Harry y Meghan vivieron un noviazgo corto, quisieron ser padres rápidamente y su hijo además de británico tiene la nacionalidad norteamericana porque su madre lo es. 

Si en su boda el protocolo sufrió cambios, con la llegada el Archie, la monarquía británica ha sentido nuevos aires. Los duques de Sussex rompieron con lo arcaico de algunas costumbres, aunque estos cambios se han venido sucediendo paulatinamente. La presentación del bebé, si bien no se hizo de manera inmediata a su nacimiento si revistió relevancia ya que se hizo en una de las salas del castillo de Windsor, que enmarcó al trío familiar en un halo de grandiosidad, al mismo tiempo que se observó a Harry con su hijo en los brazos, enviando como mensaje que en el hogar todo es compartido y dejó atrás prejuicios machistas. Pero el duque no tuvo reparos en cumplir al día siguiente con su agenda, que lo llevó a tomar un avión a Holanda para presentar los Juego Invictus, que forman parte de su proyecto personal. 

El nombre de Archie Harrison también dio que hablar, sin embargo no son los primeros en la familia en agregar nombre originales. Con antelación lo hizo Peter Phillips, hijo de la princesa Ana y primo del duque de Sussex, quien bautizó a sus hijas con los nombres de Savannah e Isla. 

El astrólogo venezolano Edgar Espinoza elaboró la carta astral de Archie. Según ellos nos encontramos ante un personaje de carácter conservador, comunicativo, que se hará sentir en la familia real británica, que se relacionará mejor con su padre a quien estará conectado estrechamente y no llevará con muy buen humor las limitaciones que se le impongan a su libertad. Según Espinoza, el pequeño Archie será reservado, prudente y realista. 

Hasta ahora los duques de Sussex parece que no educarán a su hijo con base a privilegios, ejemplo de ello es que no han querido ningún título nobiliario y quieren preservar su infancia para que no sea objeto de acoso de los medios. 

Larga vida a Archie Harrison Mountbatten Windsor.