Colette Delozanne deja un vacío en la cerámica escultórica en Venezuela
La artista franco venezolana falleció este martes, a la edad de 91 años

Diario El Universal

30/06/2021 01:00 am



La noticia del fallecimiento de la artista franco venezolana Colette Delozanne, fue dada a conocer este martes 29 de junio por el embajador de Francia en Venezuela, Romain Nadal, quien en su cuenta de Twitter, expresó:
"Lamentamos profundamente el fallecimiento de nuestra muy querida Colette Delozanne, artista franco-venezolana. Escultora y ceramista, Colette Delozanne ha dejado una profunda huella en el arte venezolano, su obra casi arquitectónica se puede contemplar en numerosos espacios".


Delozanne, nacida el 8 de enero de 1931 en París, Francia, En 1950 se inscribe en el Centro Nacional de Enseñanza Turística de París, donde se recibe como agente de turismo y traductora, y en 1955 se establece en nuestro país, donde contrae matrimonio con el prestigioso psiquiatra Eloy Silvio Pomenta, e inicia su formación como ceramista en el Taller de Arte Libre, donde recibió clases con Sinaí Ovalles, de quien aprendió el modelado.

Durante su carrera participó en eventos como el XXX Salón Oficial (1969) y el I Salón Nacional de Artes del Fuego en 1971, donde obtuvo el primer premio con un conjunto de esculturas en cerámica y en 1973 representó a Venezuela en el Primer Simposio Internacional de Ceramistas en Memphis (Tennessee, Estados Unidos).

Sus primeras formas en arcilla planteaban dimensiones orgánicas, de claras referencias físicas a vegetales o a animales; estructuras imaginarias que se elevaban, se extendían, se complicaban, se ramificaban y establecían vinculaciones.

Pero su obra pronto trascendió al campo de la escultura, con trabajos poco usuales que exploraban una naturaleza orgánica representada en estructuras horadadas y características arbóreas, siendo reconocida en el Salón Arturo Michelena, el Salón Nacional de Artes del Fuego y el Salón Nacional de Escultura en Pequeño y Mediano Formato, entre otros.

"Su evolución avanzó progresivamente hacia la escultura, y las piezas se hicieron arquitectónicas y arcaicas. Pero al mismo tiempo conservó las formas vegetales de carácter expresivo. En muchas de ellas se contempla el diseño que le permite el desenvolvimiento metódico de su obra que plantea una y otra vez una propuesta sustentada en lo mitológico, lo espiritual y lo sagrado", escribía la crítico Nelly Barbieri en 1998.

Su trabajo artístico puede ser contemplado en distintas zonas de Caracas y otros estados del país, como Los seres esenciales (1981), ubicada en el Parque Miranda, Lugar de floraciones (1987), en el Parque Bravos de Apure, o El gran lugar del alba (2012), en el bulevar de Sabana Grande, la estación el metro Caño Amarillo o el teatro Teresa Carreño.