Hay situaciones repetitivas hoy día que añaden más problemas a los existentes. Además a medida que las circunstancias son más difíciles, mayor será la tentación de caer en conductas negativas como: un lenguaje ofensivo e irrespetuoso hacia otras personas, actitudes agresivas, chismes, mentiras, engaños, etc. En especial los chismes, hoy día tan comunes, son de las actitudes más destructivas en relaciones humanas, aunque a veces se quiera minimizar sus efectos. Todo esto puede ocurrir en distintos casos de problemas entre personas: en parejas, familias, entre amigos, socios, en comunidades, hasta en un país y más allá. Es algo con lo que lucharemos todos. Como son muchos los problemas hay que fijar prioridades. Lo primero es que la infección no se siga extendiendo. ¿Cómo? Al no seguir añadiendo conductas y actitudes como las descritas que vicien aún más el ambiente. Lo cierto es que si queremos formar parte de las soluciones reales en vez de los problemas, reconoceremos que todos somos necesarios.
Tomar medidas
Por otro lado hagamos una analogía: alguien con una infección en un dedo del pie. Si esta no se trata rápido, entonces crecerá y podrá convertirse en una gangrena. Y según lo que demore en tratarse, incluso pudiera precisarse de amputar la pierna, parcial o completamente, hasta para salvar la vida del paciente. El asunto es que si pasa el tiempo sin hacerse algo eficaz respecto a actitudes como las descritas antes, ya no solo vamos a tener que tratar con los problemas usuales de hoy día en cualquier ámbito; vamos a descubrir que estos se van a ir infectando más y por tanto se harán más difíciles de resolver. Al punto de que en algunos casos habrá que tomar medidas más drásticas, equivalentes a recurrir a una amputación como la descrita en el ejemplo.
Ante la magnitud de los problemas, algo firme podrá surgir de todo esto: una vez que hagamos todo lo que podamos, para lo que no buscaremos ayuda de alguien sin nuestras limitaciones, y que tiene los recursos para manejar cualquier situación —el único Dios viviente. Y allí comenzará otra historia, que ni nos imaginamos cuan imponente puede llegar a ser.
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