José Gregorio Hernández, el arte de hacer milagros
José Gregorio Hernández es un acto de fe en los corazones de todo un pueblo. Su beatificación luego de 72 años de espera y de múltiples favores que se le atribuyen, es justicia divina para un hombre de carne y hueso que fue científico y religioso a la vez

ESTAMPAS

30/04/2021 06:00 pm



José Miguel Rodríguez


Su tránsito del microscopio a los altares, viene precedido de un fervor popular tangible en distintos escenarios. La fe hacia su imagen trasciende la iglesia de su Isnotú natal en el estado Trujillo, para llegar a repisas, paredes, medallas, y por su puesto a fotos, pinturas y canciones, que pretenden exteriorizar un amor colectivo.

Esa pasión hacia "el médico de los pobres", hizo que la artista plástico, Mirla Soto, organizara una exposición que tituló: "Venerable... El milagro está hecho".

La muestra llegó de la mano del júbilo por el decreto de la beatificación y la Galería de Arte Nacional que la albergó por corto espacio porque la pandemia hizo desmontarla antes de lo previsto.

"Desde Ceferino Alegría en su libro: Historia de la medicina en Venezuela: cien figuras médicas en la segunda mitad del siglo XIX, de 1965, pasando por Foción Febres Cordero en Historia de la Medicina y América, 1987, hasta escritores como Mario Briceño Iragorry, Miguel Yáber, Antonio Sanabria, y muchos más, el Dr. José Gregorio Hernández ha sido un personaje de estudio, de investigación, y por supuesto ha sido motivo de inspiración para muchos artistas".









Con perfil itinerante 

Un total de 29 artistas entre consagrados y hasta estudiantes de arte, de la talla de Patricia Benfele, Evelyn Pérez de Fontana, Raiza Carreño, Pedro León Carrillo, Carola de Karam, José Luis Rizzo, Genoveffa Savella, Benjamín Ortega, Gloria Melí Blancato, Mirna Pineda, Mariano Álvarez, Rosa Márquez, Leonel Duran, Juana Flores, Alejandra Colina, Amarilis Hannot, Miguel Mar San, Mirla Soto, Francisco Corso, Francisco Marín, Enrique Flores, Laura Rizzo, María Elena Azpúrua, Peggy Chacón, Hebe Apitz Sardi, Aura Moreno, Yenny Gallardo, Lil Quintero y Francia Chacón, presentaron obras que convergen con lo espiritual, lo mítico y lo religioso.

Soto explicó que la muestra fue concebida como itinerante, pero debido a la pandemia se ha detenido el traslado de la misma. Sin embargo, locaciones como el Castillo de San Carlos Borromeo, en Pampatar, estado Nueva Esparta, y un lugar por definir en el estado Trujillo, albergarían la exposición cuando la crisis sanitaria pase.

“Estas no han sido solo obras de arte, han sido experiencias místicas de sanaciones y milagros. Los invito a conversar con los artistas para que puedan conocer esas experiencias, porque en definitiva el arte es sanador, catalizador y transformador del ser humano. Puedo asegurar que El Venerable es un santo y está entre nosotros”.

El milagro en el corazón de un niño

Un milagro a la vista

Entre los artistas de la exposición figura Miguel Marsan, quien atribuye al "Siervo de Dios", un milagro materializado en su hijo. Así como él, en cada pueblo del país abundan las historias de aparentes intercesiones del médico de los pobres, tras las cuales las enfermedades fueron curadas. Unos 10 mil favores reposan en placas en el templo de Isnotú, pero falta uno que lo convierta en santo.

Actualmente, monseñor Tulio Ramírez, vicepostulador de la causa de la beatificación del Dr. José Gregorio Hernández, tiene en sus manos el expediente para su consideración.

Marsan nos contó que por el año 2015, su esposa se encontraba en la dulce espera, y luego de uno de los últimos ecos intrauterinos recibieron la infausta noticia de que el bebé en su vientre padecía de una hipertrofia en el corazón, lo que comprometía gravemente su vida, por lo que los especialistas tratantes les aconsejaron migrar a España para atender el caso.

Desde ese momento, comenzaron a orar y encomendar al bebé al Siervo de Dios. En sólo 10 días arreglaron el viaje y llegaron a Málaga, a la Unidad de Cardiología Infantil, donde los galenos confirmaron el diagnóstico de sus similares de Caracas y aconsejaron cuanto antes una cesárea.

El niño al nacer presentó una cardiopatía con insuficiencia en la válvula tricúspide, por lo que requirió oxígeno. Sin embargo, a la semana del alumbramiento los médicos dieron el alta y recomendaron revisión.

"A los seis meses, en plena consulta de revisión, los médicos empezaron a describir lo que sucedía como una 'bestialidad', porque la anomalía en el corazón de nuestro hijo había desaparecido sin explicación científica lógica".

En abril de 2016, Marsan regresó a Venezuela con un niño totalmente curado, con un corazón completamente sano que le permite correr, nadar, es decir, hacer una vida normal. "Para nosotros esto es un milagro y ojalá se le atribuya a José Gregorio Hernández".

El artista prometió que si su niño era sanado haría una escultura en talla que se exhibiría en un lugar público. Una réplica de la misma se mostró en la exposición realizada en la Galería de Arte Nacional de Caracas.

Para cumplir con la promesa estudia la técnica para materializar la escultura hiperrealista con José Dueñas en España y una vez concluida la misma se trajo a Venezuela y actualmente conversa con la Alianza Francesa para mostrar la obra en un sitio público, tal como lo prometió.

La trascendencia

Actualmente, el escultor Miguel Marsan prepara una exposición individual basada en las tradiciones religiosas venezolanas, pero con técnica moderna. Entre ellas destacan las imágenes de San Juan Bautista, San Benito, San José, María Magdalena, el Sagrado Corazón de Jesús, entre otras. Esta muestra sacra religiosa pretende inaugurarla para finales de este año, "y por supuesto incluirá un busto corpóreo de José Gregorio Hernández".

RRSS José Miguel Rodríguez: @jmcanta