Estambul
Monumentos, palacios y mezquitas impresionantes, el estrecho del Bósforo y los mercados más famosos del oriente se reúnen en esta misteriosa metrópoli

ESTAMPAS

21/02/2021 05:00 am



Álvaro Montenegro (*)

Una de las ciudades más bellas e interesantes del mundo es Estambul, la antigua Constantinopla, que guarda intacto todo su misterio y su sabor único, además de las huellas indelebles de las civilizaciones ancestrales que se asentaron en esta encrucijada entre Europa y Asia. Ahora en épocas de pandemia y de tantas restricciones, Estambul resulta una de las salidas más convenientes desde Venezuela porque hay vuelos directos desde Maiquetía todas las semanas.


Al llegar al aeropuerto de Estambul sorprende el orden con apariencia de desorden, que fluye con su cadencia propia en todos los actos humanos que ocurren en esta encantadora ciudad. Todavía es muy común ver en sus mercados muchos más hombres que mujeres, sin embargo se siente una extraña sensación de seguridad caminando entre las calles de esta metrópoli, que llegó a ser la más importante del Imperio Romano. Sólo hay que tener paciencia, observar cuidadosamente lo que hacen los demás, y descubrirá la clave de su visita.
 
 Después de dejar las maletas en su hotel, diríjase enseguida al Palacio de Topkapi, que fue residencia oficial de los sultanes turcos durante tres siglos. Allí se maravillará con la sala de las perlas, el trono de Ahmed I, el puñal de Topkapi, hecho de oro, diamantes y esmeraldas. El robo de este puñal inspiró una película de la década de los sesenta, protagonizada por Melina Mercouri, Peter Ustinov y Maximilian Schell. Además, en la sala del tesoro se encuentra y el tercer diamante más grande del mundo. En otra ala del palacio están las reliquias con pelos de la barba del profeta Mahoma, y la impresión de la huella de sus pies. El palacio también tiene un fabuloso harem donde convivían las esposas, concubinas y hasta la madre del sultán en una forma tan armoniosa, que resulta inimaginable en nuestros días.


Mezquita Azul - Estambul 

Al salir del Topkapi siga hacia la Mezquita Azul, construida en el año de 1.606 por el Sultán Ahmed y con sus seis elegantes minaretes, está considerada una de las mezquitas más bellas que se han construido. Al entrar sentirá la certidumbre de querer volver a Estambul. Continúe a Santa Sofía, muy cerca, que fue construida como iglesia católica por Constantino en el año 360 de nuestra era y convertida en mezquita más de mil años después. Su cúpula es impresionante, tanto así que los guías aseguran que después de la cúpula de la iglesia de San Pedro en Roma, ésta es la mayor del mundo. Aunque durante décadas fue un museo para ambas religiones, recientemente en el año 2020 fue convertida en mezquita de nuevo con el nombre de Ayasofya.

Luego vaya de compras al Gran Bazar de Estambul, que con sus 5.000 tiendas, restaurantes, baños turcos y mezquitas, representa el mercado más impresionante de cualquier ciudad oriental. Es precioso y conocerlo merece el viaje. También camine hacia el estrecho del Bósforo, para encontrarse con el interesante Mercado Egipcio, o mercado de las especies, donde venden azafrán, orégano, menta, henna natural para el cabello, pimientas de todo tipo y mil especies diferentes entre unas viejas paredes que han visto pasar siglos de mercancía venida de los lugares más extraños y lejanos de este mundo.


Torre de Galata - Estambul

Al final del día vale la pena conocer la Torre de Galata, construida en el año 528 antes de Cristo y reconstruida varias veces. Allí vivió el padre de Jean Jacques Rousseau, que era un relojero suizo. En el tope hay un bar restaurante muy simpático, desde donde puede contemplar el estrecho del Bósforo, que con sus brumas y sus 35 kilómetros de largo une el Mar Negro con el mar de Mármara, el mar Egeo y el Mediterráneo. Los atardeceres son inolvidables desde ese punto; se observa la silueta de muchos minaretes de tantas mezquitas esparcidas por las colinas de Estambul, contrastando con el cielo azul intenso y rojizo que anuncia la llegada de la noche misteriosa.

Estambul es realmente fascinante, no deje de visitarla apenas la vida le de una oportunidad. Nunca se arrepentirá.

CÓMO LLEGAR:
Hay vuelos directos desde Caracas a Estambul con la línea aérea Turkish Airlines, que tiene las mejores calificaciones por su buen servicio y puntualidad. Desde Estambul puede conectar con casi todas las ciudades del mundo. Consulte a su agencia de viajes o a www.turkishairlines.com.
 
Mercado de las especies - Estambul  
Gran Bazar de Estambul 

Café en el Gran Bazar de Estambul web 

DÓNDE ALOJARSE:
Le recomiendo un hotel con servicio honesto, a precios honestos: el Holiday Inn Old City. Esta tan bien localizado en la vieja ciudad que se puede caminar tranquilamente al Gran Bazar, a Santa Sofía, al palacio de Topkapi y a la Mezquita Azul desde el hotel. Muy bien mantenido, el restaurante del desayuno tiene una vista sensacional sobre el Mar de Mármara. El precio de la habitación es 120 euros en promedio la noche con desayuno incluido, dependiendo de la temporada.

Holiday Inn Instanbul Old City
Gencturk Caddesi, Sivarnizade Sokak 7/11
Sehzadebasi, Estambul, 34134, Turquía
Teléfono: 90 (212) 528.18.65, www.ihg.com.


Hotel Ciragan Palace - Estambul 

Hay otro hotel fabuloso que le recomiendo llamado Ciragan Palace, operado por la cadena alemana Kempinski. Este palacio fue construido por el Sultán Abdulaziz y sirvió de prisión para su sucesor, además fue sede del parlamento turco. Hoy es un lujosísimo hotel al borde del estrecho del Bósforo.

Amanecer en una suite de este palacio y asomarse al balcón a observar los barcos viniendo del mar Negro y pasando el Bósforo, es lo más cercano a una aventura exótica y deslumbrante que usted puede tener.

Ciragan Palace Hotel Kempinski Istambul
Ciragan Cadessi 32, Besiktas 34349, Estambul, Turquía
Teléfono: 90 (212) 326.46.46, www.kempinski.com.


Estambul entre la bruma 

DÓNDE COMPRAR:
El Gran Bazar es sensacional, no deje de ir varias veces durante su estadía para poder escoger bien lo que desea. Una alfombra pequeña es el mejor recuerdo que se puede traer, y lo disfrutará toda su vida.

Tráigase también un poquito de azafrán del mercado egipcio que el sabor es mucho más intenso de cualquiera que usted haya probado.

NO OLVIDE:
Visitar las cisternas subterráneas de Estambul, construidas en el siglo VI por el emperador Justiniano con 336 columnas increíbles, dos de ellas con capiteles en forma de medusa.

(*) Álvaro Montenegro en Redes Sociales: Correo: amontenegro@eluniversal.com / alvaromont@gmail.com Instagram: @montenegroalvaro