Fiesta temática entre Europa, África y América
Sabedores de los tesoros históricos, la Casa del Carnaval expone desde 2017 afiches, trajes, máscaras y recuerdos de los carnavales anteriores

MARIÁNGELA LANDO BIORD

24/02/2020 08:00 am



El de Santa Cruz de Tenerife, en las islas Canarias, es considerado el segundo carnaval más popular del mundo, por encima de los de Venecia y Nueva Orleans, solo superado por el de su ciudad hermana de Río de Janeiro.

En 1987 el carnaval entró al Libro Guinness de Records al reunir a 250.000 personas en un concierto al aire libre de Celia Cruz y la Billo’s Caracas Boys, récord superado –no oficialmente– en 2019 cuando se reunieron 400.000 en la misma plaza para bailar al ritmo de Juan Luis Guerra.

Aunque hay preparativos, ensayos y fiestas en las dos semanas previas al carnaval, las festividades comienzan oficialmente el viernes y terminan el miércoles de ceniza con el llamado “Entierro de la Sardina”, con una octavita el fin de semana siguiente conocido popularmente como el “fin de semana de la piñata”.

El viernes se declara el inicio de la fiesta y se eligen la reina y las madrinas, que desfilan escoltadas por murgas y rondallas. El sábado y el domingo se dedican al baile en las plazas de la Candelaria, España, del Príncipe y de la Iglesia de la Concepción, así como en la calle San José. El lunes y el martes son días de desfiles de carrozas y presentaciones musicales, incluídos DJs, en la Plaza de la Candelaria y la Avenida de Anaga.

El miércoles, para el cierre, una gigantesca sardina de papel es cargada por las calles, acompañada de plañideras y personas vestidas de curas y monjas.
El Carnaval de Santa Cruz de Tenerife tiene dos secciones bien delimitadas: el Carnaval oficial con sus comparsas, bandas y trajes con plumas y lentejuelas, y el Carnaval de calle, mucho más relajado e informal, con cientos de grupos, bailarines, disfraces, música y diversión.

La historia del carnaval de Tenerife se remonta al menos a 1605, cuando Gaspar Luis Hidalgo hizo referencia al hábito de vestirse con ropajes del sexo contrario los días antes de la Cuaresma. Para 1778 Lope Antonio de la Guerra Peña hizo referencia en su diario a las comparsas carnestolendas, y en 1783 el corregidor canario prohibió –aunque nadie lo obedeció– usar máscaras durante las fiestas.

Entre 1923 y 1960 este carnaval se conoció como una especie de “Fiestas de Invierno” a causa de una prohibición. Sin embargo, comenzaron a interpretarse las murgas en 1954. En 1964 comenzó la tradición de encargar a un artista reconocido el diseño del cartel promocional de la fiesta.
Cada año hay un tema central en el Carnaval, desde el Egipto milenario o Roma hasta el Espacio, México, los comics, la Edad Media, la Atlántida, los piratas, la Prehistoria, los musicales, la magia, China, el cine de horror, Hollywood o la fantasía. Los años 50 serán el tema central de este año.