En medio del taller de costura de su tía, descubrió que algo no andaba bien. Haciéndose las medidas para un vestido, se dio cuenta de que su cuerpo era completamente asimétrico. Tenía una pierna más larga, un lado de la cintura más pronunciado que el otro y que su columna estaba desviada.

 
“Me fui a chequear y me dijeron que tenía una desviación en la columna extremadamente pronunciada. 42 grados de escoliosis. Eso alarmó a los médicos y a mi familia. Estaba de cirugía”, comenta. Tenía solo 12 años para el momento y desde ese diagnóstico, su vida cambió.

 
De consultorio en consultorio, buscó todo tipo de opciones. Pasó tres meses presa de un corsé de Milwaukee que no podía quitarse ni para dormir: “Era terrible y después nos dijeron que no iba a funcionar porque la columna es como los ríos y que al dejar de usarlo, buscaría su cauce natural”, recuerda Clara.

 
En búsqueda de solucionarlo, encontró una respuesta: el ejercicio podía salvar su columna: “Uno de los médicos me dijo que su recomendación era que hiciera mucho ejercicio para fortalecer el torso, abdomen y espalda para crear un corsé de músculos”. Desde ese momento, le entregó su tiempo al ejercicio. Yoga, natación, fisioterapia, lo intentó todo y comenzó a ver resultados.

 
“Entendí que para crear masa muscular debía hacer ejercicios de fuerza, me fui interesando por esos temas y se convirtieron en mi pasión”, asegura. Para poder mejorar su condición, se volvió una apasionada del ejercicio.

 
El diagnóstico primario le advertía que si no mejoraba su columna, no llevaría una vida normal. Con determinación logró cambiar su cuerpo e incluso, transformar su columna: “Me convertí en una persona muy disciplinada con los ejercicios. No me tuve que operar, mi columna se mantuvo sostenida y logré reversar el diagnóstico 10 grados. Ahora, llevo un estilo de vida completamente normal. No me limito en nada. Todo es gracias al ejercicio”.

Adiós a la timidez, hola a las cámaras

Hija de Amanda Gutiérrez, creció en los estudios de grabación de televisión. “Yo era una niña muy tímida. Mi mamá me llevaba a hacer castings y eso me hizo soltarme poco a poco. Yo tenía dentro de mí esa vena histriónica por ella y de tanto verla, algo se estaba quedando en mi inconsciente”. Aunque hizo varios comerciales, entendió que la vida pública no era para ella, aunque el destino más adelante le diría lo contrario.

 
“No me interesaba ser figura pública. Realmente nunca me gustó”, comenta. Su carrera se desenvolvió en el mundo editorial. Fundó una revista llamada Estética y Salud, en donde desarrollaba aún más su pasión por el fitness. Se convirtió en todo un éxito y circuló por 13 años, pero ella siempre estaba tras bastidores.

La vida la llevó a mudarse a República Dominicana con su familia. Su plan, era sacar su revista en versión internacional, pero la vida tenía otros planes. “Mi socio me dijo que era muy importante que yo comenzara a figurar físicamente en eventos y que la revista tuviera una cara, no solo una marca y así saqué mi cuenta de Instagram, CusiFit. Todo fue para impulsar mi revista”, recuerda.

Lo que jamás se imaginó, es que su nombre se convertiría en la principal competencia de su revista. Clara demostraba que su estilo de vida era cónsono con los contenidos de Estética y Salud y eso comenzó a enamorar a los seguidores: “En ningún momento tuve la intención de que se convirtiera en mi marca personal, pero cuando iba a ofrecer espacios publicitarios, los clientes querían trabajar conmigo y no con la revista”, y así comenzó todo.

 
CusiFit, bautizada por su sobrenombre de la infancia, se volvió una plataforma poderosa en donde la búsqueda por el bienestar y la pasión por el ejercicio son la prioridad.

 
Ejercicios a un click de distancia

Con más de dos millones de seguidores en su cuenta de Instagram @CusiFit, es una de las influencers más exitosas del mercado. Si bien su plan jamás fue convertirse en una fitness coach, la respuesta de su público le demostró que lo podía lograr.

 
Publicando rutinas fáciles de hacer en casa y tips alimenticios, construyó una red de seguidores que creció rápidamente. Así fue como entendió que su estilo de vida podía convertirse en su trabajo: “Yo hago ejercicio por mi salud y porque lo disfruto, para mí es como cepillarme los dientes. Así comencé a publicar lo que hacía en el día a día: me muestro como soy, con lo que hago y lo que como”, explica.

 
Queriendo ofrecer mejores contenidos, decidió buscar preparación profesional. “Mis conocimientos eran autodidactas. Siempre fui la amiga a la que llamaban las amigas para dietas y ejercicios. Me di cuenta de que necesitaba certificaciones y por responsabilidad, comencé haciendo cursos, masters y me preparé desde todo punto de vista. Nutrición, entrenamiento de fisicoculturismo, etc. Hice una certificación bastante completa”, comenta. Todo lo estudió en la IFBB (International Federation of Bodybuilding).

Una vida saludable sin abandonar en el intento

Con una carrera creciente, dos hijos, un matrimonio y un hogar que mantener, comenzó a darse cuenta de que hay tres desafíos enormes al momento de crear una vida saludable: la mente, la disciplina y el tiempo. Conociendo sus propios puntos débiles, comenzó a trabajar en pro de solucionarlos.

 
“Se convirtió en un gran reto administrar el tiempo para estar fit, cuidar mi columna vertebral, cuidar mi alimentación, verme bien y cumplir con todas las responsabilidades. Esto me llevó a crear estrategias que me funcionaran a mí”, confiesa. Enfocada siempre en ayudar a mujeres ocupadas, diseñó una serie de programas que buscan garantizar el éxito a largo plazo.

 
CusiFit descubrió que para llevar una vida saludable es importante tener metodología y estructura. Trabajando desde la empatía y el entendimiento de que: “Todas las mujeres nos gusta vernos bien, sentirnos con energía, sentirnos con seguridad, pero el ritmo de vida que llevamos hoy es día es complejo”, diseñó espacios que garantizan sostenibilidad en el tiempo.

“El problema no está en conseguir rutinas de alimentación o ejercicios porque con redes sociales lo consigues gratis, el problema es cómo comenzarlo y llevarlo al final. Por eso yo me he enfocado en llevarlo hasta el final”, comenta.

Para lograrlo, tiene dos planes especiales: CusifitLab que es un plan de 21 días de preparación física para personas que quieren comenzar a ejercitarse con una buena base y CusifitPRO, que dura dos meses y es una preparación mucho más profunda (incluye yoga, entrenamiento funcional, conexión mente y espíritu, etc).

Cada plan busca quitar el estrés que puede causar la desorganización: “Cuando tienes una estructura, los días de entrenamiento establecidos estás eliminándote el estrés de las decisiones que tomar. La mayoría de las veces que me levanto y no estoy de ánimo digo que voy a hacer poquito, pero voy a hacer. Si tenía planeado hacer una hora, hago 20 minutos. Poner el pie en el parque cuando voy a correr o en la sala, eso ya hace que fortalezcas el músculo de la disciplina”.

Su misión con los planes es demostrar que el ejercicio puede formar parte de tu rutina sin convertirse en un inconveniente: “Ayudo a las personas a que se organicen, para que no tengan que tomar decisiones en el día a día. La motivación principal es el cambio físico, pero lo que más me gusta son los cambios emocionales. Se sienten con más energía, mucho más positivas. Eso es lo que yo busco”. Están disponibles en cusifit.com.

Un antídoto contra la tristeza

Cusifit se confiesa amante de las redes sociales, pero también asegura que tienen un lado oscuro: “Las personas muestran la parte bonita de sus vidas. Todos tenemos nuestros días buenos, nuestros días malos, la perfección no existe. Podemos caer en comparaciones, en frustraciones, en ideas irreales de lo que es un cuerpo perfecto, una vida perfecta. Nadie tiene una vida perfecta y nadie tiene un cuerpo perfecto”.

Quiere crear una comunidad consciente y despierta, por lo que se muestra sin filtros ni mentiras: “Yo no soy perfecta, no como perfecto, cuando como mal lo enseño, cuando como bien lo enseño”. Su trabajo no es solo mostrar cómo tienes el poder de moldear tu cuerpo para sentirte mejor, sino también cómo una mente entrenada es sinónimo de una vida mejor.

“El ejercicio es el anti depresivo más económico y menos utilizado. Las endorfinas (se producen con el ejercicio) son las sustancias químicas que dan esa sensación de felicidad y euforia”, explica. No solo funcionan para la felicidad, sino también ayudan con el estrés: “Hacer ejercicio incrementa la noradrenalina que es un químico que modifica la respuesta de nuestro cerebro ante el estrés, nos hace manejarlo mejor”.

CusiFit no solo se encarga de mostrar los beneficios externos que tiene el ejercicio, sino también cómo transforma la forma de pensar: “Hace que tengamos una percepción más positiva de cómo nos vemos al espejo. Un cuerpo fuerte, comienza con una mente fuerte. Una persona positiva, motivada, con la mente abierta, le es más fácil comer saludable, tomar agua, etc. Esa transformación mental es mucho más importante que la física”.

 
Si quieres ver más sobre sus rutinas, síguela en @CusiFit.

-Ejercicio favorito: Las planchas.

-Compañeros de ejercicio: Sus dos beagles Bruno y Lukas.

-Su playlist para entrenar: Electrónica (que hace su hijo Andrés Shamis @ShamandMusic)

-Su mayor cheerleader: Su esposo, Leonardo Shamis, con casi 22 años de casados.

Fotos cortesía: Clara Divano