El empoderamiento femenino es el proceso por el cual las mujeres, en un contexto en el que están en desventaja por los roles de género, adquieren o refuerzan sus capacidades, estrategias y protagonismo, tanto en el plano individual como colectivo.
Y te preguntarás: ¿roles de género? ¿Desventaja? Los roles de género son el conjunto de comportamientos que se esperan de una persona al considerarse adecuados por el hecho de ser hombre o mujer, describen qué hace cada uno y los lugares que ocupan, por ejemplo las niñas juegan a las princesas, a la casita, a ser mamas y los niños juegan a ser superhéroes. El hombre debe ser el proveedor. La mujer, aunque trabaje, es la responsable del cuidado del hogar, niños y adultos mayores. Es el “deber ser” según la sociedad y así muchas acciones que se consideran propias y/o dignas de una mujer o de un hombre.
No hay igualdad. De allí la importancia del empoderamiento femenino. Hombres sensibles y mujeres enérgicas son estigmatizados. ¿Cómo esto influye en la vida diaria? ¿Quiénes lideran? ¿En manos de quien está el dinero?
Hablar de empoderamiento femenino, no es moda, es una necesidad. Si bien es cierto que el mismo refuerza nuestras capacidades y protagonismo en el plano personal, hay que ver el panorama completo, cómo influye esto en el mundo, de hecho es tan importante que es un tema de políticas públicas. La igualdad de género está en la agenda 2030 de las Naciones Unidas y es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, grandes líderes mundiales como Emmanuel Macron y Justin Trudeau se declaran feministas.
Imagínate más mujeres siendo ellas mismas, logrando sus metas, viviendo bajo sus propias reglas, rompiendo paradigmas obsoletos, más mujeres realizadas, felices y también en el plano público, haciendo negocios, hablando de petróleo, de alta tecnología, de exportaciones, importaciones, criptomonedas, política, más mujeres en los espacios de poder, dirigiendo la banca, imagínate la igualdad, sería progreso y beneficio para todos.
El empoderamiento femenino nos hace libre en lo personal y esto es crucial para lo colectivo.
Sin mujeres no hay democracia.
