Ángela Oraá, la socióloga de la curiosidad

ALEXIS CORREIA

16/12/2018 12:00 am



Primero vino la vocación de socióloga antes que la de comunicadora o instagrammer (como quiera que pueda definirse eso): Ángela Oraá analiza y experimenta a diario con el deseo sin dejar de ser, ella misma, objeto de deseo. La que podríamos llamar ya @angelaoraa como un código emancipado de los registros civiles ha encontrado en Instagram una plataforma en la que sí, se sigue riendo de sí misma como siempre, aunque parece más afianzada en su juego lúdico de erigir el altar de su propia veneración: “La red social me ha dado la libertad absoluta para mi irreverencia y,al mismo tiempo, me ha hecho más responsable como periodista”. 




La nativa de Acarigua se siente una contrarrevolucionaria del placer y la evasión en un país en el que, admite, le aterra el avance hacia un pensamiento único: “Si hay una película con la que me identifico es La vida es bella, por el perenne juego como mecanismo de defensa ante el horror. Surfeo como un termómetro de las tendencias que siguen desarrollándose en nuestra moda, estilo y gastronomía”. A la suma sacerdotisa del periodismo corporativo se le sigue escuchando en medios convencionales como compañera de Kico en La Romántica FM. “Hay una línea muy borrosa entre mi vida y mi trabajo. Ninguno de mis días se parece al otro. Me he construido una vida que es una montaña rusa muy divertida”. No se irá de Venezuela por economía de energías: “Me daría mucha pereza recomponer desde cero mis afectos en otra parte”.



Su comprensión científica, asegura, contribuyó a que jamás sintiera el apremio de ser fecunda y multiplicarse. Y a entender meridianamente el valor de la belleza como activo líquido: “Lo tengo clarísimo, es una herramienta de ascenso social”. Reconoce que en ocasiones se siente ajena al paso implacable del padre tiempo por su cuerpo: “Pasa, pero no es un drama. Asumo la edad con humor y perplejidad. Ya no soy la precoz de mis grupos sociales, sino la madura, pero siento que, por mi curiosidad, tengo y siempre tendré un espíritu vibrante y juvenil”.