EL TRÍO PERFECTO
Jack y Jeanne se amaban, pero éste estaba casado con otra. Sin embargo, él tenía un plan: una boda, sólo de apariencia, entre su amada y su amigo Alex. Los tres vivirían como una familia hasta que Jack lograra divorciarse para casarse con Jeanne

ESTAMPAS

05/08/2022 06:00 pm



MAX HAINES


Alex Rodees, 25 años, era un empleado de banco. En 1924 Alex malvivía trabajando en un banco de Jersey City. De la misma manera que todos los empleados de banco que caen en la tentación, Alex empezó a hacer sus retiradas: unos 25 dólares aquí, otros 100 allá. Esto se fue acumulando.

Alex revisaba las cuentas inactivas. Cuando jugó en la bolsa y perdió se encontró con un agujero de 1.000 dólares. Allí fue cuando decidió consolidar sus deudas. Encontró una cuenta inactiva con 15.000 dólares depositados que pertenecían a Jack Box, un vendedor de autos usados, y tomó 1.000 dólares. Entonces decidió ser amable con Jack Box.

Como frecuentemente sucede con los opuestos, los dos hombres se llevaron muy bien. Cuando se convirtieron en lo que Alex consideraba buenos amigos declaró su gran sorpresa. Le dijo a Jack Box que había tomado dinero de su cuenta y después le pidió un préstamo de otros 1.000 dólares para poder pagar la cuenta. De lo contrario, Alex se enfrentaba a la exposición pública, la ruina y la cárcel. Jack estuvo de acuerdo. Sacaría a Alex de sus complicaciones, pero bajo ciertas condiciones. Las condiciones eran un tanto extrañas. Jack estaba casado y era padre de un niño pequeño. A pesar de eso estaba viéndose con una belleza de 19 años, Jeanne Taylor. Jack quería casarse con Jeanne, quien estaba locamente enamorada de él, pero su esposa, que no sabía nada de este largo amorío con Jeanne, nunca le concedería el divorcio. Era un problema, pero Jack tenía un plan. Simplemente, podría escaparse con Jeanne, pero eso no sólo suponía una solución liosa, sino que también tenía contrariedades legales. Un hombre adulto que cruzara con una menor la línea estatal podría ser procesado bajo la ley de Mann.

Jack sugirió que Alex se escapara con Jeanne para casarse en secreto. El sería su padrino y acompañaría a la pareja en su luna de miel. Se establecerían en California. Naturalmente, la feliz pareja sólo estaría casada de nombre. Cada noche de la luna de miel Jack tomaría el lugar de Alex al lado de Jeanne. Una vez en Los Ángeles, alquilarían una casa como marido y mujer, mientras que Jack sería su inquilino. Por las noches Jack tomaría el lugar del hombre de la casa.

Para Jack no supondría ningún problema obtener la posición como vendedor de autos usados en Los Ángeles. Otra cosa que Jack mencionó fue el hecho de que Jeanne se quedaría con una herencia de 400.000 dólares al cumplir los 21 años de edad. Esta suma le fue dejada por su difunta madre. Jack le daría a Alex 1.000 dólares para que los devolviera al banco, así como todos los gastos que tuviera hasta encontrar un empleo nuevo en Los Ángeles. La forma en que Jack lo organizaría sería que él le diría a su mujer que iba a Los Ángeles por asuntos de trabajo y así empezaría una campaña para que su esposa se molestara con él y, de esta forma, obtener el deseado divorcio. Entonces Alex y Jeanne se divorciarían. Jack y Jeanne se casarían y vivirían felices para siempre.

Eso es exactamente lo que ocurrió. Casi. Jack explicó el asunto a su novia. La mujer siguió el esquema trazado. Alex empezó a salir con Jeanne y, justo como había pensado, Jack Box, el padre de la chica, creyó que Alex era un cazafortunas. Le ordenó que nunca volviera a su casa otra vez. “Perfecto”, exclamó Jack, una excusa ideal para escaparse y casarse.

Alex y Jeanne se escaparon, se casaron e iniciaron su luna de miel. El padrino, Jack Box, acompañaba a la feliz pareja. Cada noche él dormía con la novia. Alex, Jeanne y su compañero de casa alquilaron un departamento cómodo en Glendale. Los vecinos tenían una buena opinión de la pareja y su amigo. Por supuesto, ellos no sabían que cada noche el compañero de casa se convertía en el esposo.



Había un único problema: Alex no podía encontrar un buen trabajo. Como Jack estaba pagando todos sus gastos estaba muy enfadado cada mañana cuando él salía a vender autos usados y Alex se quedaba durmiendo. Cuando Alex se aficionó a la ginebra de Jack, este pensó que las cosas habían ido demasiado lejos. Le propuso a Alex que hiciera un verdadero esfuerzo por encontrar un trabajo. Alex juró que lo intentaría de verdad. A la mañana siguiente, Alex se levantó temprano. Llegó a casa tan colgado como una cometa. Después de eso las cosas nunca volvieron a ser lo mismo. Ya era hora de que Jack le hiciera a su mujer odiarle lo suficiente como para divorciarse. Él le escribió unas cuantas cartas bastante desagradables, pero ella le escribió de vuelta diciendo que le echaba de menos y que no podía esperar a verle de nuevo.

Cuando Alex se presentó una noche cargado hasta los topes y con una mujer en cada brazo fue la gota que colmó el vaso. A Alex se le dijo que la fiesta había terminado. Él y Jeanne debían divorciarse de inmediato para que Jack pudiera casarse (bígamamente) con su verdadero amor.

Jack estaba listo para que le ataran cuando Alex le informó que no tenía intención de divorciarse. ¿Por qué saltar del tren del dinero? En cuanto lo que concernía a Alex, él tenía sus gastos pagados y una esposa que pronto obtendría sus 400.000 dólares.

Jack Box perdió su templanza. Agarró un cuchillo de cocina con la intención de cortar la cabeza de Alex. Tras un gran escándalo en la cocina, Jeanne pudo separar a los dos hombres, pero no antes de que los vecinos llamaran a la policía.

Al llegar la policía, Jeanne lo contó todo. Contó toda la historia desde que Alex se llevara los primeros 1.000 dólares en Jersey. Los tres participantes terminaron en la cárcel. Se produjeron complicaciones. Los dos hombres no despegaron el pico. Todas las evidencias provenían de Jeanne, quien por ley no podía testificar en contra de su marido. Sin su testimonio el caso contra Jack y Alex era muy débil.

Alex y Jeanne se escaparon y se casaron. 
El padrino, Jack Box, acompañaba a la feliz pareja, 
y, cada noche, DORMÍA con la novia

¿Lo pueden creer?.. Mientras estaba en la cárcel Jeanne cumplió 21 años y heredó los 400.000 dólares. La herencia le permitió pagarse su fianza. Al prepararse para salir de la cárcel, Jeanne intentó aplicarse maquillaje. Desafortunadamente, no tenía lápiz labial y usó el color de una flor de papel que había hecho un presidiario. Humedeció el papel y enrojeció sus labios. En cuestión de horas el tinte rojo le causó envenenamiento en la sangre. Cuatro días más tarde, Jeanne Taylor moría.

Hora de contar todo, pensó Alex. No era culpa suya el ser el heredero de la fortuna de Jeanne. Decidió contarlo todo, pasar un par de años en la cárcel y tener la herencia para una vida de lujos esperándole a su salida.

Jack Box fue juzgado. Alex era el testigo principal. Reveló todo el plan del falso matrimonio. Al dar el testimonio, Alex juró que su matrimonio con Jeanne no había sido consumado. Eso fue un error. Para empezar, Alex y Jack fueron declarados culpables por violar la ley de Mann. Recibieron cinco años en la prisión de Leavenworth.

Había más. Los familiares de Jeanne, de Jersey City, se opusieron a la herencia de Alex. Ya que él había declarado que el matrimonio nunca fue consumado, y la ley estatal impone que un matrimonio para ser legal tiene que ser consumado, sintieron que él no tenía el derecho a quedarse con el dinero de Jeanne. Las cortes pensaron lo mismo. Todo el dinero de Jeanne fue a sus parientes.