Meryjane Navas
En estos tiempos tan diferentes que nos ha dejado el primer semestre del año se ha demostrado que ya es hora de pensar en la reinvención como una forma de proyectarnos en cualquier entorno: económico, profesional, artístico.
En efecto, además de negociar, los representantes de los artistas debemos aprender a hacer un uso apropiado de toda la tecnología disponible para actualizar las funciones que cumplimos.
Nadie más que un manager ama planificar los conciertos de sus artistas, ver cómo se despliega cada instrumento, desde la prueba de sonido hasta que todas las luces del escenario están encendidas y el público disfruta en total éxtasis. Sin embargo, todo ha cambiado y debemos colocar en la mesa todo lo aprendido para entender, por ejemplo, que las nuevas tarimas están en casa, y que con un live o una buena sesión por Zoom, los artistas en el mundo de la música mantienen su presencia.
Aprendizaje esencial
Hay que avanzar y para eso el manager debe haber obtenido varias certificaciones. Y es que además de relacionista público ahora debe saber de redes sociales, fotografía y alianzas comerciales.
La frase “el show debe continuar” está más vigente que nunca, pues las redes nos han demostrado que hemos aprendido a ser mucho más orgánicos, sin dejar de lado la producción, esa esencia mágica que da sus pinceladas a cada momento y que además hace una gran diferencia en un post o en un video de TikTok.
Mostrar el talento de un artista cada día es más práctico, dinámico y divertido. Las estrategias y lo viral que puede llegar a ser un momento bien realizado, a través de las redes sociales, se hacen más fácil, pero el equipo de cada artista debe seguir ahí, detrás, con cuarentena o sin ella.
Quien pretenda manejar a un talento debe estar activado por grupos de Whatsapp y así avanzar. Esa es la palabra clave y en esto debemos enfocarnos. La nueva era nos quiere activados y renovados así que no dejemos de tomarlo en cuenta.
Los managers actualmente manejamos diferentes funciones aunque el tema negociaciones siga estando de primero en la lista. Por supuesto, si hay un buen equipo de trabajo, la mitad del proyecto está ganado al éxito.
La confianza
Por ello debemos hacernos de un equipo honesto, sólido y que además crezca en conocimientos constantemente.
Hay que batallar con el ser y el aparentar ser, pues algunos representantes sin preparación ni experiencia a veces dejan una mala fama que salpica a los buenos.
Todo forma parte de una labor diaria, ardua, que solo con responsabilidad haremos respetar. Los artistas prefieren prescindir de la figura de un manager por miedo a ser estafados, por ejemplo, y eso debe cambiar.
Buena parte de la base se sustenta en la confianza que debemos despertar en cada artista que llega con un sueño y desea cumplirlo a través de un manejador y un equipo de profesionales.
