magaly Barnola de Otaola?, una mujer adelantada a su época, que atesora en sus sentidos el delicioso sabor "de un asado negro, con su punto dulce de papelón y su pimienta guayabita". Esas sensaciones que guarda para sí y que la conectan con la venezolanidad.

Es una artista, que ha basado su obra en investigar que el humano es el único ser de la tierra con la capacidad de aprender, comprender y generar conocimiento; por algo se dice que éste es como una esponja en agua, es decir que tiene la capacidad de absorber todo cuanto llega a él y más aún si es generado por sus sentidos.

Barnola es consciente de que el hombre en el afán de encontrar soluciones a interrogantes, genera conocimiento nuevo y a través de este logra avanzar en el tiempo.

Su ADN artístico
Magaly Barnola de Otaola es además de artista, madre de 6 hijos y dice con entera naturalidad que logró compaginar ambas facetas con mucho esfuerzo, "porque hasta las 9 pm era madre y esposa, y de allí en adelante y hasta las 2 de la mañana le daba rienda suelta a mis pinturas, mis piedras semipreciosas y mis arenas. Era adentrarme en un mundo de colores, de mares, de peces ".

Quizás su relación con el arte estaba marcada en su ADN, puesto que es familiar del famoso pintor venezolano, Cristóbal Rojas.
 
Su hija, quien también lleva su nombre y atesora preferencias artísticas de la madre, la define como "una diva" porque es una mujer vibrante e intuitiva.



Pero para formarse integralmente ha recorrido distintos escenarios. Ella obtuvo un BAF en Dibujo y Pintura de la Escuela de Artes Plásticas “Cristóbal Rojas”, en Caracas. Estudió dibujo con el pintor Pedro Centeno Vallenilla y pintura de paisaje con Luis Alfredo López Méndez.
 
Sus estudios de arte incluyen la formación de Edgar Sánchez, Dibujo y Pintura con el maestro Alirio Rodríguez, Arte Contemporáneo y Conceptual con el artista Pedro Terán y con Gonzalo León, estudió Historia y Sociología del Arte. También cursó Fotografía con el famoso Ricardo Armas y asistió a un taller de fotografía en el Museo Corcoran en Washington.

Otros estudios precisan en su haber: Introducción a la Escultura, Fenomenología del Espacio y Nuevas Tendencias Contemporáneas con el artista Carlos Vicente Torrealba, Estudios de Artes Visuales, Museología del arte con Elida Salazar.



La historia de exposiciones de Magaly Barnola de Otaola incluye varias muestras colectivas y exhibiciones, comenzando en 1976 con una muestra colectiva en la Escuela de Artes Visuales “Cristóbal Rojas” en Caracas. Posteriormente pasó a exponer en el Salón Michelena en 1998, la Exhibición del Metro de Caracas, en la estación La Hoyada en 1990, el Salón Venezuela en Nueva York 1992 y el Salón Aragua en 1993. Sus exhibiciones individuales incluyen una muestra en 1991 en el Salón Camuri Grande y en Galería Aspecto en 1992.

Recibió el Primer Premio por su Serie “Tiempo Hombre en el Metro de Caracas” 1991 y su obra, un dibujo a tinta china, también fue portada de la Revista “Camuri” en 1978. Desde 2010 hasta la actualidad, la artista ha desarrollado nuevos pasos en su creación hacia obras figurativas basadas en el tema “Hombre-Tecnología”.

El delirio de crear
Su trabajo abre caminos a nuevas generaciones. "Cuando conocen mis investigaciones valoran más que una señora de mi edad, haya tenido ese halo de luz hacia un mundo futurista".

Desde 2010 hasta la actualidad, la artista ha desarrollado nuevos pasos en su creación hacia obras figurativas basadas en el tema de “Hombre-Tecnología”. Y es que esa relación con el hombre y la máquina es un recurso recurrente en obras como Command Life, donde imparte conocimiento al espectador sobre los momentos de genio en el trabajo, demostrados a través de un conjunto de interacciones de cuerpo, mente y espíritu.

Seres inquietos trabajando al unísono dentro de la visualización abstracta de la mente, centrada en una representación surrealista del cráneo humano que lleva el trabajo más allá de sus limitaciones físicas.

Mientras que en su serie Oneiric describió lo que ella llama la Totalidad, cuando el individuo y el cosmos son inseparables, de hecho, cuando la naturaleza y la mente expansiva de la humanidad se sincronizan en perfecta armonía. Para ella, "el hombre fue creado por Dios como imagen y semejanza, por lo que siempre el humano tendrá la capacidad de dominar a la máquina a través de su intelecto y genialidad".

En su obra, “los ritmos dinámicos y las líneas centrífugas” se entrelazan con formas figurativas vibrantes, que culminan en una explosión de formas y líneas contundentes. Otro recurso que emplea es la recreación de imágenes de sus dibujos originales, utilizando nuevos medios como la fotografía y lienzos de gran formato, invirtiendo y reconstruyendo sus imágenes originales en nuevas propuestas.

El artista visualiza, siente y transmite lugares, colores, sensaciones, estados de ánimo. Son esas emociones las que se expresan en su obra, con las que se identifica el observador que escoge una determinada obra de arte. De esto está completamente convencida Barnola, quien nos dice "que ese punto perdido en el iris siempre quiere atrapar para plasmar", ese tránsito entre lo que se percibe y lo que se asienta en el lienzo siempre la ha apasionado.

Para Magaly, los 'Canvas en blanco" (lienzos) son testigos de esa musa que la inspira. "Llegas a un estado de fascinación al momento de pintar; no importa nada, solo el dibujar; es sentir que ese dibujo se convertirá en algo hermoso”, porque como artista tienes el poder de tomar tus emociones y conservarlas en la retina, convirtiéndolas en un trabajo casi lírico que luego plasmas"

Ella defiende la teoría de que muchos artistas pueden dominar las técnicas de expresión, ya que sus fundamentos son racionales y tienen la habilidad de ejercer su profesión. Pero lo que es difícil es poder crear en el espíritu del espectador el mismo sentimiento que existe, en el momento de plasmar su obra de arte en materia.

"Si pintas, si cantas, si creas, naciste para ser feliz".

Para adentrarte más en la obra de la artista ingresa en la web www.magalybarnola.com

RRSS José Miguel Rodríguez @jmcanta@tardesdeshow