Siempre utilizo una metáfora que representa mi recorrido hasta hoy: yo no tomé el ascensor del éxito, me ha tocado ir subiendo las escaleras piso a piso. Después de estudiar Comunicación en la UCAB y ganarme una beca para una Maestría en periodismo en USA, comencé en un periódico en español en la ciudad de Nueva York. La televisión no me abrió las puertas inmediatamente, trabajé muy duro y aproveché cada oportunidad para aprender y avanzar. Si bien es cierto que mi disposición a enfrentar retos, a decir que sí a todo y a trabajar duro han sido cruciales para lograr el ansiado “cross-over” de inglés a español, te diría que hay otros colegas talentosos, muchos de ellos nacidos en Estados Unidos, tratando de encontrar un lugar en esas plataformas, por lo que todavía me sorprende ver tan pocos hispanos en los medios en inglés, y en ese grupo las mujeres somos minoría. La lucha es ardua y constante. La representación es necesaria para que las historias que nos importan formen parte de la agenda noticiosa. Tengo fe en que iremos conquistando esos espacios con la fortaleza que caracteriza a los latinos. 

Somos joviales, creativos, trabajadores y con un alto sentido de la responsabilidad. Ponemos empeño en todo lo que hacemos. A nuestro bello país emigraron personas de muchas partes del mundo y eso nos regaló una gran riqueza cultural. No sólo les dimos la bienvenida, sino que ya en una generación todos se sentían completamente venezolanos. Luego de 207 años de independencia el legado del libertador no se nos olvida, aunque ahora nos ha tocado a muchos dejar Venezuela y buscar nuevos horizontes para seguir cumpliendo nuestro sueño y hacer patria sin importar dónde estemos.

Fue un honor increíble, no solo como periodista si no también como creyente; especialmente por ser el primer Papa latino. Es muy carismático y me quedó la impresión de que cuando sonríe alumbra todo a su alrededor. Tiene una risa contagiosa. En esa entrevista pude comprobar que a él genuinamente le importan las personas más allá de religión, política o cualquier otra cosa que pueda provocar división. Él demostró con su ejemplo que todos somos iguales ante Dios y merecemos el mismo respeto y consideración. 

Es una pregunta que me hacen a menudo y de hecho dediqué un capítulo en mi libro “Perfectamente Tú” a responderla. La verdad no creo que es por alguna habilidad excepcional, sino por mi tenacidad y el deseo de mostrar precisamente el lado más humano de cada cobertura. Es algo que aprendí de mi mentora, la galardonada periodista María Elena Salinas. Mantener el balance entre la objetividad, el rigor periodístico y las circunstancias que atraviesan los protagonistas de cada historia es nuestra misión. Cuando eso se logra la conexión con la audiencia es inmediata porque pueden verse y sentirse reflejados. Pasan de ser simples espectadores, a compartir una emoción. Por ejemplo, gracias a algunos de mis reportajes se han recibido donaciones que han ayudado a personas en medio de una crisis. He tenido la fortuna de generar un impacto positivo y eso se ha convertido en el sello de mi trabajo. El contexto es indispensable para humanizar la noticia y yo me esmero en que la gente nunca olvide que un día podría ser cualquiera de nosotros el que esté al otro lado de la pantalla. 

Participo en una iniciativa llamada “Dar Learning” que hace cursos en línea para el empoderamiento de la mujer en nuestros países. Hasta ahora hemos dado cientos de becas, acceso gratis al website, para dotarlas de herramientas valiosas para la superación. También he llevado 1000 suplementos alimenticios a los pequeños pacientes del Hospital JM de los Ríos en Caracas; y me uní a "Alimenta la Solidaridad" para acompañarlos a llevar vitaminas y medicinas a los niños de Petare. Cuando puedo ayudo a fomentar la lectura infantil con programas como “Reading Pals” (Amigos lectores) para los niños inmigrantes en Estados Unidos y sigo sumándome a todo lo que esté a mi alcance para apoyar causas sociales.

 En cuanto a las comparaciones con la gran Christiane Amanpour es un honor que espero haberme ganado. !Juro que yo era su fan número uno! Ella rompió el molde de las periodistas de su época en casi todos los sentidos. Tenía acento, se vestía de una manera poco convencional, desafiando los estereotipos y con su autenticidad se convirtió en un modelo para miles a nivel mundial. La conocí cuando cursé el posgrado en Columbia y ese encuentro me marcó tanto que desde entonces pienso que si logro motivar a alguien a seguir sus sueños, como ella me inspiró, habré hecho algo bueno en mi paso por este mundo. 

Te lo voy a responder con algo que escuché del ex Secretario de vivienda de los Estados Unidos y actual pre candidato a la nominación por el partido Demócrata, “el sueño americano no es una carrera corta, o un impulso hacia adelante, ni siquiera es un maratón, sino una carrera de relevo”. Como inmigrante no siempre cruzarás la meta en el lapso de una generación. Pero cada generación le pasa los frutos de su trabajo a la siguiente” y así, con ese esfuerzo histórico se van forjando objetivos de éxito individuales y colectivos. 

Cuando pienso en los valores que me dio mi país, que me dieron mis papás, y mi colegio de monjas Ursulinas en Venezuela, esa ha sido la formación que me ha llevado al éxito. Ser venezolana es tener la constancia, la creatividad y la resiliencia para superar la adversidad, pero sobre todo son las ganas de devolverle a mi país todo lo que me dio. Desde muy pequeña me tracé esa meta. Recuerdo que, en mi colegio apoyábamos a una escuela para niños de bajos recursos llamada “Campo Rico”. Ese gesto me hizo comprender a muy corta edad que teníamos una gran responsabilidad para ayudar a los demás, no solo mostrándoles que había un mundo mejor, sino realmente dándoles las herramientas para superarse. Esa es una labor que continúa ASEAM, la Asociación de Ex-alumnas de la Academia Merici, en el país. A lo largo de los años, he tratado de usar mi voz como periodista internacional para sacar a la luz lo que pasa en Venezuela, desde cubrir las distintas campañas presidenciales, las protestas estudiantiles y la crisis política, hasta hablar con el venezolano de a pie sobre lo que nos afecta, para llevar sus historias al resto del mundo. Ese deseo de devolverle a Venezuela ha sido un gran motor como profesional y como ser humano. 

La verdad ha habido varios y hablo de ellos en el libro. Pero si te lo pudiera resumir en una frase, es que cada momento difícil en mi vida personal ocurre cuando pareciera que estoy sobre la cresta de la ola. Esa tensión entre situaciones difíciles y oportunidades pautan mi carrera, mi vida, mi empuje y mi perseverancia. 

Más allá de mí, la pregunta principal es que descubrirá el lector de sí mismo en “Perfectamente Tú”. Mi historia es sencillamente un vehículo para que salga ese poder que llevas dentro. Quiero que me cuenten ustedes al terminarlo. ¿En cuánto tiempo escribiste el libro? Descríbenos el proceso de creación de esta obra. Mira, la verdad es que creo que todos los libros tienen dos partes: la primera es cuando lo vives, cuando grabas las experiencias, y decides que un día todo será contado. Ahí te podría decir que esa parte la estuve madurando durante casi 30 años. Pero luego viene la segunda parte: cuando ya te toca echarle pichón y redactarlo. Te soy sincera, fue todo un desafío. El 2018 estuvo lleno de coberturas de desastres naturales y humanos. Como sabes me la paso de avión en avión, de carro a carro. En fin, con mucha disciplina y dedicación utilizaba cada noche, cada minutico libre, cada vuelo para ir escribiendo y me tomó unos 8 meses. Por suerte soy bastante ordenada y guardo todos mis cuadernos de apuntes. Así que el baúl de los recuerdos estaba bien organizado. Ah, y esto es sin decirte que en realidad fue como escribir dos libros porque primero hice la versión en inglés y luego la de español que tiene 44 páginas más. Pero no le digamos eso a los lectores en inglés, je! 

Más que la historia de mi vida, con este libro deseo que cada persona encuentre herramientas para descubrir la esencia de lo que los hace valiosos. Mi anhelo es que se puedan liberar de las exigencias que nos impone la sociedad con ideales de perfección que no son reales y alimenten esa luz interior que todos traemos al mundo de manera distinta. 

Por el momento se puede adquirir en versión digital en español e inglés por Amazon, Kindle y Audible (la plataforma de audiolibros) y como anécdota curiosa te cuento que soy la primera autora de esta editorial en grabar en ambos idiomas. El audiolibro es una manera directa de bajarlo en tu teléfono y disfrutar del contenido inmediatamente. ¡Sólo escriban mi nombre “Mariana Atencio” en Amazon.com y les aparecerá! 

Es mi sueño y parte de mi compromiso con Venezuela. Hace unos meses di una charla en el BOD con el grupo de “Dar Learning” a sala llena. Había más de 400 personas, incluso muchas que vinieron desde fuera de Caracas, con ansias de aprender, inspirarse y recibir consejos prácticos para llevar sus pequeños negocios, familias y sueños hacia su propia definición de éxito. Ese día prometí llevarles mi libro y lo voy a lograr. Si alguna editorial, librería, universidad o casa de eventos lee esto y lo quiere hacer de la mano conmigo, por favor escríbanme por @marianaatencio. ¡Estaré muy pendiente! 

Todo escritor anhela y anda pensando en el siguiente libro. Voy disfrutar a plenitud éste, cumplir mi sueño de llevarlo a Venezuela y allá concebiré el próximo, con un buen café, mi arepita con queso y la vista de El Avila.